Estructuras planetarias generadoras de yacimientos de petróleo
Danilo Antón
Muchos yacimientos de petróleo se encuentran a lo largo de ciertas líneas o arcos de gran extensión, a menudo de varios cientos o miles de kilómetros que tienden a confirmar la teoría del origen abiótico de los hidrocarburos..
Un ejemplo puede apreciarse en el arco insular de
Indonesia donde hay una sucesión de yacimientos a lo largo de una línea de
fracturas que parecen indicar una abertura planetaria para el ascenso de los hidrocarburos.
Características parecidas pueden observarse en los
yacimientos del continente americano.
Muchos de ellos se encuentran alineados
al este de las cadenas montañosas de acuerdo a la siguiente sucesión de sur a
norte:
a) yacimientos gas y petróleo en Patagonia, Mendoza, Salta en
Argentina
b) yacimientos de gas y petróleo en Tarija,
Chuquisaca, Santa Cruz en Bolivia
c) yacimientos en el pie de monte andino en Perú Oriental
d) yacimientos en la vertiente amazónica de Ecuador
e) yacimientos en el pie de monte andino oriental en
Colombia
f) yacimientos en los pie de montes andinos y
cuencas contiguas en Venezuela
g) yacimientos en las costas orientales de México
(Veracruz, Tabasco, Campeche)
h) yacimientos en las vertientes orientales de las
montañas rocosas (Texas, Oklahoma, etc).
i) yacimientos en las vertientes orientales de las
montañas rocosas en Alberta, Canadá
j) yacimientos en las costas del mar Artico, Alaska
y Noroeste de Canada.
Una sucesión similar se da al pie de las montañas y
mesetas de Anatolia (Turquía) e Irán
(Montes Zagros y Tigris) donde están los principales yacimientos del
mundo en una línea que comienza al norte de Irak y se extiende por la costa del
Golfo hasta el océano Índico.
La ubicación de numerosos yacimientos en los límites
continentales, que son generalmente áreas de fractura, también se explicaría
fácilmente por el ascenso de hidrocarburos en dichas zonas debilitadas de la
corteza.
A lo anterior se agrega la información obtenida en
el pozo ultraprofundo de Kola en la Unión Soviética que llegó a más de 12
kilómetros de profundidad. En los tres o cuatro mil metros más profundos se
encontraron rocas cristalinas fuertemente fracturadas y empapadas en agua a
temperaturas del orden de 150 grados Celsius. Por otra parte el barro de la
perforación aparecía impregnada en hidrógeno gaseoso y seguramente en metano.
De "¿Inagotables? Gas Natural y Petróleo", Danilo Antón, Piriguazú Ediciones.
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