viernes, 29 de abril de 2016

Diversidad y tolerancia: aprendamos a respetar las diferencias
Identidad y diversidad
¿Cómo te llamas?
Me llamo Juan Suárez
¿Quién es esta niña?
Es mi hermana, se llama Luisa
¿De que estado o país provienen?
De México, nacimos en Oaxaca.
Luisa, ¿qué idioma hablan en su casa?
Hablamos español. Pero mis abuelos también hablan zapoteco.
Y tú, ¿hablas zapoteco?
Yo no, no me lo han enseñado. Pero me gustaría aprenderlo.
Sería muy bonito poder hablar en zapoteco con mis abuelos y con otras personas mayores. El zapoteco es la lengua de nuestros antepasados.
Juan y Luisa son zapotecos, oaxaqueños y mexicanos.
Juan es varón, y Luisa es niña.
La identidad de las personas está formada de muchos elementos diferentes.
Hay otras niñas parecidas a Luisa, pero todas tienen su identidad propia, distinta a la de Luisa. Tienen otros nombres, diferentes edades, se criaron en sus propias familias, provienen de diversos pueblos y colonias.
En las sociedades humanas hay muchas identidades.
Cada persona tiene su propia identidad.
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¿Usted quién es?
Yo soy Mauro, soy profesor en la escuela preparatoria.
¿Y tú?
Me llamo Yamila Alidou y tengo 15 años.
De donde vienen?
Yo vengo de Italia
Y yo de Senegal
¿Dónde aprendieron el español?
Yo lo aprendí en la escuela en Italia, y luego cuando vine a México hace 10 años pude practicarlo bastante.
¿Qué idioma hablaban en su casa?
En mi casa hablábamos italiano, y también el dialecto piamontés.
¿Usted habla el dialecto?
Sí, yo también lo hablo, pero no tan bien como mis padres. Lo he olvidado un poco.
¿Y tú?
Recién estoy aprendiendo español..
¿Qué lenguas se hablan en Senegal?
Hay muchas, pero las más comunes son el francés y el wolof. El wolof se habla en las casas y el francés en la escuela.

Mauro es italiano y piamontés. Yamila es senegalesa de la etnia wolof.
Ambos hablan español, pero sus lenguas de origen son otras.
Mauro y Yamila tienen identidades distintas a Juan y Luisa.
En México hay mucha gente que nació en otros países, y que aprendió otros idiomas en su niñez.
Juan y Luisa tienen la tez bronceada, Mauro la piel muy blanca, mientras que Yamila es negra. Todos ellos poseen sus propias identidades y están satisfechos de ellas.

En todas partes la gente tiene su propia identidad, sus idiomas y modos de hablar, distintas casas y ciudades, costumbres muy variadas, aspectos físicos diversos. Pero todos son seres humanos. Son diferentes en los detalles, pero en las cosas más importantes son todos parecidos. Son semejantes en la capacidad de pensar, de formular sus ideas, de reir y llorar, de sufrir y gozar, de soñar.

Vale la pena defender la identidad propia. Es bueno estar satisfecho de la piel que nos envuelve, de los cabellos y el color de los ojos. Estar contento con nuestros nombres y apellidos, con nuestras ropas, con nuestras músicas y fiestas.,
Cuando nos enorgullecemos de la identidad estamos también enorgulleciéndonos de nuestras madres, padres, abuelas, abuelos, los antepasados. Como en aquella canción del poeta ecuatoriano Gonzalo Benítez en donde se expresa este orgullo ancestral.
Yo quiero que a mí me entierren
como a mis antepasados,
en el viente oscuro y fresco
de una vasija de barro,

Cuando la vida se pierda
tras una cortina de años,
vivirán a flor del tiempo
amores y desengaños,

Arcilla cocida y dura
alma de verdes collados,
luz y sangre de mis hombres,
sol de mis antepasados,

De tí nací y a tí vuelvo
arcilla vaso de barro,
con mi muerte vuelvo a tí,
a tí polvo enamorado,
VASIJA DE BARRO (Canción y danza Típica Ecuatoriana)
Letra de Gonzalo Benítez, Intérpretes: Benítez y Valencia

Respetar a los demás como quisieras que te respeten a tí mismo.
No importa de donde provengan las personas que conozcas. Debes pensar que son tan dignas de respeto como tus amigos y familiares.
Estas personas, diferentes a tí, tienen muchas formas de ser, de opinar y de sentir. Todas deben recibir la misma consideración.
La poetisa mexicana Sor Juana Inés de la Cruz decía hace mucho tiempo:
Todo el mundo es opiniones
de pareceres tan varios,
que lo que el uno que es negro
el otro prueba que es blanco...

A unos sirve de atractivo
lo que otro concibe enfado;
y lo que éste por alivio,
aquél tiene por trabajo.

El que está triste, censura
al alegre de liviano;
y el que está alegre se burla
de ver al triste penando.
Del poema Finjamos que soy feliz, de Sor Juana Inés de la Cruz, 1651-1695, San Miguel de Nepantla, México

La riqueza de las culturas
El mayor tesoro de un país es su diversidad de identidades y costumbres
La principal virtud es el respeto que se profese a todas ellas.
Desde este punto de vista, América Latina, y en particular México, poseen una doble riqueza: por un lado tienen una enorme diversidad de identidades y costumbres, y por otro, van profundizando su capacidad de valorar al prójimo por lo que es, tal como es, incluso, y especialmente, en aquellos aspectos en que difiere de nosotros mismos.
México es un país de una enorme diversidad cultural. Sin duda el más diverso del continente. Hay más de 13 millones de personas que se consideran pertenecientes a alguna de las más de 100 naciones indígenas que habitan el territorio y aún más allá. Además del español, que es el idioma oficial de la Nación, existen casi 7 millones de personas que hablan unas sesenta lenguas nativas. En el cuadro 1 proporcionamos una lista de las principales naciones y lenguas que existen en la República Méxicana.
Cuadro 1 Hablantes de lenguas nativas en Méxicoi
Lengua/ nación
Hablantes estimados
Náhuatl
2,563,000
Maya
1,490,000
Zapoteco or Diidzaj
785,000
Mixteco or ñuu savi
764,000
Otomí or ñahñu
566,000
Tzeltal or k'op
547,000
Tzotzil or batzil k'op
514,000
Totonaca or tachihuiin
410,000
Mazateco or ha shuta enima
339,000
Chol
274,000
Mazahua or jñatio
254,000
Huasteco or tének
247,000
Chinanteco or tsa jujmi
224,000
Purépecha or tarasco
204,000
Mixe or ayook
188,000
Tlapaneco or mepha
146,000
Tarahumara or rarámuri
122,000
Zoque u o'de püt
88,000
Mayo or yoreme
78,000
Tojolabal or tojolwinik otik
74,000
Chontal de Tabasco or yokot'an
72,000
Popoluca
69,000
Chatino or cha'cña
66,000
Amuzgo or tzañcue
63,000
Huichol or wirrárica
55,000
Tepehuán u o'dam
44,000
Triqui or driki
36,000
Popoloca
28,000
Cora or naayeri
27,000
Kanjobal
27,000
Yaqui or yoreme
25,000
Cuicateco or nduudu yu
24,000
Mame or qyool
24,000
Huave or mero ikooc
23,000
Tepehua or hamasipini
17,000
Pame or xigüe
14,000
Chontal de Oaxaca or slijuala xanuk
13,000
Chuj
3,900
Chichimeca jonaz or uza
3,100
Guarijío or varojío
3,000
Matlatzinca or botuná
1,800
Kekchí
1,700
Chocholteca or chocho
1,600
Pima u otam
1,600
Jacalteco or abxubal
1,300
Ocuilteco or tlahuica
1,100
Seri or konkaak
910
Quiché
640
Ixcateco
620
Cakchiquel
610
Kikapú or kikapoa
580
Motozintleco or mochó
500
Paipai or akwa'ala
410
Kumiai or kamia
360
Ixil
310
Pápago or tono ooh'tam
270
Cucapá
260
Cochimí
240
Lacandón or hach t'an
130
Kiliwa or k'olew
80
Aguacateco
60
Teco
50

La diversidad cultural de México es uno de los componentes más importantes de su identidad nacional, así como de la identidad de sus pueblos constituyentes. La pluri-culturalidad mexicana está reconocida en el artículo 4º de la Constitución de 1992:
La Nación mexicana tiene una composición pluricultural sustentada originalmente en sus pueblos indígenas. La ley protegerá y promoverá el desarrollo de sus lenguas, culturas, usos, costumbres, recursos y formas específicas de organización social, y garantizará a sus integrantes el efectivo acceso a la jurisdicción del Estado.”

Hace más de 40 años un joven uruguayo llamado Daniel Viglietti compuso una canción titulada Canción a mi América donde reivindica las poblaciones indígenas olvidadas.

Dale tu mano al indio
Dale que te hará bien
Y encontrarás el camino
Como ayer yo lo encontré


Dale tu mano al indio
Dale que te hará bien
Te mojara el sudor santo
De la lucha y el deber

La piel del indio te enseñará
Toda las sendas que habrás de andar
Manos de cobre te mostrarán
Toda la sangre que has de dejar
Es el tiempo del cobre
Mestizo, grito y fusil
Si no se abren las puertas
El pueblo las ha de abrir

América esta esperando
Y el siglo se vuelve azul
Pampas, ríos y montañas
Liberan su propia luz

La copla no tiene dueño
Patrones no más mandar
La guitarra americana
Peleando aprendió a cantar
Canción para mi América
Daniel Viglietti, cantautor uruguayo

El desconocimiento y desrespeto de la identidad de los demás
Desafortunadamente no toda la gente ha pensado de la misma manera a través de la historia. Hay personas que han clasificado la humanidad en categorías de superiores e inferiores. La categoría “superior”, en la que ellos se ubican, estaría compuesta por gente que “merecería” disfrutar de mejor calidad de vida, mientras que las categorías inferiores, integradas por todos los demás miembros de la población, estarían destinados a vivir en condiciones mucho peores sin que ello afecte el orden natural de las cosas.
Esta gente, que se complace en discriminar al prójimo, basa su punto de vista en ideas de raza, de clase social, o de afiliación religiosa.

La discriminación tiene dos caras: los discriminadores y los discriminados.
Por un lado están las personas que creen que su identidad es la más “distinguida”, que sus ideas son las únicas que valen la pena, que su cultura es perfecta, que son los más civilizados, los más hermosos, los representantes más evolucionados de la especie. Esta gente no tolera las diferencias. Piden que se reprima a quienes opinan distinto, que se expulse a los extranjeros, que se restrinjan los derechos de las mujeres, de las minorías, de todos aquellos que tienen identidades y costumbres distintas a las suyas.
En forma similar, pero opuesta, y como resultado de la discriminación que han sufrido, hay personas que han perdido su autoestima, que se creen menos que los demás. Gente que se considera de poco valor, que piensa que no puede ni debe tener las mismas aspiraciones que las categorías más altas.
Ambas visiones son las dos caras de la discriminación social.

Esta diferenciación de las personas en clases, que en algunas sociedades se llaman estamentos, y en otras castas, es una de las causas de la intolerancia, enfermedad social que nos aflige desde (casi) los comienzos de la historia.
Las personas que sostienen que las demás razas son inferiores son denominadas racistas. Los que se apoyan en las diferencias de clases son clasistas y los que sostienen la superioridad de los miembros de una religión sobre las demás son dogmáticos intolerantes.

Las diversidades de la vida y de la cultura
Las diversidades son el principal recurso de la vida. Es a partir de las múltiples opciones de los sistemas vivos que se va generando la forma del futuro. La diversidad otorga flexibilidad, asegura que aunque se bloqueen algunos caminos aquí y allá, siempre habrá disponibles sendas alternativas para que la vida continúe. Desde cierto punto de vista podemos decir que la uniformidad es anti-vida. Lo uniforme es vulnerable, no permite opciones alternativas, solo puede ser mantenido con gran esfuerzo y dedicación. A la postre, lo uniforme está destinado a la extinción. La diversidad es vida, la uniformidad tiende a la desaparición de la vida, a la muerte.

La diversidad se observa en todos los aspectos de la naturaleza.
Las selvas tropicales, los arrecifes de coral, las praderas, los bosques y tundras polares, los mares fríos, e incluso los desiertos áridos, todos los ambientes naturales poseen una rica diversidad biológica.
Los seres humanos que habitan estos lugares han debido adaptarse a estas múltiples características. Para ello desarrollaron variadas culturas y costumbres, formas de relacionarse entre sí y con los ecosistemas, métodos para obtener su alimento, tecnologías para combatir el frío, el calor y la sed, enfoques artísticos y espirituales.
Esta diversidad de culturas es lo que hace a la riqueza de la humanidad. Para cada problema hay alguna comunidad o persona que probablemente tenga una respuesta apropiada.

León Felipe los expresa muy bien en uno de sus poemas que es un canto a la tolerancia:
Sensibles
a todo viento
y bajo
todos los cielos
Poetas,
nunca cantemos
la vida
de un mismo pueblo,
ni la flor
de un solo huerto...
Que sean todos
los pueblos
y todos
los huertos nuestros.
León Felipe
Nació en España en 1886- Murió en México en 1968
Poesías completas, Ed. José Paulino. Visor. Madrid, 2004. 1.360 páginas
Las sociedades desarrollan sistemas culturales que varían de acuerdo a su historia y geografía particular, y como las historias y las geografías son diversas, del mismo modo lo son las culturas.
La tendencia natural de las sociedades, al igual que los ecosistemas, es a la diversificación. Los contactos socio-culturales entre culturas distintas tienden a reducir ciertos aspectos de dicha diferenciación. Este proceso se ha acentuado en los últimos siglos por la expansión de las telecomunicaciones, los transportes de masa y el turismo.
Estos contactos no se dan en pie de igualdad.
Los países más ricos y poderosos exportan su cultura basados en técnicas de mercadeo sofisticadas, avalanchas publicitarias y fuertes inversiones financieras. Los conglomerados estadounidenses de las comidas rápidas y de la industria fílmica (de corte hollywoodense) son ejemplos ilustrativos de este proceso.

McDonald’s vende los mismos productos (con algunas pequeñas variaciones locales) en todo el mundo atrayendo a los niños con juguetes de muy poco valor y un payaso con identidad ficticia para estimularlos a comer una comida que suele ser considerada como “comida chatarra” por muchos nutricionistas. La empresa transnacional de origen estadounidense, basada en las comidas rápidas en base a hamburguesas tiene hoy 31,500 sucursales en todo el mundo. 14,500 de ellas están en los Estados Unidos; hay 103 en Rusia, 257 en China y 71 en Arabia Saudita. En México, en el último conteo, había unos 270 restaurantes McDonald’s en todo el país.


El film King Kong de Universal Studios, filmado en Nueva Zelandia, dirigida por Peter Jackson, fue estrenado el 14 de diciembre del 2005 en 3,567 salas en los Estados Unidos. En la primera semana había recaudado 80 millones de dólares. En ese mismo mes fue exhibida en más de diez mil salas en todo el mundo. Se calcula que al cabo de los primeros tres meses la película produce cerca de mil millones de dólares a nivel global. Este film es una nueva versión de la producción King Kong estrenada en 1933 dirigida por Merian C. Cooper, y otra más reciente producida en 1976 de John Guillermin, en la cual el gran simio se trepaba a las Torres Gemelas de Nueva York, hoy inexistentes luego de los atentados del 11 de septiembre del 2001. La ideología detrás de todos los films “King Kong” se basa en hechos inverosímiles y luctuosos. El destino de los gorilas en el mundo actual es dramático. Se les caza como trofeos, para vender a los traficantes de animales, o incluso para comer. Los que sobreviven el apresamiento y el cautiverio terminan sus vidas exhibidos en zoológicos como objeto de entretenimiento humano. El enorme King Kong (que, por lo que se ve en el film, parece asexuado) es una versión agigantada de la tragedia de los grandes simios utilizada con fines exclusivamente comerciales, para consumo de todo el mundo. Un negocio de cientos de millones de dólares basado en una historia grotesca y sombría. Un gesto que redimiría esta empresa en alguna medida sería que una proporción importante de las ganancias se invirtiera en proteger y mejorar las condiciones de vida de los gorilas en la naturaleza y a la liberación de los gorilas que sufren cautiverio..


Los procesos de globalización recientes están agudizando esta situación y hoy estamos asistiendo a una uniformización cultural generalizada basada en elementos definidos a partir de las culturas centrales dominantes. Hoy todo el mundo usa pantalones de jean, gorras de béisbol y T-shirts de los Chicago Bulls. La lista de los productos totalmente globalizados se extiende a la música, a los enlatados, comidas de bebés, compuestos farmaceúticos, semillas transgénicas y muchos otros.

En resumen, la sociedad global de principios del siglo XXI está utilizando sus energías y esfuerzos en un proceso de afirmación de sus uniformidades, y al mismo tiempo liquidando las diversidades socio-culturales y biológicas.
La aparente tolerancia del mercado global es solo aparente. Las opciones culturales provenientes de los países pobres son ahogadas por el ruido propagandístico de las compañías transnacionales uniformizantes y gigantescas.
En realidad, regresamos a la intolerancia imperial, pero con un disfraz liberal muy elaborado.
El mundo se va haciendo gradualmente un lugar más uniforme (no más chico, pero sí más uniforme) y por lo tanto más pobre, perdiendo la flexibilidad y la variedad de recursos que le otorgan sus diversidades.
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La pérdida de las diversidades naturales

En los últimos siglos, el avance de las fuerzas de la uniformización ha dado lugar, sistemáticamente, a una destrucción provocada o inducida de un gran número de géneros, especies y variedades biológicas.
Este empobrecimiento de los sistemas naturales asume características generalizadas y mucho más graves de las que se podrían imaginar a primera vista. A nivel ecológico, riquísimos ecosistemas con miles de especies son sustituidos por plantaciones monoespecíficas que por su misma característica son inestables y requieren una enorme cantidad de energía, trabajo, recursos, insumos y preocupaciones para mantener como tales. La plantación es sistemáticamente invadida por "pioneras" (a las que los agrónomos y agricultores llaman "malezas") de los ecosistemas vecinos y variados tipos de animales, tanto invertebrados como vertebrados. Estos organismos, sin los frenos naturales de sus predadores, se alimentan y reproducen a partir del nicho que les proporciona el cultivo afectando la salud y productividad de éste. En los hechos, se produce una interferencia del cultivo con los ecosistemas vecinos (naturales o no) afectando tanto a éstos como a la plantación, que a todos los efectos funciona como un nuevo ecosistema, de origen artificial y sumamente inestable.

Hay diversidades importantes, verdaderas, muchas veces ignoradas, y otras de mucho menor trascendencia que han sido exageradas para justificar la explotación o dominio de ciertos grupos humanos sobre otros.
Un ejemplo de ello es el concepto de raza.
La raza es un concepto que se refiere a las variabilidades genéticas de la especie humana. Es sabido que los seres humanos varían en sus características físicas, tamaños y estaturas, los colores de la piel, los ojos, el cabello y muchos otros rasgos visibles. También hay variaciones en aspectos menos visibles, estructura ósea, musculatura, órganos internos, fisiología. Un niño bantú del Congo es normalmente diferente de otro nacido en Islandia o Dinamarca. Las mujeres coreanas de Seúl son distintas de las campesinas de Ucrania. Los hombres yanomami del alto Orinoco se diferencian de los tutsi de Ruanda o Burundi. No hay duda que hay diferencias entre todos ellos. A estos aspectos diferenciales se les llama “razas”.
Angelitos Negros
Canción venezolano- mexicana

Pintor nacido en mi tierra
con el pincel extranjero
pintor que sigues el rumbo
de tantos pintores viejos.

Aunque la Virgen sea blanca
píntame angelitos negros,
que también se van al cielo
todos los negritos buenos.

Pintor, si pintas con amor,
por qué desprecias su color,
si sabes que en cielo
también los quiere Dios.

Pintor de santos de alcoba,
si tienes alma en el cuerpo,
porque al pintar en tus cuadros
te olvidaste de los negros.

Siempre que pintas iglesias
pintas angelitos bellos,
pero nunca te acordaste
de pintar un ángel negro.
La letra es de A. Eloy Blanco, nació en Cumaná, Venezuela en1896- murió en la ciudad de México en1955, la música es del compositor mexicano M. Álvarez Maciste.
Desafortunadamente, sobre estos hechos de la naturaleza se han construido concepciones culturales falseadas con el fin de demostrar superioridades o justificar dominios. Es menos evidente que haya también diferencias genéticas (“raciales”) que se expresen en las capacidades intelectuales y emocionales. No está probado que ningún grupo humano sea diferente o “superior” intelectualmente a ningún otro. Tampoco hay ni habrá acuerdo acerca del concepto de “superior”.
Todo parece indicar que las principales diferencias intelectuales entre los seres humanos son culturales. Dos niñas o niños de orígenes completamente distintos pueden ser muy parecidos si se crían en el mismo ambiente. Y a la inversa dos hermanos gemelos serán completamente diferentes si se forman culturalmente en sociedades diversas.
No somos todos iguales. Pero debemos procurar que ningún preconcepto de raza disminuya las oportunidades de nadie en ninguna parte del mundo.
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Principios de una organización racista: el Ku Klux Klan de los Estados Unidos

Postulados de los Klanes Imperiales de América (Imperials Klans of America)
Los Caballeros del Ku Klux Klan (Knights of the Ku Klux Klan)

  1. La Raza Blanca: centro irremplazable de nuestra Nación, nuestra fe y los altos niveles de la cultura y tecnología occidental.
  2. America Primero: Primera antes de cualquier influencia o interés extranjero.
  3. La Constitución: como fue escrita originalmente. El sistema de gobierno más perfecto nunca concebido por el hombre.
  4. Libre Empresa: Propiedad privada y propiedad de negocios, pero terminar con explotación de las altas finanzas.
  5. Cristianismo Positivo: el derecho del pueblo Americano de practicar su fe, incluyendo oraciones en las escuelas.
  6. La Familia: Creemos que la fuerza de cualquier nación debe basarse en fuertes lazos de familia, lo que comúnmente se llama la familia tradicional.
Fuente: http://k-k-k.com/standsfor.htm

La diversidad de los géneros: las actitudes patriarcales o “machistas”

El hombre impone a la mujer leyes en cuya redacción ella no participa.
El hombre hace de la mujer una muerta cívica.
Mott Lucrecia, Primer Congreso Femenino en Nueva York, 1848.
La discriminación de la mujer es un problema antiguo. Durante muchas generaciones se cercenaron los derechos humanos básicos de las mujeres. En Atenas las mujeres no podían ser ciudadanas. En Roma tampoco. Las principales iglesias no permiten a las mujeres acceder al sacerdocio. No hay sacerdotes, rabinos o imanes (musulmanes) mujeres.
En los países contemporáneos las mujeres sólo obtuvieron derechos cívicos en tiempos muy recientes. Los primeros países del mundo en instaurar el voto de las mujeres fueron Nueva Zelanda (1893), Australia (1901) y Finlandia (1906). En Estados Unidos el derecho al voto femenino recién se consagró en la Enmienda Decimonovena de 1920. En Gran Bretaña se estableció en 1928. En América Latina los primeros países en donde se instituyó el voto de la mujer fueron Uruguay y Brasil (ambos en 1932). En México las mujeres votaron por primera vez en 1953.
Sin embargo, aún hoy su acceso a las posiciones políticas es muy limitado. En el año 1999 los parlamentos mundiales tenían un promedio de 13% de mujeres y 87% de hombres. Se requerirán muchos esfuerzos para lograr que se consagre la igualdad de géneros en las representaciones políticas de gobierno.

Las palabras también discriminan
Existe una costumbre muy difundida en la sociedad machista y patriarcal de hacer “trampitas” con el lenguaje. Se usa la palabra masculina "hombre" para referirse a TODOS los seres humanos (más de la mitad de los cuales son mujeres). Los vocabularios científicos utilizados realzan el vocabulario varonil: los científicos que estudian los seres humanos son los antropólogos (de “antropos” que quiere decir “hombre” en griego), a la especie humana se la llama Homo sapiens (Homo significa hombre y sapiens es sabio en latín).
En el propio Génesis bíblico, antiguo antecedente de la cultura patriarcal, se declara que la hembra de la especie humana, única madre, la paridora de todos los tiempos, se originó simplemente de una costilla de varón más o menos modificada.
Cuando se habla de "el origen del hombre" en realidad debería decirse “el origen de la especie humana” o aún más precisamente "el origen de la mujer". Es a través de la línea femenina que los seres humanos trasmiten sus genotipos y culturas. El rol del varón ha sido y es secundario en muchos aspectos centrales en el desarrollo de las civilizaciones humanas.
Son las mujeres quienes cumplen el principal rol en la formación de las nuevas generaciones, en la transmisión de la cultura, e históricamente, en la obtención del alimento. Ellas "inventaron" la agricultura diversificada y respetuosa (la agricultura mono-específica de los bueyes, de los arados y tractores, de los agroquímicos, la impusieron los varones). Ellas proporcionaron los elementos esenciales de la espiritualidad.
A pesar de ello, todavía se habla del origen del "hombre", del futuro del "hombre", de la evolución del "hombre", (excluyendo a la mujer indirectamente) de las categorías denominativas del lenguaje.

Discriminación de las personas con capacidades diferentes
Los prejuicios con las personas que poseen capacidades diferentes tienden a agravar los efectos limitantes de las mismas. Las discapacidades pueden afectar a cualquier persona, familia o comunidad. Pueden ser visuales (ceguera), auditivas (sordera), de movilidad, neurológicas, síquicas, etc. Históricamente, las diversas sociedades encararon de forma diferente la inserción de los discapacitados en el seno social. Durante mucho tiempo sufrieron discriminación que tendió a acentuar los efectos de las limitaciones. En las sociedades modernas se ha impuesto el modelo de “beneficencia social” según el cual, según Waddington y Diller, la discapacidad es considerada un defecto, no permitiéndose que las personas con capacidades diferentes trabajen o funcionen socialmente de formas convencionales. Bajo esta perspectiva, las instituciones sociales como las contrataciones y los servicios públicos se diseñan para satisfacer las necesidades de la población sin discapacidades. En vez de adaptar a estas instituciones para aceptar la discapacidad, se la dirige hacia una vía paralela separada que ofrece ingresos y servicios distintos. Estos son generalmente menores (y a veces menospreciados desde el punto de vista del prestigio laboral y profesional) a los de las instituciones que sirven a la mayoría de la sociedad.

Las comunidades antiguas

Las comunidades antiguas parecen ser el estado social natural de la especie humana. Ellas existieron por cientos de miles de años, en armonía con la naturaleza y consigo mismas.
Eran grupos relativamente poco numerosos, basados en relaciones familiares y antepasados comunes, que obtenían su sustento de la utilización sostenible de los ecosistemas locales. Constituían sociedades igualitarias, en general pacíficas, con una relación estrecha y profunda con la naturaleza, y con sistemas sociales basados en principios de cooperación y solidaridad.
Éstos se expresaban en la inexistencia de la propiedad individual de la tierra, en la distribución equitativa de los recursos locales, en el tratamiento preferencial de los niños, de los ancianos y de los individuos con limitaciones físicas o síquicas.
Tal vez los elementos principales de estas comunidades eran su carácter no competitivo, la colaboración entre sus integrantes y sus enfoques espirituales holísticos no dogmáticos ni proselitistas que los llevaban a considerar como hermanos a todos los componentes de la naturaleza.
Vivían en un universo tolerante, sin amos, ni esclavos, ni ejércitos opresores, un mundo sin dueños ni mercancías, donde todos los bienes eran comunes, donde la palabra empeñada se respetaba, y los conflictos inevitables se resolvían.
Para que estas sociedades puedan existir y sobrevivir en el tiempo se necesitaba la ayuda de la propia naturaleza. Para ello estaban las ceremonias con las plantas sagradas: los hongos, las enredaderas y los cactus que traían la armonía y la sabiduría antigua de los tiempos.

La caza de brujas

Desde los primeros tiempos en que se impusieron las sociedades dominadoras hace seis o siete milenios los detentadores del poder decidieron perseguir a todos aquellos que por sus pensamientos, actitudes o actividades podían amenazar las bases culturales y políticas de su dominio.
En Grecia la intolerancia asumió formas variadas. La supuesta democracia griega era disfrutada tan solo por una ínfima minoría de la población (2 a 3%), los varones libres con bienes y origen ateniense. Las mujeres, los extranjeros y los esclavos quedaban fuera de las asambleas “democráticas”. Muchos gobernantes griegos persiguieron a los fieles de las diversas religiones que se practicaban en la región. En Roma el senado prohibió los cultos dionisíacos (cultos a las fuerzas de la naturaleza y a la vid) en el año 186 a.c. Fue supuestamente en ese momento que los cónsules (gobernantes de Roma) que propusieron la medida se enteraron que una “plaga moral” había invadido Italia. Los acusados eran condenados inmediatamente, se instalaron piquetes armados en varios puntos y en las puertas de la ciudad. Se fueron acumulando prisioneros en las mazmorras. La gente trataba de escapar, muchos se suicidaron. Al fin de cuenta fueron ejecutados al cuchillo o la crucifixión más de 7,000 personas.
Sobre el fin de la Edad Media europea y el comienzo de la llamada Edad Moderna la persecución a las personas “diferentes”, por su origen, cultura o prácticas religiosas fue muy intensa. La institución que tuvo a cargo la represión fue la Inquisición o “Tribunal del Santo Oficio” perteneciente a la Iglesia Católica.
Este tribunal perseguía a las personas que se desviaban de la fe católica, en particular a los judíos, los musulmanes, los cristianos que discrepaban con el Papado (llamados heréticos) y sobre todo a las personas que llevaban a cabo prácticas medicinales tradicionales, conocidas en la época con el nombre de “brujas”.
Según Amador de los Ríos, de 1539 a 1525 fueron ejecutadas en España 36,060 personas por judaísmo, a 350,000 se le confiscaron los bienes en ese mismo período, luego de pasar estancias en las mazmorras de la Inquisición.
Entre los siglos XV y XVIII, fueron muertas bajo la acusación de brujería alrededor de medio millón de personas, la mayoría mujeres.
En un estudio realizado en el suroeste de Alemania, de 1562 a 1604, sobre 1258 ejecuciones, 82% eran de sexo femenino, generalmente viejas y comadronas de estratos humildes.ii
Las torturas de la Inquisición incluían:
  1. el “trato de cuerda: se atan por detrás las manos del acusado, se atan sus manos a una cuerda que pasa por una polea y se le levanta hasta el techo con un peso atado a los pies., luego se le deja caer (para provocar dislocaciones), y así sucesivamente. Si al cabo de una hora no se lograba la confesión se pasaba a la prueba del agua.
  2. Prueba del agua, se obligaba a tragar agua al detenido acostado sobre un armazón de madera, y su espalda apoyada sobre una barra transversal. Si no se lograba nada pasaba a la prueba del fuego.
  3. Se le acostaba en el suelo y se le untaban los pies con materia untuosa y combustible y luego acercados al fuego.
No debía considerarse indicio de inocencia soportar el suplicio, pues ello suele deberse a “encantamiento diabólico”

Las bulas papales habían creado un sistema muy eficaz de realimentación para la persecución, pues no sólo el acusado deba pagar su propio alimento mientras pasaba meses o años en el calabozo, sino que la totalidad de sus bienes pasaba al Santo Oficio y sus parientes quedaban sometidos a exacción. Se decía que no pueden tratar de la misma forma a sospechosos y personas intachables.

Los familiares de la bruja estaban obligados a pagar la factura por los servicios de los torturadores y verdugos. Asimismo, la familia corría con el costo de los haces de leña y el banquete que los jueces daban después de la quema.”

La esclavitud
La esclavitud constituyó la negación más flagrante de los derechos humanos que haya existido en la historia. El esclavo era una posesión del amo. Podía ser obligado a trabajar, puesto a vivir en las condiciones que se le ocurrieran al propietario. No podían trasladarse sin permiso. Las hijas e hijos eran separados de sus madres y padres. Al igual que un objeto o un animal, la persona esclava podía ser vendida y pasaba a formar parte de la propiedad del comprador.

La esclavitud es una vieja institución con antecedentes en los antiguos países llamados “civilizados”. Los esclavos fueron la base de las “civilizaciones” y los “estados” a lo largo de la mayor parte de la historia en Europa, Asia y Africa.
En Atenas habían 365,000 esclavos. Decía Engels refiriéndose a la población ateniense que: “Por cada ciudadano adulto contábanse por lo menos dieciocho esclavos y más de dos metecos.”. Hay referencias de la existencia de grandes poblaciones esclavas también en otras ciudades de la Grecia clásica: más de 460,000 esclavos en Corinto y 470,000 en Egina.
La esclavitud siguió siendo la base de las economías y las sociedades en Europa y en el Medio Oriente luego de la decadencia geopolítica de las ciudades griegas. El Imperio Romano fue construido y mantenido por el trabajo de millones de esclavos. En la llamada Edad Media, la esclavitud y la servidumbre (en muchos aspectos similar a la esclavitud) fueron las instituciones fundamentales que mantuvieron las aristocracias territoriales y religiosas. El tráfico de esclavos proveniente de África fue la base de la prosperidad de los reinos moros del noroeste africano.
Más tarde, un siglo antes de la llegada de las primeras naves españolas a América, decenas de miles de guanches, habitantes aborígenes de las Islas Canarias, así como muchos moros cautivos y numerosos pobladores del Africa occidental y Guinea fueron hechos prisioneros para ser vendidos como esclavos en Europa.
En América se procedió de la misma forma provocando el peor genocidio que registró la historia de la conquista. Los españoles liderados por Colón y sus sucesores esclavizaron millones de tainos en Santo Domingo, Cuba, Jamaica y Puerto Rico, y los pusieron a trabajar en las plantaciones de caña, en las peores condiciones, hasta terminar con su desaparición física en apenas medio siglo. Se capturaron esclavos en Paria (Venezuela), Centro América y las costas del Golfo de México para sustituir los trabajadores esclavos a medida que los demás iban muriendo por el maltrato.
Los portugueses hicieron otro tanto en las costas de Brasil. Extensas zonas con numerosas aldeas y millones de habitantes fueron completamente despobladas en apenas un siglo.
Cuando no hubo más nativos para esclavizar debido a la matanza, se decidió traer esclavos de Africa. Unos quince millones de personas fueron trasladadas de sus países natales en Congo, Níger, Dahomey, Mina, Angola y Mozambique para ser utilizados en América por las potencias coloniales.
Los franceses, los ingleses y los holandeses se comportaron de idéntica forma y basaron sus conquistas coloniales en América y otras partes del mundo en la explotación de la mano de obra esclava.
Españoles y portugueses habían desarrollado la institución de la Encomienda por la que la Corona asignaba la población de ciertos territorios a personas así beneficiadas para que la utilizaran a su provecho, poniendo a los nativos en una posición igual a la de los esclavos. Por esa razón, en los países con mucha población como México, Perú y Guatemala, la introducción de esclavos africanos no fue necesaria.
Un censo de la población de México (llamada entonces Nueva España por los españoles) muestra la composición de la población mexicana en 1742, incluyendo un 62.2 % de población indígena (mayormente siervos de los “encomenderos” españoles), 0.8% de esclavos africanos y 26.6% de mestizos (mezcla de europeos e indígenas o africanos e indígenas). Los europeos eran apenas 0.4 %, o sea 9,814 personas en una población total de 2,477,277 (ver Cuadro 2).

Cuadro 2- Población de la Nueva España en 1742
Obispado
Europea
Africana
Indígena
Euromestiza
Afromestiza
lndomestiza
México
5716
7200
551488
222648
100156
99756
Tlaxcala
1928
8872
350604
40384
39444
38228
Oaxaca
416
240
231892
9220
10716
9120
Michoacán
171
492
147808
55508
45896
47884
Nueva
Galicia
1028
2913
36252
44568
31256
31420
Yucatán
498
274
190032
17660
35712
19588
Chiapas
57
140
32.180
1524
3016
3372
Total
9814
20131
1540256
391512
266196
249368
Porcentajes
0,4
0,8
62,2
15,8
10,8
10,0

La publicidad
La publicidad es uno de los motores más importantes que estimulan las sociedades capitalistas globalizadas contemporáneas.
Se rigen por leyes particulares. El fin principal es promover el consumo de uno o más productos que se ofrecen a la venta.
Sus ámbitos de acción son variados, la televisión, la radio, las revistas y periódicos, la propaganda sonora, los carteles y letreros estáticos y luminosos, últimamente internet.
De todos ellos seguramente el más efectivo es la televisión, que hoy día ocupa casi un tercio de la vida de las personas.
El resultado del bombardeo publicitario es incentivar el consumo de muchos productos. Algunos son productos conocidos, que se publicitan con cualidades supuestamente nuevas y ventajosas, otros son productos previamente inexistentes. En todo caso, sea cual sea el producto, su fin último es incrementar el deseo de poseer los objetos o servicios, y, en muchos casos, crear necesidades que no existían.
¿Como hace la publicidad para generar estas necesidades?
Los métodos son sofisticados. Cualquier recurso vale. Puede ser abierta o subliminal. No importa cómo logra su objetivo de colocar el producto. Generalmente se intenta aprovechar las vulnerabilidades de los individuos y grupos sociales. Para ello se puede acudir a imágenes de éxito y de prestigio, a vínculos afectivos, a nostalgias frecuentes, al pasado, al futuro. Con frecuencia la publicidad apela a las emociones. El consumidor debe sentir que él o ella necesita el producto. Que la familia no podrá vivir sin él. Que el éxito personal o la atracción sexual dependerá del consumo de ese producto. Los pequeños hijos estarán mucho mejor. Las personas mayores, los niños, todos aquellos destinatarios de los artículos a la venta deben lograr esta aspiración que se plantea como indispensable: el consumo del producto.
Mucho más grave aún es cuando las tecnologías publicitarias se dirigen a convencer a los niños. Estos no han desarrollado aún una mínima capacidad crítica que les permitiría evaluar los mensajes y distinguirlos de la realidad. Por esa razón los niños son especialmente vulnerables a la eficiente maquinaria montada por las empresas para lograr expandir sus ventas.
En un estudio realizado por cuatro investigadores franceses se señala lo siguiente:
Los chicos son manipulados por los técnicos de los mensajes destinados a hacerles consumir o comprar los productos publicitados. De allí resultan fenómenos de seducción-persuasión, de un placer vehemente —porque en líneas muy generales son mucho más receptivos que los adultos— y el deseo de tener acceso a los alimentos y a las golosinas que los spots percutientes presentan como ideales.iii

En una encuesta de la Fundación Argentina del Mañana se transcriben algunas de las respuestas de los niños con relación a la negativa de los padres a comprarles un producto anunciado en televisión.

A la pregunta "¿cuando ves una propaganda en televisión y querés comprarla y tus padres te dicen que no conviene, que sentís? "
Los adolescentes respondieron: "me dan ganas de matar a mis padres" (chico de 13); "siento odio hacia ellos" (chico de 16); "angustia" (chica de 15);"injusticia, porque eso va a ser para mí" (chica de 14); "bronca" (chica de 15); "ganas de romper la TV" (chico de 13); "disgustos" (chica de 16); "siento que no tienen razón, que son unos amarretes" (chica de 14); "que mis papas no me quieren" (chica de 14).iv

Los seres humanos adultos también somos vulnerables a estas técnicas y estímulos, sobre todo cuando se repiten decenas de veces por día, miles en el año.
Por esa razón se puede decir que la publicidad condiciona a los individuos en particular, y a la sociedad en general.
En ese sentido uno se pregunta. ¿qué tan libres somos los seres humanos en la sociedad contemporánea? ¿hasta dónde podemos elegir?
Y al fin. ¿queremos asumir la responsabilidad de elegir imaginando? A lo mejor preferimos dejar que nos ahorren el trabajo los publicistas. O tal vez es una adicción a la que nos vemos sometidos y de la que es difícil escapar.
La pregunta permanece en el aire para que todos la contestemos según nuestro leal saber y entender. ¿Podemos ser libres en un universo de publicidad desenfrenada?
La respuesta está pendiente.

Respeto y tolerancia
Los seres humanos constituimos una especie gregaria, o sea que necesitamos vivir en comunidades constituidas por miembros de nuestra propia especie.
Por otra parte, las comunidades humanas son grupos organizados, las diversas funciones y actividades se distribuyen o asignan a los integrantes que deben cumplir en forma coordinada.

En algunas comunidades simples, generalmente pueblos llamados “nativos”, el entramado de funciones y personas que las realizan es relativamente simple y permanece restringido a nivel local.
Frecuentemente las mujeres se ocupan de plantar, preparar las comidas, atender los hogares y criar a los niños, a menudo los hombres son los que pescan, cazan, construyen las viviendas y son responsables por la defensa. Otros, tanto mujeres como hombres, cumplen las funciones de guías espirituales o médicos tradicionales.
En estas comunidades, la reciprocidad, el intercambio y la solidaridad son la regla. Si bien hay conflictos, éstos pueden ser resueltos por reglas tradicionales preestablecidas, generalmente simples y probadamente exitosas.

En las sociedades complejas al estilo de las naciones contemporáneas, como Francia, los Estados Unidos o México, las funciones son numerosísimas y las especializaciones también. Hay ingenieros, maestros, zapateros, herreros, médicos, dentistas, abogados, obreros industriales, tractoristas, camioneros, conductores de autobuses, arquitectos, fotógrafos y miles de oficios más. Cada uno cumple con su función a cambio de una remuneración de algún tipo. El sistema social se ha hecho global y los individuos y grupos humanos están relacionados a nivel planetario.
En estos países hay decenas o cientos de millones de personas interconectados y mutuamente dependientes.
En las zonas urbanas de las grandes ciudades pueden habitar 10 o 20 millones individuos en un espacio reducido de unos pocos cientos de kilómetros con densidades de varios miles de habitantes por kilómetro cuadrado.
Tanta gente junta puede competir por el espacio, por los recursos, por los servicios, y ello genera riesgos de conflictos.
En las calles, en los estadios de fútbol, en las oficinas pagadoras o recaudadoras, en las manifestaciones políticas, en las fiestas públicas, pueden haber conflictos: peleas, batallas callejeras, asonadas y otros tipos de enfrentamientos violentos entre las personas.
En ese ámbito, y para disminuir los riesgos de conflictos, es necesario desarrollar estrictas reglas de convivencia. Muchas de estas reglas asumen la forma de leyes y reglamentos decretados y aplicados por las autoridades de cada país, estado o municipio. Otras son de carácter meramente social.
En el cuadro 3 se mencionan reglas de convivencia de aplicación estatal o social.

Cuadro 3- Reglas de convivencia
De aplicación estatal
De aplicación social
Delitos, faltas, responsabilidades
Acciones condenadas socialmente, descortesías
Agresión física
Empujar, adelantarse en una línea
Amenaza
No ceder el asiento en un autobus a personas discapacitadas o con dificultades
Daños
Hablar en voz alta, gritar
Violencia privada
Proferir expresiones insultantes o irónicas ofensivas
Soborno
Actitudes groseras en general

Las reglas de convivencia proporcionan un marco para vivir en comunidad, pero no es posible prever todas las violaciones o agresiones a la convivencia que pueden ocurrir.
Para lograr una convivencia que cubra todas las posibles situaciones se necesita una actitud general social de respeto al prójimo.
Ésta asegura que siempre o casi siempre todas las personas actuarán consideradamente con los demás miembros de la comunidad, e incluso con los forasteros y extraños.
La convivencia se hace aún más fácil y agradable cuando esa consideración se extiende más allá del cumplimiento de meras reglas y abarca expresiones de ayuda y colaboración con aquellas personas que se encuentran en situación desventajosa: madres con hijos pequeños, niños solos, ancianos, personas con capacidades diferentes o disminuidas, personas indigentes, e incluso cualquier individuo que por algún motivo se encuentre en situación vulnerable.
Todas estas actitudes se resumen en la idea de solidaridad.
La solidaridad implica sentimientos de afección, respeto y amor al prójimo.
Es a través de este sentimiento que se logra una convivencia armónica entre la gente, en especial en ambientes de grandes muchedumbres y concentración humana.
En ese sentido podemos decir que la solidaridad es el principal fundamento de la paz.

¡Viva la Vida!
En el Paraninfo de la Universidad de Salamanca, el 12 de octubre de 1936, con motivo de la Fiesta de la Raza, donde presidía Don Miguel de Unamuno, entró el general José Millán Astray, fundador de la Legión y responsable de la propaganda del Cuartel General del generalísimo Franco, y lanzó sus célebres palabras. "¡Viva la muerte! ¡Muera la inteligencia!”.
Unamuno replicó:Éste es el templo de la inteligencia. Y yo soy su sumo sacerdote. Vosotros estáis profanando su sagrado recinto...Venceréis, pero no convenceréis. Venceréis porque tenéis sobrada fuerza bruta, pero no convenceréis, porque convencer significa persuadir. Y para persuadir necesitáis algo que os falta: razón y derecho en la lucha.”.

Como resultado de la Guerra Civil española murieron un millón de personas. La Segunda Guerra Mundial, donde también participaron los ejércitos nazi-fascistas, terminó matando 50 millones de personas.
Los años han pasado, aquellas palabras todavía resuenan trágicamente en el recinto universitario de Salamanca. Desde entonces han soplado muchas tempestades en los aires del mundo. Aunque todavía existen personas, incluso autoridades, que consideran que la prisión o muerte del prójimo puede ser solución para los problemas políticos y sociales, las cosas han cambiado.

En aquel momento Unamuno pronunció sus proféticas palabras: “Venceréis pero no convenceréis”. Quienes gritaron ¡viva la muerte! no convencieron y fueron derrotados. En cambio, los vencidos de entonces son los triunfantes de hoy. En España, en Europa, en el mundo. Las nuevas generaciones han olvidado al General Millán Astray. Ni siquiera recuerdan aquellas lúgubres palabras.
A pesar que siguen habiendo gobernantes irresponsables que promueven la muerte a través de sus acciones, la mayoría de los seres humanos, como lo hiciera Unamuno en la Universidad de Salamanca, quieren decir, gritar si fuera necesario: ¡Viva la razón! ¡Viva el derecho! ¡Viva la inteligencia! ¡Viva la Vida!

Las dimensiones de la naturaleza humana
Las reflexiones e información presentadas anteriormente nos muestran la complejidad de la especie humana.
La componente gregaria y comunitaria alimenta la consideración mutua, la cooperación, la solidaridad.
Por el contrario, la competencia, la rivalidad y el ansia de dominio territorial y personal, producen discriminación, segregación, maltrato, subordinación y explotación.
El egoísmo y la generosidad, el respeto y el desprecio, el amor y el odio, son los sentimientos opuestos que están a la base de las dinámicas sociales, de los comportamientos, de las reglas de conducta, en definitiva, de la ética.

Estas dimensiones de la naturaleza humana se expresan a nivel comunitario y nacional a través de la cultura, y en cada individuo a través de su identidad.
No podemos cambiarnos por otras personas. Somos quienes somos y no otros.
Nuestra identidad incluye muchos elementos, sobre todo históricos, que no son alterables.
Sin embargo, hay otros elementos de la identidad que se pueden modificar y desarrollar. Podemos modelar nuestras personalidades, podemos aprender, podemos reformar las actitudes, avanzar en nuestro pequeño ámbito individual hacia la solidaridad social, hacia la resolución armónica de los conflictos, hacia la paz.
Ello implica, entre otras cosas, crecer en la cooperación y solidaridad con nuestros semejantes y recuperar la antigua comunión con la naturaleza.
Significa vivir pensando en lo efímero de las ambiciones y codicias y lo permanente de los esfuerzos orientados socialmente.
Pensar la realidad a nivel global y actuar en ella a nivel local.
Vivir para la humanidad, para la nación, para la comunidad, para nosotros mismos. Y tal vez, morir del mismo modo.
Si así vivimos, la muerte no será verdaderamente una desaparición, sino “un cambio de mundos”v. Como decía el jefe indígena Seattle “los muertos no están faltos de poder”.

i Fuente: -La diversidad cultural en México, Los pueblos indígenas y sus 62 idiomas, Secretaría de Educación Pública, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Dirección General de Culturas Populares, Instituto Nacional indigenista, Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Antropología Social, Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad y Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos, 2000. -Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, INEGI, http://www.inegi.gob.mx.

ii Escohotado, A., 1998.
iii Estudio realizado por cuatro especialistas franceses, los doctores J. Schimtt, J.P. Voilquin, A. Auberge y D. Langenier; http://www.fadm.org.ar/biblioteca/cultura/familiatelevision/4.htm

iv Fuente: http://www.fadm.org.ar/biblioteca/cultura/familiatelevision/4.htm


v El jefe Seattle vivió en el siglo XIX en lo que hoy es el estado de Washington, en Estados Unidos. Expresó estas palabras en una famosa carta al Presidente de los EEUU, ampliamente divulgada en tiempos recientes.

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