miércoles, 11 de octubre de 2017

El drama de las islas Aleutianas (1)

Este archipiélago, que está compuesto por 300  islas volcánicas tiene una superficie de 37,000 km2 y se extiende por 1,900 kilómetros desde la península de Alaska hasta la costa continental de Rusia. Su población actual es de unas 17,000 personas. En tiempos antiguos, debido a que las islas proporcionaban pocos recursos, los aleutos obtenian sus alimentos, vestimentas, e incluso herramientas, del mar adyacente. Eran excelentes navegantes utilizando pequeñas embarcaciones manufacturadas con pieles de focas. Pescaban y cazaban mamíferos marinos con arpones empleando técnicas naúticas y de caza de gran sofistificación.
La llegada de los europeos, particularmente de los rusos traficantes de  pieles, cambió radicalmente su forma de vida. Algunos náufragos japoneses que llegaron a la isla Amchitka en 1783, encontraron a los rusos explotando cruelmente a los nativos aleutos. 
Uno de ellos al volver a Japón expresó en su testimonio:
“Los rusos robaban las pieles que tenían los aleutianos. Si se enfadaban o no les daban pieles o no les daban las suficientes, los aleutianos eran golpeados casi hasta la muerte. Si no obedecían las órdenes, los mataban.”    
La producción obtenida por las pieles (de foca y de nutrias marinas), se repartía en partes iguales entre el empresario[1], los trabajadores y el Imperio Ruso pero los aleutos que obtenían las riquezas sólo recibían castigos. En años sucesivos siguieron llegando grupos de traficantes de pieles y gradualmente la población nativa fue disminuyendo hasta desaparecer de Arnchitka en 1832.
Muchos aleutos de las otras islas que sufrieron agresiones similares durante la dominación rusa también vieron reducido su número considerablemente. 
A partir de 1867, cuando los Estados Unidos compraron Alaska y ocuparon las islas, se desencadenó un avance de colonización intenso. El sistema autoritario-burocrático imperial ruso fue sustituido por un régimen liberal que cambió radicalmente pasando a un laissez-faire capitalista. Los aleutos orientales fueron invadidos por un flujo de estadounidenses que buscaban enriquecerse rápidamente. La caza desmedida terminó extinguiendo las poblaciones de nutrias marinas y focas antes de terminar el siglo XIX. Los aleutos que habían sobrevivido fueron relegados a los trabajos y sitios menos atractivos.
Para completar el panorama desolador, en 1971 los Estados Unidos decidieron detonar una bomba nuclear en la isla de Amchitka que había sido despoblada por la explotación rusa y que desde entonces estaba deshabitada. Esta explosión provocó contaminación en esta isla  y otras vecinas, que probablemente aùn subsista.
En la actualidad la actividad económica de las islas Aleutianas gira alrededor de la pesca del arenque y el salmón. El principal puerto pesquero del archipiélago es Amaknak, situado en la isla del mismo nombre, que a su vez se encuentra en una bahía de otra isla mayor (isla Unalaska con 2,720 km2).
Hoy sobreviven unos 10,000 aleutos que mayoritariamente han perdido el uso de su lengua ancestral que probablemente se extinguirá en los próximos años. Hay solamente unos pocos centenares de adultos mayores que todavía  utilizan algunos de los dialectos originales.
La tragedia de las islas Aleutianas es uno de los genocidios menos conocidos y más crueles de la  historia contemporánea.


De "Crónicas de la Peripecia Humana", Danilo Antón, Piriguazú Ediciones






[1]  El empresario moscovita que organizaba las expediciones en el momento en que llegaron los japoneses se llamaba Vassily Yaklovevic Zigarev.

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