jueves, 17 de enero de 2019


 Guatemala, Honduras, El Salvador: huyendo de la miseria y la violencia

Las  "caravanas", única opción disponible para la población más pobre de estos tres países centroamericanos.
En los últimos meses (años) se han conocido la formación de “caravanas” de migrante de varios países centroamericanos con destino a los Estado Unidos.  La mayoría de dichos migrantes provienen de tres países centroamericaos, Guatemala, Honduras y El Salvador.
Este no es un fenómeno nuevo. Durante muchas décadas migrantes de estos tres países han emigrado a los Estados Unidos donde constituyen importantes minorías.  Los últimos censos han dado una cifra de 1,267,000 residentes guatemaltecos, 1,649,000 salvadoreños y 600,000 hondureños residentes en los Estados Unidos. Las cifras verdaderas son probablemente muchos mayores, debido a la existencia de muchos indocumentados y emigrados en los últimos meses. No sería aventurado estimar en 1,5 millones los guatemaltecos, 1 millón los  hondureños y 2 millones los salvadoreños.
Estos estados son relativamente pequeños y densamente poblados.  En sus 108,889 km2  Guatemala alberga 17.5 millones de habitantes con una densidad de población de 161 hab/km2. Honduras tiene 9,200,000 habitantes en un territorio de 112,492 km2. Su densidad es de 82/ km2. El Salvador que tiene la mayor densidad, posee 7,400,000 habitantes en un reducido territorio de 21,041 km2.  La densidad es 352 hab/km2.
Además de su densidad elevada son países que han visto deteriorado sus ecosistemas, con bosques talados y suelos fuertemente erosionados debido al carácter montañoso, y en el caso de El Salvador y Guatemala, experimentan enérgica actividad volcánica con frecuencia y fuertes sismos en los tres países.  Por estar en una región tropical con costa en el mar Caribe, son muy vulnerables a fuertes huracanas que periódicamente azotan sus territorios litorales.
A ello se agrega la presencia de aguas contaminadas, en sus lagos, ríos y franja costera, relacionada con el uso indiscriminado de los recursos hídricos que son afectados por una agricultura depredatoria y una minería incontrolada.
A ello se agrega la existencia en los tres países de una economía basada en monocultivos, muy vulnerables a los precios internacionales y a las pestes.
Como la educación ha sido tradicionalmente postergada por los  sucesivos gobiernos gran parte de la población no tiene calificaciones que le permitan insertarse en un mercado laboral con escasez de oportunidades de trabajo.
A todo ello se agrega una gran diferenciación social que viene desde la época de la colonia y ha continuado con los sucesivos gobiernos oligárquicos, frecuentemente militares, que han ignorado la situación de extrema pobreza en que viven muchas personas en sus respectivos países.
En las últimas décadas se ha incrementado una tendencia a la urbanización y se establecieron barrios pobres en las principales ciudades con crecimiento de la violencia  y formación de bandas delictivas (las “maras”).
Tanto la falta de oportunidades laborales, como la carencia de servicios básicos y la inseguridad han promovido que varias decenas de miles de personas busquen emigrar hacia los Estados Unidos donde  ya hay una población centroamericana numerosa.
En tiempos pasados, la migración era individual, generalmente atravesando México (país que debían y deben atravesar para llegar a su destino)  por diversos medios (sobre todo en tren, un famoso ferrocarril apodado “la bestia”).
Estas migraciones individuales sometía a los migrantes a situaciones de gran inseguridad, robos, atracos, violaciones.  Por esa razón en los últimos meses los migrantes decidieron migrar todos juntos en grupos numerosos de personas que son denominados “caravanas”.
Las caravanas hondureñas y salvadoreñas deben recorrer territorio guatemalteco y mexicano para llegar a los EEUU. Los guatemaltecos solo necesitan atravesar los 2,000 km de México hasta la frontera con los EEUU.
De todas maneras,  2,000 km es una distancia muy grande para recorrerla a pie o utilizando transportes locales, generalmente dependiendo de la buena voluntad de los choferes.  Vale la pena constatar que el pueblo mexicano ha sido extremadamente hospitaliario con los migrantes. ¨Durante mucho tiempo, hasta 2009, eran los mexicanos que emigraban, ahora, en momentos enque el saldo migratoriio hacia los EEUU favorece a México, los mexicanos han estado ayudando a los migrantes de los países vecinos, incluso ofreciendo la posibilidad de que pudieran quedarse a vivir en la República Mexicana.
Sea como sea la migración de América Central a los EEUU no se detendrá mientras subsistan las profundas causas que las generan; la pobreza, la desigualdad, la explotación y su derivado natural, la violencia.

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