El petróleo y el gas natural NO son de origen fósil
La teoría abiogénica del origen de los hidrocarburos
A medida que el
metano se desplaza por los poros y fracturas de las formaciones rocosas en
profundidad, entra en contacto con varios minerales oxigenados, en especial
óxidos férricos y sulfatos. Como resultado de este contacto las moléculas de
metano se oxidan. La disponibilidad de oxígeno es limitada, y por eso son los
átomos de hidrógeno, más fácilmente oxidables, los que se combinan con el
oxígeno, dando lugar a la formación de agua. En su ascenso las moléculas de
metano van perdiendo su hidrógeno, se produce una concentración del carbono.
Las valencias libres del carbono permiten su encadenamiento generando moléculas
con proporciones C/H cada vez mayores: etano (C2H6 ), propano (C3H8), butano
(C4H10), pentano (C5H12), etc. Estos nuevos compuestos dan lugar a
una mezcla de hidrocarburos gaseosos y líquidos (dependiendo de la presión
y temperatura) que normalmente recibe el nombre de «petróleo».
El proceso
de oxidación del hidrógeno y de concentración del carbono puede continuar hasta
la casi total eliminación del hidrógeno formando acumulaciones de carbón
(carbono casi puro). Por esa razón, es común que existan acumulaciones de gas
(sobre todo metano) subyacentes a los yacimientos de petróleo, los que a su vez
son coronados por vetas de carbón.
La oxidación del
hidrógeno produce sobre todo agua y la oxidación del carbono, dependiendo de la
disponibilidad de oxígeno, genera monóxido de carbono (CO) y dióxido de carbono
(CO2).
Por otra parte, la
pérdida de oxígeno de los sulfatos (reducción), produce sulfuros de diverso
tipo incluyendo gases sulfurados (ver sección «Formación de yacimientos
minerales metálicos» en este mismo capítulo). El conjunto de fluidos,
incluyendo líquidos y gases carbonosos, metano y otros hidrocarburos, vapores
sulfurosos, dióxido y monóxido de carbono y agua, tiende a ascender envolviendo
e impregnando las capas superiores, y localmente emanando en la superficie bajo
la forma de volcanes de barro, solfataras, géyseres, varias surgencias
hidrotermales submarinas y otras emisiones análogas. Una vez que los compuestos
carbonosos, incompletamente oxidados, llegan a la superficie y establecen
contacto con el oxígeno del aire se produce su oxidación total. Cuando aflora en
el fondo del mar el metano se hidrata (se combina con el agua) para formar
hidratos de metano (hielo de agua con un contenido elevado de metano; más del
10%). Los depósitos de hidratos de metano son muy abundantes en los
fondos oceánicos.
En condiciones de
superficie, el metano y otros hidrocarburos se combinan rápidamente con el
oxígeno formando dióxido de carbono y agua. A su vez el dióxido de carbono
puede ser absorbido por las plantas generándose materia orgánica o combinándose
con los elementos térreos (calcio, sodio, magnesio, potasio) para formar
carbonatos. Estos últimos se puede acumular en el fondo de los mares y lagos
produciendo calizas y en las redes de fracturas de la corteza más o menos
profundas. Considerando los volúmenes conocidos de calizas es probable que
solo una mínima parte del carbono terrestre se haya movilizado a la superficie
a través de los procesos de desgasificación.
En resumen, es
razonable pensar que el potencial terrestre para producir hidrocarburos en el
proceso de desgasificación es grande, probablemente muy por encima de los
niveles de extracción actual de hidrocarburos. De acuerdo a este
enfoque desaparecería el concepto de «reservas» que debería ser sustituido por la
idea de vías de ascenso y sitios de concentración de los fluidos carbonosos y
de los hidrocarburos. Las zonas productivas son en realidad los lugares donde
se concentran estas vías de ascenso y por ende donde tiene lugar la acumulación
de los hidrocarburos
Del libro
"Inagotables? Petróleo y Gas Naturaj", D.Antón, Piriguazú Ediciones.
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