Los kuna o guna son un pueblo nativo americano localizado en Panamá y Colombia. Su idioma hace parte de la familia lingüística chibcha. Se autodenominan como dule, que significa "persona". El ambiente geográfico donde habitan es el archipiélago de San Blas en el Caribe centroamericano panameño, también conocido como la comarca de Kuna Yala. Se ha utilizado por parte de diversas organizaciones indígenas e indigenistas una palabra kuna para designar simbólicamente a todo el continente americano: Abya Yala, que quiere decir “Tierra en plena madurez” o “Tierra de Sangre Vital”.
El territorio kuna está integrado por un conjunto de unas 368 islas, formadas por acumulación de coral, la mayoría de las cuales están deshabitadas y solamente unas pocas tienen una superficie superior a 1 km2.
La población kuna actual se estima en unos 60,000 habit anes.
Tradicionalmente los kuna se autogobernaron, aunque después de la colonización española se vieron obligados a refugiarse en las islas caribeñas vecinas (el Archipiélago de San Blas).
Luego de la independencia de Panamá de Colombia a principios del siglo XX, los kunas comenzaron a sentir presión de las autoridades del nuevo estado panameño. Se generaron conflictos y como consecuencia de ello los kunas se rebelaron en 1925 proclamando la República de Tule.
El 4 de marzo de 1925 se firmó un acuerdo de paz entre las autoridades locales y el gobierno panameño, donde se renunció a la independencia a cambio del respeto de las costumbres indígenas y la autonomía de la zona. Eventualmente, dicha zona se convertiría en la comarca indígena de Kuna Yala o Guna Yala
El gobierno panameño ha respetado parcialmente el acuerdo, aunque los kunas han tenido que hacerlo valer en varias ocasiones con las armas. Por esta razón, aún no ha penetrado la invasión turística masiva ni las construcciones modernas en aquellos lugares privilegiados por la Naturaleza, no sobre-explotan, no agotan ni esquilman los recursos, cuando tiene que cortar un árbol o sacrificar a un animal, pide perdón en unas silenciosa oración y le dice: “Dios te hizo para que nos ayudaras a hacer una canoa, o una casa, una cena …”
El indio Kuna no es cruel con los animales, caza y pesca, pero sólo cuando necesita comer. Las islas coralinas están cubiertas de palmas de cocoteros, del coco se extrae la copra y un aceite vegetal muy apreciado, el coco es su moneda: “Ogop many tule cuna”. Los comerciantes colombianos trafican llegando con sus barcazas al pais Kuna, para el trueque de productos por cocos. La cáscara de los cocos, que en abundantes montones se almacena en los bordes de sus islas coralíferas, sirven de soporte para que el coral crezca y con él la isla. Las islas son por eso cada año un poco mayores.
Odian los ganaderos que siembran forraje en parcelas que talan en la selva para alimentar a su ganado vacuno esas parcelas al menos durante cuatro años el forraje crece y el ganado se alimenta bien. En cinco años ya no hay árboles ni pasto ni vacas porque éstas enflaquecen tanto que se ven obligados a ir a talar otro sector con las mismas consecuencias. Están en contra del ganadero panameño, que quema una parte de la selva, para sembrar en esas tierras, proceso que esquilma, destruye las bacterias nitrificantes y empobrece las tierras para dejarlas estériles. Los únicos animales domésticos que consienten en algunas islas son las gallinas y los cerdos. No quieren vacas porque acaban con la vegetación, ni las ovejas en Panamá se rechazan. No toman leche, el indio kuna solo toma la leche materna hasta los tres o cuatro años, nunca de mayores ni de viejos.
Las aguas que bañan las islas de San Blas, son ricas en toda clase de crustáceos, un gran vivero de excelentes langostas, con abundantes cangrejos de muy variadas especies, algunos se pueden capturan en las playas, son enormes con unas pinzas mayor que la mano del hombre que lo captura, y son exquisitos manjares cocidos en agua de mar.
Pescan una especie de lenguado que capturan en trampas como empalizadas en forma de “U”, montadas en el mar junto a la costa, con plataformas adecuadas para caminar por ellas. En temporada pescan tortugas que son muy abundantes y de gran tamaño, las cogen con redes y con reclamo que es una tortuga de de madera que agitan con una cuerda desde dos canoas entre las que tienden la red. (Al menos las pescaban, la tortuga marina está protegida por CITES y su aislamiento no les exonera de la prohibición). En tierra firme cazan venados y monos, aunque estos en las islas son escasos.
Conocen muy bien la Naturaleza por la sienten un gran respeto y distinguen las especies animales y sus vegetales, los vientos y su dirección que según la época del año saben los que traen la lluvia, sequedad o calor y los que en ráfagas hacen peligrosa la navegación de las canoas.
La tribu Kuna está organizada en pequeñas sub-tribus de cada isla habitada. Cada tribu está regida por tres jefes o cabezas (sáhilas), el sáhila tummat y sus dos suplentes. En casos de conflictos el primer sahila es el juez civil y de paz, suele ser un hombre un viejo que lleva muchos años en el cargo y que obtiene el cargo por votación popular de los varones casados. (Los solteros y las mujeres no votan). Las pequeñas tribus se reúnen periódicamente en asamblea general presidida por los tres sahilas generales, que son elegidos por los representantes de todas las tribus. El poder chamánico lleva al poder político. En estos congresos generales periódicos se tratan los temas que afectan a toda la tribu Kuna y se toman las grandes decisiones.
En cada isla hay una Casa del Congreso (Onmaket nega o Ibeorgum nega) donde cada noche se reúnen los varones para discutir los temas diarios, anunciar las bodas, dar el consentimiento para éstas, tratar los temas de tierras, herencias, y todos los asuntos que atañen a la Comunidad india.
Son gente que desde niños se pasan la vida entrando y saliendo del agua, bañándose en agua salada y a veces en los ríos que bajan desde las montañas en tierra firme. Allí van en sus canoas remando, cada mañana las mujeres para lavar la ropa y cargar sus tulas o enormes calabazos con agua dulce cuando escasea. El agua de lluvia, la recogen de los tejados de paja de sus casas en grandes baldes y que usan para cocinar o para lavarse.
Viven en bohíos tradicionales de paja montados con ramas, con las paredes exteriores que permiten el paso del aire que sirven de refrigeración, el techo es de ramas de cocotero secas embutidas unas en otras. La construcción se hace colectivamente, cuando una pareja Kuna decide la unión, las familias, amigos, familiares y todos los habitantes de la isla contribuyen trayendo los materiales de la selva y luego lo montarán según la técnica tradicional. Las mujeres preparan para todos los que participan pescado ahumado y beben chicha de maíz mascado y fermentado con jugo de caña que todos beberán para celebrar en alegre fiesta. También son comunales los trabajos de limpieza de los cocotales que son bienes patrimonio de toda la tribu.
Las indias visten una falda larga con motivos propios, un pañuelo de colores rojo y amarillo, adornos en cuello, brazos y piernas y llevan aros de oro en la nariz y lucen unas vistosas blusas hechas con trozos de tela uno encima de otro, cosidos con una puntada especial, conformando extraordinarios diseños únicos y originales que reflejan la concepción del mundo, la naturaleza y la vida espiritual de los Kunas.
Un paraíso aunque con ciertas carencias que hoy les facilitan solución, mediante la conexión con el continente.
Parcialmente extraido y adaptado de un artículo de Florián Yubero
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