Un país inconquistable
El factor
desencadenante fue la ocurrencia de los extrañísimos y trágicos
atentados contra las Torres Gemelas y el Pentágono ocurridos el 11 de
septiembre de 2001.
Según el gobierno de
los EEUU estos atentados fueron organizados y ejecutados por la organización Al
Qaeda cuyas bases de entrenamiento y principales líderes se encontraban en
Afganistán bajo la protección del gobierno talibán.
Si bien no podemos
saber a ciencia cierta cual fue la participación de esta organización
fundamentalista en los eventos, lo que resulta claro es que los Estados Unidos
se embarcaron en una guerra difícil, y de larga duración.
Los combatientes
afganos, y en particular los pashtunes, que conforman la mayor parte del
ejército de los talibanes, son soldados endurecidos por la guerra, con mucha
capacidad de resistencia y gran convicción religiosa..
Este conflicto que ya lleva casi 20 años y cuyo resultado se avizora próximo, es una cuenta más en el rosario de
las guerras afganas y ha jugado un importante rol en la geopolítica de
este mundo globalizado que parece basarse en la irracionalidad
de la violencia.
Los talibanes: un
ejército de místicos
El carácter religioso
de este conflicto para los talibanes y militantes de Al Qaeda, por lo menos a
nivel de declaraciones, ha sido expresado públicamente por el propio Bin Laden
quien en un video reciente manifestó:
“Se trata, en
esencia, de una guerra religiosa... los pueblos de Oriente son musulmanes y los
de Occidente son los cruzados... Se trata de la cruzada más feroz contra el
Islam desde Mahoma.”
Fajar ur Rehman, un
periodista que logró visitar territorio afgano luego del comienzo de los
bombardeos de EEUU, señalaba que los únicos aterrorizados por los ataques son
los pobladores civiles afganos.
Comentaba Rehman que
a los combatientes talibán los bombardeos no les preocupan.
“Con un turbante,
unas sandalias, algunos frutos secos, té verde y un kalashnikov, se sienten
invencibles. La muerte combatiendo a los “infieles”, que ellos consideran un
martirio, es su único sueño...sólo temen a Dios.”
“Todo lo que quieren
es que se terminen los bombardeos, pero no porque los teman, sino porque
esperan la pronta llegada de tropas norteamericanas sobre suelo afgano para
desafiarlas en su terreno. Es el combate que esperan... los talibanes bailaban
y cantaban al son de las bombas norteamericanas cuando los periodistas
invitados llegaron, de noche y bajo las bombas, a Jalalabad.”
“Se sienten
invencibles en su terreno. Hay que haberles visto caminar sobre las piedras,
entre el polvo para comprender...”
“Nunca he visto a
gentes tan seguras de sí mismas en los momentos críticos.”
La Alianza del Norte
Se podría resumir la
guerra civil afgana como el enfrentamiento de los pueblos sunitas del norte
(tayikos y uzbekos) aliados con los shiitas (hazaras orientales), contra una
coalición fundamentalista de pashtunes y religiosos wahabis.
Los grupos que
constituyen la Alianza son la Sociedad Islámica (Jamiat-I Islami), compuesta
mayoritariamente por tayikos, el Frente Nacional (Jubesh-I Milli) de los
uzbekos, y el Partido de la Unidad (Hizb-I Wahdat), constituido casi
exclusivamente por hazaras shiitas.
Del otro lado están
los talibanes, que son predominantemente pashtunes, y varios grupos fundamentalistas
militantes entre las cuales se destaca la organización Al-Qaeda.
Cada bando controla
la zona de su dominio étnico. Los sectores septentrionales del país donde se
encuentran afirmadas las fuerzas de la alianza, están habitadas por poblaciones
de tayikos y uzbekos.
El resto del país,
predominantemente pashtun, es controlado por los talibanes, con una composición
mayoritaria de esta etnia.
El aislamiento de la
Alianza en sus feudos del Norte, y las dificultades que sus fuerzas
experimentan para avanzar hacia el sur y suroeste, aparecen como una lógica
consecuencia de esta distribución geográfica.
Para que la Alianza
tenga posibilidades de extender su dominio al resto del país se requerirá el
apoyo de grupos o líderes representativos de los pashtunes.
Una de las
personalidades más prestigiosas de origen pashtún que se oponía a los talibanes
era Abdul Haq, que fue ejecutado por el régimen de Kabul. Otro líder
importante pashtún de la oposición fue Gulbuddin Hekmaytar, pero su punto de
vista radical fundamentalista se acercaba más a la posición de los talibanes que
a los de la Alianza, particularmente en momentos en que el país se encuentra en
guerra con naciones no islámicas.
Otra personalidad
histórica pashtún que en un momento estuvo considerado como una opción para un futuro
gobierno pashtún no-talibán, es el antiguo rey Zahir (que había sido derrocado
en 1973 y que falleció en el año 2007)
En definitiva,
parecería que las posibilidades de obtener el derrocamiento del régimen talibán
y la implantación de un gobierno pro-occidental solo eran posibles a través
deuna intervención militar general con ocupación del territorio.
El hecho que sea el
gobierno de los Estados Unidos, un país dominantemente cristiano, principal
representante de la cultura occidental considerada decadente y enemiga del
Islam por los islamistas radicales, no favoreció el éxito de la ocupación.
Otro elemento que
dificultó la coherencia de una posible alianza anti-talibán fue la importancia
económica que tienen los cultivos de opio y la producción y tráfico de heroína
en las zonas controladas por la Alianza. Esta coalición ha estado financiada en
gran medida por los fondos aportados por la exportación de la heroína y en
menor grado del hachís. La posición talibán, por el contrario, ha sido
restringir e incluso prohibir la plantación de amapola y la producción de opio
y heroína.
Esto es contradictorio
con las estrategias explícitas de los EEUU en materia de combate al tráfico de
sustancias ilegales, volviendo aún más difícil el establecimiento de acuerdos
duraderos.
Las dificultades de
la guerra terrestre en las montañas de Afganistán
Las fuerzas
especiales y regulares de los Estados Unidos hace ya casi 20 años que están en
el terreno en Afganistán.
No han tenido éxito
en "pacificar" el país, y seguramente se retirarán antes que ello
ocurra.
Tal vez el elemento
más importante que obra a favor de los combatientes talibanes es el
conocimiento de un terreno extremadamente abrupto y complejo desde el punto de
vista geomorfológico.
Fuera de los valles y
ciertas mesetas amplias donde el tránsito es más fácil, el relieve del país es
fuertemente quebrado, con cañones, profundas gargantas, a veces casi
verticales, pendientes abruptas y abundantes abigarramientos de peñascos que
ofrecen abrigos y refugios difíciles de discernir para las fuerzas de
reconocimiento aéreo que no sea oriundas del lugar.
A ello se agregan los
intrincados sistemas de cavernas que abundan en las zonas calcáreas o
kársticas, cuya configuración es imposible de detectar desde la superficie y
que ofrecen refugios prácticamente inexpugnable para los combatientes talibanes.
Además de estos
sistemas subterráneos naturales, existen cientos de quilómetros de túneles
artificiales, sobre todo en los valles, que pueden cumplir una función similar.
Las fuerzas de los talibanes
y de la organización Al Qaeda se han guarecido en la extensísima red de grutas
y karez de Afganistán y por esa razón será muy difícil derrotarlos.
Se trata de un
ejército decidido que tiene todo el tiempo del mundo, contra un enemigo
poderoso urgido de resultados positivos a corto plazo.
Hasta ahora la
situación queda reducida a la ocupación de las principales ciudades, y las
fuerzas de los EEUU y aliados, sufren emboscadas o ataques sorpresivos
provenientes de las bases de las guerrillas en las aldeas y en sus abrigos bajo
tierra.
Una guerra de este
tipo, dado el desencadenamiento de los acontecimientos, ha desgastado la
estrategia del imperio obligando tarde o temprano a su retirada del país. Lo
único que falta saber es cuanta gente va a morir antes que ello suceda.
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sobre este tema en el siguiente link:
https://daniloanton.blogspot.com/search/label/Afganist%C3%A1n
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