domingo, 5 de noviembre de 2023

 

Gaza, un pueblo arrinconado y extremadamente vulnerable

La escasez extrema y la desesperación definen la vida actual en la Franja de Gaza. La población ha estado sometida a un bloqueo cruel por parte del gobierno de Israel desde 2007. Antes de la crisis actual, luego del ataque de Hamas a territorio israelí Gaza ya había sido bombardeada por Israel varias veces matando a cientos de personas y destruyendo muchos edificios y estructuras. Hay que recordare que los 2 millones de residentes que viven en el pequeño territorio de 375 km2 han venido sufriendo múltiples penurias. Antes del bloqueo total actual habían vivido con cuatro horas o menos de electricidad al día. Ya ocurría hace tiempo que la mayoría de las familias no tenían acceso a agua limpia porque el sistema de suministro estaba contaminado con aguas residuales: Para algunos niños en edad escolar el desayuno era una taza de agua caliente aromatizada con una pizca de sal. Hoy ni siquiera ni eso. Decía Omar Ghraieb, periodista y gerente de medios digitales que vive en Gaza "Desesperación ni siquiera es la palabra adecuada para describir lo que sucede aquí porque las cosas empeoran", dijo "Despertamos a un mundo de luchas todos los días". Durante más de una década, los palestinos que viven en Gaza habìan sufrido grandes escaladas de violencia y un bloqueo aéreo y marítimo impuesto por Israel que ha diezmado la infraestructura, sofocado el crecimiento económico y condiciones de vida tan sombrías que los funcionarios de las Naciones Unidas decían, antes de los bombardeos de Israel, que un desastre humanitario era inevitable.  "Realmente estamos viendo un colapso en el lugar", decia Matthias Schmale, director de la Agencia de Ayuda y Obras de la ONU, o UNRWA, que proporcionaba asistencia humanitaria a más de 1.3 millones de refugiados en el territorio autónomo palestino. Se imaginarán ustedes que algunas reacciòn de la poblaciòn era inevitable. El ataque de Hamas, asì como otras reacciones de rebeldía palestina en Gaza eran predecibles. A todo lo anterior hay que agregar que hay cerca de 3 millones de palestinos en la Banda Occidental del Jordán, constantemente despojados de tierras y viviendas por el avance de las colonias israelíes en sus tieerras tradicionales. En sus trabajos y traslados son humillados permanentemente con controles en todas las rutas principales del territorio. Por si faltara poco, algo similar pasa en el sector árabe y musulmàn de Jerusalem. Los propios palestinos que han sido incorporados a la ciudadanía israelí desde hace décadas son discriminados constantemente y sus derechos no son tenidos en cuenta. A lo anterior se agrega que hay varios millones de palestinos refugiados en los países vecinos. Jordania, que en la práctica ha sido y es un país de poblaciòn mayoritariamente palestina, se encuentra amenazado tanto política como militarmente por el estado israelí. Algo similar pasa en el sur de Líbano y en el suroeste de Siria, país que ya perdió la zona del Golán desde las Guerra de los 6 días y Yon Kipur en 1967 y 1973. Algo similar se puede decir de Egipto, particularmente sobre la península de Sinaì, que ya fue ocupada por Israel en 1967. Hay ademàs varios millones de palestinos que se vieron obligados a migrar a diferntes paìses del mundo.

En esa situaciòn parece difìcil que la solución de erradicación de la población palestina de sus antiguos territorios se vuelve impracticable. La política de Netanyahu de aprovechar la reacciòn generada por los ataques de Hamas a su territorio para aniquilar a la población palestina, tanto aquellos activamente involucradas en la lucha de resistencia como la población civil constituida sobre todo por mujeres y niños, ha generado y está generando rechazo en los gobiernos árabes y musulmanes, asì como en numerosas organizaciones sociales y políticas a través del mundo. Para Netanyahu sería más fácil llegar a un acuerdo con los líderes palestinos de Hamas para lograr la liberación de los rehenes capturados por Hamas a cambio de la liberación de prisioneros políticos palestinos en las cárceles de Israel. Esto permitiría dar tiempo a las fuerzas políticas de Israel para replantear su relación con los dirigentes políticos palestinos, y avanzar en la constitución y demarcación de un estado palestino independiente reconocido internacionalmente. Si bien esa sería la solución, no es probable que debido a las reacciones racistas y islamófobas que se han desarrollado en una parte de la sociedad israelí, pueda ocurrir en el futuro próximo.  En las decisiones israelíes influyen los EEUU que constituyen el principal apoyo económico y militar que posee el estado israelí, pero las posiciones estadounidenses están influenciadas por un sector pro-israelí muy fuerte políticamente que impide que los EEUU cambien de posición. Mientras tanto la mortandad de miles de vìctimas palestinas, la mayoría de ellos civiles, incluyendo decenas de miles de niños, parece que continuarà sucediendo.

Al mismo tiempo el mundo observa con bastante rabia y mucha impotencia.

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