Los obeliscos, una tradición arquitectónica que trascendió los

tiempos.

D.A.

Siempre me llamaron la atención los obeliscos. Pensaba en los obeliscos egipcios que fueran trasladados a París por los franceses, a Londres por los ingleses e incluso por los EEUU a Nueva York. El proceso imitativo llevó a los EEUU a construir su propio obelisco en Washington en homenaje a Lincoln. Por su parte, para no ser menos los políticos de Buenos Aires, quisieron tener su propio obelisco (igual que en EEUU), y en una instancia posterior los uruguayos también, imitando a su hermana mayor argentina construyeron su obelisco. También se erigieron      

obeliscos en otras ciudades uruguayas y argentinas, en Chile, Perú, Colombia, México, Venezuela, Islas Canarias, Guatemala, Ecuador, Honduras, Barcelona, Cádiz, en Italia, Turquía, Israel y en muchos otros países. Claro que cuando uno se asoma (a través de google) al mundo de los obeliscos se encuentra con decenas de obeliscos muy antiguos mostrando que la construcción de obeliscos es una antiquísima tradición arquitectónica que tiene miles de años que se sigue practicando en los más diversos ambientes urbanos y países.

Como curiosidad comento que el obelisco de Washington tiene 169 metros de altura (data de 1884), el de Buenos Aires, 67.5 metros (1936) y el de Montevideo, 48 metros (1938). Los obeliscos egipcios tenían unos 20 metros de altura, p.ej. el obelisco de Ramsés II, en la Place de la Concorde en París tiene 22.8 metros.

En Montevideo

En Buenos Aires