La lucha de los apaches contra dos ejércitos
Danilo Antón
Goyahkla (conocido como Gerónimo), el último líder apache
La vida de Goyahkla transcurrió sufriendo las luchas, derrotas y tragedias de la nación apache. Cuando tenía 19 años las tropas mexicanas mataron a su madre, su esposa y tres hijos. El jefe apache habría de comentar tiempo después: “Mi vida perdió todo propósito”.
Bajo la jefatura de Cochise primero y de Victorio y Nana después, los apaches resistieron las invasiones estadounidense y mexicana. La agresión continuó y a pesar de la lucha fervorosa gradualmente fueron desplazados de sus territorios hacia zonas más áridas y menos productivas.
Al ser derrotados y muertos Victorio y Nana, el liderazgo fue asumido por Goyahkla y Juh. En ese momento, y para evitar mayores sacrificios a su gente, entraron en tratativas con el gobierno de los EEUU.
Los representantes del gobierno estadounidense les ofrecieron una extensión de tierra a cambio que depusieran las armas. El lugar, llamado San Carlos, era árido y totalmente inadecuado.
Daklugie, hijo de Juh lo describió en forma ilustrativa.
“El Creador no hizo San Carlos. Es un lugar más viejo que El- Simplemente lo dejó como una muestra de cómo se hacían las cosas antes que El apareciera. Tome piedras y cenizas y espinas, y arroje algunos escorpiones y serpientes de cascabel, ponga todo eso arriba de piedras calentadas al rojo, agréguele el ejército de Estados Unidos persiguiendo a los apaches y así tendrá a San Carlos.”
Los apaches rechazaron el ofrecimiento y continuaron la lucha. Se replegaron a las sierras para continuar la resistencia.
Seis años después de la caída de Victorio, en 1886, murió Juh y Gerónimo quedó como único jefe acompañado por un puñado de hombres, mujeres y niños en el agreste de la montaña. En ese momento de su vida Gerónimo tenía 56 años.
El último bastión apache se enfrentaba con dos poderosos ejércitos a ambos lados de la frontera. Eran sólo diecisiete guerreros con sus familias. Estaban rodeados por cinco mil soldados y miles de milicianos civiles del lado de los Estados Unidos y tres mil soldados mexicanos en el sector de México.
.A pesar de la situación desigual los apaches continuaron la lucha. Daklugie lo comentó de esta manera:
“En aquél tiempo Gerónimo tenía también a Lozen, conocida como la Mujer Guerrera, Gerónimo se veía debilitado, también por la presencia de mujeres y niños que debían ser defendidos y alimentados. Nadie nunca capturó a Gerónimo. Yo lo sé. Yo estaba con él. De todas maneras ¿Quién puede capturar al viento?”
Algún tiempo después el ejército norteamericano secuestró y trasladó a las mujeres y niños dejando a los hombres solos en la lucha.
Pocos meses más tarde, agotados y desalentados por la ausencia de sus familias, Gerónimo y los guerreros apaches que lo acompañaban se rindieron al General Nelson Miles del ejército de los EEUU con la promesa de que el jefe apache sería liberado en dos años y se le permitiría vivir en paz en su reserva.
Otra vez se incumplieron las promesas. Gerónimo fue mantenido en prisión por veintitrés años. Murió en 1909 todavía cautivo. El resto de los apaches, unos pocos cientos fueron enviados a Oklahoma y Nuevo México.
De: "Crónicas de la Peripecia Humana", Danilo Antón, Piriguazú Ediciones.
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