lunes, 8 de abril de 2019

Los indígenas barbudos: los comechingones

Comechingón es la denominación vulgar con la cual se alude a dos etnias que estaban en el territorio actual de la República Argentina, los hênîa y los kâmîare. Estos pueblos, a la llegada de los  conquistadores españoles en el siglo XVI, habitaban las Sierras Pampeanas de las actuales provincias de Córdoba y San Luis.
Los comechingones, que empleaban prácticas agrícolas y poseían población numerosa, fueron sometidos a la conquista, eliminación física y encomiendas por el Imperio Español dando lugar a un verdadero genocidio, completado eficaz y cruelmente por los primeros gobiernos criollos de la provincia de Córdoba.
Actualmente existe una comunidad comechingona sobreviviente en el Pueblo de la Toma a pocos minutos del centro de la ciudad de Córdoba.

La nación de los comechingones
La denominación comechingones les fue dada por sus enemigos sanavirones procedentes del centro de lo que hoy es la provincia de Santiago del Estero, el gentilicio peyorativo "kaminchingan" es voz sanavirona que significa "habitante de cuevas".
Muchos antropólogos tienden a considerar a los hênia-kamiare como un conjunto muy diferenciado del grupo huárpido (los huarpes era indígenas que vivían en la actual provincia de Mendoza). Tres rasgos de los comechingones que más han llamado la atención son su aspecto caucasoide (los varones eran barbudos ya en la pubertad), sus tallas relativamente elevadas para su época (aproximadamente 1,71 m en los varones), y la existencia de una frecuencia de quizás el 10% de individuos de ojos verdosos. Los ojos claros eran llamados chuto (más tarde castellanizado en Villa de Soto), esta singularidad más el hecho de ser barbados y las pictogafías como las de Cerro Colorado y siempre en la zona serrana y más exactamente en el centro noreste de las Sierras Pampeanas y por lo mismo en lo que actualmente es el extremo sudoeste de Santiago del Estero como el yacimiento llamado actualmente con el nombre quichua (sanavirón con fuerte influjo runa simi a partir de las invasiones quechuas del siglo XV) de Para Yacu 1​ en donde se observan grafismos que en su forma recuerdan a las runas escandinanvas
Aspecto físico y vestido
Eran de estatura elevada, se deformaban el cráneo de modo tabular erecto. Los primeros cronistas relatan que eran "barbudos como nosotros".
Usaban como vestimenta el uncu o "camiseta incaica". En las mangas y ruedo tenían decoraciones con valvas de caracol terrestre, común en las sierras. En la cabeza llevaban elaborados tocados de plumas y cobre que les caían más abajo de la cintura.
Eran "...dados a cantar y bailes y después de haber caminado todo el día bailaban y cantaban en coro la mayor parte de la noche".
Como armas usaban especialmente el arco y la flecha, con puntas de piedra y hueso; lanzas cortas, mazas y boleadoras. Usaban flechas incendiarias.

Acostumbraban ir al combate con el rostro pintado "una mitad negra y otra roja". Atacaban de noche -para que la Luna los protegiera-, en escuadrones cerrados, organizándose según fueran flecheros o portadores de fueg
En términos generales las sierras centrales conservaron el patrimonio cultural del área andina meridional, pero empobrecida en sus elementos básicos revelados particularmente en las tecnologías. La metalurgia fue practicamente inexistente. En la alfarería no conocieron la policromía, elaboraban piezas sencillas con decoración de guardas geométricas incisas y estatuillas antropomorfas, que quizás representen un elemento antiguo de las culturas del noroeste.
En la "Relación en suma y de la tierra y poblaciones que Don Jerónimo Luís de Cabrera Governador de estas provincias de los juries, a descubierto donde poblar en nombre de su magestad una ciudad" que en 1573 el "adelantado" elevara a la corona española, describe la cultura:
"Las poblaciones tienen muy cercanas unas de otras que por la mayor parte a legua y a media legua y a quarto y a tiro de arcabuz y a vista unas de otras están todas.
Son los pueblos chicos que el mayor no terna hasta quarenta casas y a muchos de a treinta y a veinte y a quince y a diez y a menos porque cada pueblo de estos no es más de una parcialidad o parentela.
Y así está cada uno por sí, tienen los pueblos puestos en redondo y cercados con cardones y otras arboledas espinosas que sirven de fuerza y esto por las guerras que entre ellos tienen. Biven en cada casa a quatro y a cinco yndios casados y algunos a mas.
Son las casas por la mayor parte grandes que en una dellas se halló caber diez hombres con sus caballos armados que se metieron allí para una emboscada que se hizo. Son bajas las casas que la mitad de la altura que tienen está debajo de tierra y entran a ellas como a sotanos y esto hacenlo para el abrigo por el tiempo frío y por falta de madera que en algunos lugares por allí tienen.
Gente toda de la más vestida dellos con lana y dellos con queros labrados con pulicia a manera de los guadamecis de España. Traen todos los más en las tocas de las cabezas y tocados que de lana hacen por gala muchas varillas largas de metales y al cabo dellas como cucharas, todos los más con un cuchillo colgado con un fiador de la mano derecha que se proveen lo más dello y otras cosas que de hierro tienen de rescates.
Las camisetas que traen vestidas son hechas de lana y tejidas primeramente con chaquira a manera de malla menuda de muchas labores en las aberturas y ruedo y bocamancas.
Crían mucho ganado de la tierra y danse por ello por las lanas de que se aprovechan.
Son grandes labradores que en ningún cabo hay agua o tierra bañada que no la siembren por gozar de las sementeras de todos tiempos. Es gente que no se embriaga ni se dan por esto del beber como otras naciones de yndios ni se les hallaron vasijas que para esto suelen tener.
Es tierra que se hallaron en ella siete ríos caudales y más de setenta o ochenta arroyos y manantiales todos de muy lindas aguas. Hay grandes pastos y muy buenos asientos para poderse criar ganados en gran número de todos los que en España se crían y hacer molinos y otras haciendas con que puedan vivir prósperos los que allí vivieren. Tienen arte y parecer de tierra muy sana porque los temples son muy buenos y sus tiempos de invierno y verano como en España."
Como otros pueblos indígenas de América del Sur los comechingones sufrieron el proceso de colonización, usurpación de sus tierras, eliminación física, encomiendas y finalmente genocidio. En la actualidad sobreviven algunas comunidades comechingones en la provincia de Córdoba, en particular la del pueblo de La Toma viven numerosos descendientes de las mismas.
(continúa)

https://comechingonesdelpueblodelatoma.blogspot.com


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