La población de la Banda Oriental en el siglo XVIII
Los censos de la Banda Oriental realizados por el Montevideo
español de fines del siglo XVIII daban datos que distaban mucho de la realidad.
En dichos relevamientos y desde el punto de vista práctico
sólo contaban los vecinos aposentados, sus familias y servidumbre o esclavos.
Sin embargo, en el territorio de la Banda Oriental habitaba mucha gente no inventariada en los censos de la época.
Estas poblaciones estaban constituidas por las tolderías de charrúas, minuanes, bohanes y yaros, que Artigas
llamaba “los indios bravos”, los guaraníes misioneros que habían inmigrado a
mediados del siglo XVIII después de la batalla de Caibaté, los gauchos o gauderíos que se dedicaban al arreo y
cuereado de ganado y un número indeterminado de vecinos de origen español,
portugués o mestizos que habían levantado sus ranchos, enramadas y toldos
fuera de las poblaciones principales en tierras que no les habían sido
asignadas por los representantes del imperio, y por lo tanto no eran
considerados.
Por lo que se sabe, en las décadas del 1780 al 1790 los “indios
bravos no aquerenciados" debían ascender a unos 3,000 personas (los
guerreros que había sido varios miles antiguamente no parecen haber excedido de un millar en esa época). Los
gauchos o gauderíos habían sido estimados en más de seiscientos por
Bougainville[1] en la década de 1760. Podemos fácilmente
imaginar que la cifra que da este autor era una gruesa subestimación de la
realidad, considerando la gran migración tape de fines de 1750. Es de pensar
que Bougainville se refiere a una primera mezcla de changadores y tapes que
probablemente se dio en las sierras cercanas a Maldonado, pero que si contamos
a todos los "proto-gauchos" la cifra debería ser sustancialmente
mayor, tal vez del orden de 2,000- 3,000 personas.
El resto de la población tape (guaraníes cristianizados) se
fue estableciendo en las poblaciones ya existentes (Montevideo, Santo Domingo
de Soriano, Maldonado, Colonia) o se ubicaron en zonas apropiadas en forma
espontánea. El surgimiento de algunas poblaciones como Víboras, Espinillo y
Porongos primero, y luego del pueblo del Pintado y de la población de la
capilla de Mercedes, entre otras, son claramente un resultado de esta
colonización tape.
En todo caso, el territorio uruguayo se fue poblando de
"taperas" (viviendas de los tapes) [2] en número que no conocemos pero que debe
haber llegado a unos cuantos miles (si tenemos en cuenta las dimensiones de los
fenómenos migratorios).
A fines de siglo la población de la Banda Oriental era de unos 35,000 a 40,000 habitantes de los cuales unos 10,000 eran vecinos montevideanos, 10,000 eran habitantes vecinos de los nuevos pueblos españoles (p.ej. Guadalupe, Maldonado, San Juan Bautista, Piedras, San José, Minas, etc), y unos 15,000 a 20,000 personas con variados orígenes étnicos y sociales que no estaban incluidas en los censos coloniales.
En esa época (fines del siglo XVIII y principios del siglo XIX) ocurrió un fenómeno de "gauchización" de los tapes inmigrados que aumentó
sensiblemente los números de la población que podía ser catalogada como "gaucha" y seguramente fue
modelando su cultura, en donde por encima de aquellos antiguos rasgos del
"changador" muy influído por la cultura de los arrieros quechuas y los "indios bravos", se
fue superponiendo una visión del mundo guaraní que fue desarrollando el
sincretismo del "gaucho" oriental de principios del siglo XIX.
Este "gaucho" desarrolló un sentido profundo de la
libertad individual como consecuencia de lo que era la vida del changador,
originalmente un rebelde, muchas veces escapado de la justicia y con un
profundo desprecio a las autoridades constituidas. De los pueblos nativos de
las pampas orientales el gaucho tomó la hospitalidad, el sentido de
pertenencia, la visión casi religiosa de la naturaleza que lo rodeaba y más
tarde una forma organizativa confederativa que era típica de estos pueblos. De
los tapes tomaron la noción de comunidad
que se había desarrollado en la vida misionera y el
sincretismo religioso cristiano- guaraní.
Obviamente es difícil demostrar con documentos el desarrollo
de esta nueva ideología de las pampas orientales. Los gauchos eran casi todos
analfabetos y por tanto no dejaron testimonios escritos y las referencias
existentes provienen de la "autoridad", a través de partes
"policiales", escaramuzas con la justicia y referencias a delitos
varios, que da una idea muy deformada de la realidad gauchesca de fines del
siglo XVIII. Para Montevideo el gaucho era un "bandido". Más tarde,
cuando los gauchos tuvieron oportunidad de expresarse políticamente quedó bien
demostrado quienes eran los "bandidos".
[2]
Las "taperas" son hoy sinónimo de casas abandonadas. Los tapes se
vieron obligados a abandonar sus casas en los pueblos misioneros y luego de
establecidos en la banda oriental, las nuevas asignaciones de tierras los
fueron forzando a mudarse. Las guerras del siglo XIX no hicieron más que
mantener dicho proceso que terminó "agauchando" a la mayoría de los
tapes y sus descendientes.
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