viernes, 22 de noviembre de 2019

Tatarstán, la república de los tártaros
Tatarstán (ruso: Татарста́н) o República de Tatarstán es una entidad federal de la Federación
Rusa, ubicada en el Distrito Federal del Volga. El área es de 68,000 kilómetros cuadrados y la población de unos 3,800,000 habitantes. Su capital es la ciudad de Kazan con 1.2 millones.
Los idiomas oficiales de Tatarstán son el tártaro y el ruso.
"Tatarstán" deriva del nombre del grupo étnico —los tártaros— y el sufijo persa –stan. O sea país de los tártaros.
Geografía
La república de Tatarstaán se encuentra en el centro de la llanura de Europa del Este, aproximadamente a 800 kilómetros (500 millas) al este de Moscú. Se encuentra entre el río Volga y el río Kama (un afluente del Volga), y se extiende hacia el este hasta los montes Urales.
Aspectos administrativos y políticos
La República de Tatarstán es una república constituyente de la Federación Rusa que consta de 43 distritos municipales y 2 distritos urbanos y 39 asentamientos urbanos y 872 asentamientos rurales.
La mayoría de las entidades federales de Rusia están vinculadas con el gobierno federal por el Tratado Federal uniforme, pero las relaciones entre el gobierno de Tatarstán y el gobierno federal ruso son más complejas y se definen en la Constitución de la República de Tatarstán.
El 20 de diciembre de 2008, en respuesta a que Rusia reconoció a Abjasia y Osetia del Sur, la organización Milli Mejlis del pueblo tártaro declaró a Tatarstán independiente y solicitó el reconocimiento de las Naciones Unidas.  Sin embargo, esta declaración fue ignorada tanto por las Naciones Unidas como por el gobierno ruso. El 24 de julio de 2017, el acuerdo de autonomía firmado en 1994 entre Moscú y Kazán expiró, convirtiendo a Tatarstán en la última república de Rusia en perder su estatus especial.
El Islam sunita es la fe más común en Tatarstán, con un 54% de la población de fe musulmana, mientras que la población restante es mayoritariamente cristiana ortodoxa rusa o no religiosa.
En 1990 había 100 mezquitas, pero el número, a partir de 2004, aumentó a más de 1,000. En el año 2008, se registraban 1.398 organizaciones religiosas estaban, de las cuales 1.055 eran musulmanas.
Economía
Tatarstán es una de las regiones más desarrolladas económicamente de Rusia. La república está altamente industrializada y ocupa el segundo lugar después del Óblast de Samara en términos de producción industrial por km2. en 2017, el PIB per cápita de Tatarstán fue de $ 10,000 , con un PIB total de aproximadamente $ 35 mil millones.
La principal fuente de riqueza de la región es el petróleo. Tatarstán produce 32 millones de toneladas de petróleo crudo por año y tiene reservas de petróleo estimadas en más de mil millones de toneladas.  La producción industrial constituye el 45% del producto interno bruto de la República. Las industrias manufactureras más desarrolladas son la industria petroquímica y la construcción de máquinas. El fabricante de camiones KamAZ es la empresa más grande de la región y emplea a aproximadamente una quinta parte de la fuerza laboral de Tatarstán. Kazanorgsintez, con sede en Kazan, es una de las compañías químicas más grandes de Rusia. [57] La industria de la aviación de Tatarstán produce aviones y helicópteros de pasajeros Tu-214.  La planta de helicópteros de Kazan es uno de los mayores fabricantes de helicópteros del mundo.  La ingeniería, los textiles, la confección, el procesamiento de la madera y las industrias alimentarias también tienen una importancia clave en Tatarstán.
Noticia relevante:
Moscú, 6 ago (EFE).- Tatarstán, la república con mayores cuotas de autonomía de la Federación Rusa, se ha convertido en una "patata caliente" para el jefe del Kremlin, Vladímir Putin, al pedir la firma de un nuevo tratado de reparto de poderes con Moscú.
Los tártaros, la segunda etnia del país tras los rusos, se basan en la Constitución aprobada en 1992 y que deja la puerta abierta a la autodeterminación al dar prioridad a la legislación regional sobre la federal.
El actual tratado expiró el mes pasado y el Congreso Mundial de los Tártaros (CMT) ya pidió en junio a Putin su renovación, algo que el Kremlin no parece tener prisa en hacer, lo que comienza a inquietar a esa etnia de credo musulmán.
Según afirmó el diario "Kommersant", el Kremlin considera que ese tratado es obsoleto, aduciendo que un Estado federal no puede construirse sobre la base de tratados con sus miembros.
Con la excepción de algunos miembros de la organización islamista Hizb-ut-Tahrir detenidos por actividades extremistas en la república, los tártaros nunca han seguido la senda chechena, pero su identidad nacional y cultural está muy arraigada.
El jefe del comité ejecutivo del CMT, Rinat Zakírov, aseguró esta semana que dicha petición no es un capricho pasajero, sino la voluntad de la mayoría de habitantes de la república, situada en el curso medio del río Volga y donde en torno al 40 por ciento de la población es rusa.
Recordó que en 1992, justo después de la desintegración soviética, más de 60 por ciento de los tártaros votaron en referéndum que su república es un Estado soberano y sujeto del derecho internacional.
No se limitan a eso, sino que quieren seguir manteniendo la figura del presidente de la república, algo que dejó de existir en en el resto de entes federados en 2016 y que el Kremlin tampoco ve con buenos ojos.
El primer presidente tártaro, Mintimer Shaimíev, un político con gran autoridad moral en Rusia, recordó que la república firmó en 1994 su primer tratado con Moscú -cuando Borís Yeltsin dirigía el Kremlin- en el marco del proceso de federalización del país heredero de la URSS.
"Dicho tratado decidió el destino del país. Fue como cruzar un puente sobre el infierno. Con el tiempo dirigentes, políticos y expertos han valorado dicho tratado de repartos de competencias entre Rusia y Tatarstán como uno de los principales factores para el mantenimiento de la integridad del Estado ruso", apuntó.
Ya con Putin en el poder, Tatarstán firmó con Rusia un nuevo acuerdo en 2007 que ha permitido limar algunas discrepancias jurídicas, pero que no ha eliminado todas las contradicciones entre las constituciones local y central, opinó.
Sea como sea, se mostró convencido de que ambas partes encontrarán un "lenguaje común", ya que los tártaros son los primeros interesados en una "Rusia fuerte", lo que permitirá su reconocimiento internacional como un Estado federado.
"Incluso en los períodos más difíciles defendimos el reforzamiento económico de Rusia y respaldamos esas declaraciones con nuestro trabajo", subrayó.
No obstante, sus críticos consideran que esa exclusividad tártara crea un peligroso precedente, ya que unos pueblos lo ven como un agravio comparativo y otros como un ejemplo a seguir en un futuro.
Además, va en contra de los intentos de Putin de sofocar de una vez por todas los ardores separatistas que tanto esfuerzo costó apagar en el Cáucaso, en especial Chechenia, donde se libraron dos cruentas guerras por ese motivo.
Putin, que siempre presume de haber evitado con su llegada al poder una segunda ola secesionista en el país, mantiene que la fuerza de Rusia radica en su unidad en el marco de un Estado con la lengua rusa como nexo de unión.
Los analistas aún no lo consideran un problema, pero creen que si el Kremlin se muestra inflexible la reacción de los tártaros, más de cinco millones repartidos por todo el país, puede ser muy negativa de cara a las elecciones presidenciales de marzo de 2018.
Tatarstán, donde la etnia local domina todos los resortes del poder político y económico, aunque musulmanes y cristianos conviven en paz, es una de las regiones más desarrolladas del país gracias a los hidrocarburos, mientras Kazán es considerada la tercera capital rusa tras Moscú y San Petersburgo.
La demanda de los tártaros no es tanto política o económica como identitaria y es un intento de contrarrestar la asimilación religiosa, cultural y lingüística rusa.
De hecho, entre las demandas que se oyeron en el Congreso que se reúne cada cinco años figuró la de que el tártaro sea considerado lengua oficial por la Constitución al igual que el ruso, como ocurre en otros Estados federales. EFE (Ignacio Ortega)
Referencia:
https://www.lavanguardia.com/politica/20170806/43401695588/tatarstan-una-patata-caliente-para-putin.html
https://en.wikipedia.org/wiki/Tatarstan

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