La tribu gauchesca de los Rocha
Si bien la palabra “gaucho” o “gauchesco” se ha utilizado
en diferentes circunstancias con sentidos variados, con referencia tanto al
poblador de las zonas rurales del sur de América, como a un tipo de cultura, en
los primeros tiempos se utilizó para designar un tipo de habitante de las
Sierras del Este de la Banda Oriental del Uruguay.
En efecto, durante la
segunda mitad del siglo XVIII, se llamó “gauchos” a las personas que habitaban las
agrestes y mal llamadas “tierras de nadie”.
las fronteras entre los dominios español y portugués. Estas personas, familias y comunidades
habitaban el extensísimo País Guenoa, área de praderas, montes serranos,
bañados y arenales, que había quedado, afortunadamente para sus pobladores
ancestrales, relativamente libre (aunque no totalmente ni mucho menos) de la
codicia genocida de los imperios español y portugués .
Los “gauchos” y sus antecesores los “gauderios” y “changadores” lograban subsistir,
compartiendo los recursos naturales de la zona con guenoas y otros pueblos nativos, y más especialmente, al abundante ganado cimarrón que se había
reproducido ampliamente en las praderas de la
Banda Oriental.
Los rebaños les permitían abastecerse de los productos
derivados como la carne, el cuero y el sebo, y además, burlando el control de
las patrullas españolas, podían vender las tropas a las poblaciones portuguesas
más cercanas a la frontera.
Originalmente se utilizaban las palabras vagabundo o
bagamundo, changador, forajidos, y más tardíamente, gauderíos, para este grupo
social “cimarrón” de las praderas uruguayas y orientales, e incluso en algunos
casos aislados a habitantes de comarcas distantes de la frontera (p.ej.
Tucumán)
Los márgenes de la ley imperial
Los términos anteriores se aplicaban por igual a los
faeneros montaraces como a aquellas personas que se encontraban al “margen de
la ley imperial”.
La denominación “gaucho” recién se comienza a utilizar en
forma habitual en las últimas décadas del siglo XVIII, denominando un cierto
tipo rural independiente y rebelde, que no obedece ni acepta las rutinas
sociales y de trabajo impuestas por las autoridades.
La palabra propiamente dicha aparece por primera vez en un
documento escrito en 1771 refiriéndose a ciertos “malhechores” que se escondían
en la Sierra a una cierta distancia de Maldonado, probablemente en la región serrana rochense, tal vez en la
misma Sierra de los Rocha o sus
adyacencias.
Se trata de una comunicación del Comandante de Maldonado,
Don Pablo Carbonell a Vértiz, fechada el 23 de octubre de 1771 .
Dice así:
“Muy señor mío; haviendo noticia que algunos gahuchos se
havian dejado ver a la Sierra mande a los tenientes de Milicias dn Jph
Picolomini y dn Clemente Puebla, pasasen a dicha Sierra con una Partida de 34
hombres entre estos algunos soldados del Batallón a fin de hacer una
descubierta en la expresada Sierra, por ver si podían encontrar a los malechores,
y al mismo tiempo viesen si podía recoger algún ganado; y haviendo
practicado…”
En ese mismo año una referencia similar de Santo Domingo de
Soriano (31 de marzo de 1771) habla de “faeneros montaraces” para referirse a
personajes parecidos sin utilizar la palabra gaucho. Esta denominación recién
aparece tres años más tarde en un documento escrito referido a tres faeneros
apresados en las Puntas del Bequeló (unos 40 km al sureste del sitio actual de
la ciudad de Mercedes).
Si bien no sabemos exactamente la zona geográfica a que se
refiere el informe de Maldonado a que nos referíamos anteriormente pensamos que
la “Sierra” mencionada debería estar en algún lugar de las “Serranías del
Este”, que se extienden por los departamentos actuales de Maldonado o
Rocha. Al tratarse de
contrabandistas, que buscaban guarecerse fuera del alcance de las autoridades
imperiales en las zonas fronterizas y necesitaban paso libre hacia las tierras
controladas por Portugal, es probable que sus refugios se encontraran en las
zonas serranas más orientales, en la proximidad de las “angosturas” que facilitaban el pasaje hacia Brasil. Otra ruta utilizada para el
contrabando de ganado se internaba a Brasil cerca de las puntas del Yaguarón
(actual departamento de Cerro Largo). Más al sur el pasaje de ganado era más
difícil por la presencia de la Laguna Merin y del río Yaguarón que constituían
obstáculos para los arreos.
Fernando Assunçao en su clásico libro “El Gaucho” interpreta
estos hechos en forma análoga. De
acuerdo a este autor el proceso de formación del gaucho fue “un continuo
devenir transformativo” y que en ese proceso se inclina en ubicar el nacimiento
del gaucho en “tierras que hoy son nuestro país (Uruguay) y las zonas
fronterizas más adyacentes de Río Grande do Sul”.
En particular, señala Assunçao que los antiguos vaqueros
entrerrianos, los primitivos changadores y los gauderios que vió Concolocorvo
(en la década de 1760) son diferentes a “los gauchos de las sierras de
Maldonado y Rocha”, los cuales, según este autor, serían los primeros gauchos
propiamente dichos.
Tomado de "Crónicas de la Peripecia Humana", Danilo Antón, Piriguazú Ediciones
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