El quilombo triunfante: la República de Haití
La isla de Haití, que los "descubridores" llamaron Hispaniola y los franceses Saint-Domingue, es una comarca privilegiada por su excelen-te clima y la elevada productividad de sus suelos y ecosistemas. Los españoles la escogieron como base principal en el Caribe des-de su llegada a América. Allí fundaron la primera ciudad, estableciendo una de las mayores plazas fuertes de su imperio colonial: Santo Domingo.
Desde el inicio de la colonización, Hispaniola fue dedicada a la plantación de la caña de azúcar. Para ello, en un primer momento, utilizaron esclavos nativos obtenidos de la población taína de la isla, y luego de otras naciones, habitantes de las islas vecinas o de la tierra firme del continente. Como resultado de la esclavización, represión y enfermedades, los taínos fueron completamente aniquilados en menos de medio siglo. Los registros señalan que en upos 30 años su número disminuyó de unos dos millones de habitantes a doscientos individuos. Luego de la desaparición de la población autóctona, y cuando el "flujo" de esclavos nativos provenientes de otras partes de América comenzó a disminuir, debido a su desaparición en las zonas de captura, los españoles comenzaron a "importar" grandes cantidades de esclavos africanos. En poco tiempo éstos habrían de constituir la mayo-ría de la población. Durante un primer período taínos y africanos trabajaron juntos en las plantaciones y, en mucho casos, convivieron en las comunida-des cimarronas que se formaban en los lugares más inaccesibles de las islas. Tanto en Cuba como en aití, los cimarrones y esclavos africanos recogieron muchos elerrientos del conocimiento ancestral taíno que habría de constituir el núcleo sincrético esencial en la cultura afro-caribeña. La isla permaneció en poder español hasta 1697 y durante este período colonial hubo innumerables revueltas de esclavos que dieron lugar a la formación de muchas comunidades cimarronas en las zonas apartadas. A partir de 1697, como consecuencia del Tratado de Ryswick, el tercio occidental de la isla pasó a manos francesas con el nombre de Saint-Domingue, mientras que los dos tercios orientales quedaron en poder español, conservando el nombre de Santo Domingo. Luego de la toma de posesión, la porción francesa de la isla au-mentó significativamente su población y las actividades económicas. En 1789, año de la revolución francesa, había en Saint-Domingue 556,000 habitantes, de los cuales 500,000 (casi el 90 %) eran esclavos, 32,000 (6%) eran blancos y 24,000 (4%) negros libres.
Durante el siglo dieciocho hubo muchas rebeliones y fugas, tanto del lado español como del francés, y se hizo cada vez más dificil el control efectivo de ambas colonias. El alzamiento más importante fue estimulado por los acontecimientos revolucionarios de Francia y tuvo lugar el 24 de agosto de 1791. El principal jefe de la rebelión fue Toussaint-Louverture, quien logró el liderazgo al unirse a varios grupos guerrilleros de cimarrones que atacaban las plantaciones de los blancos. La situación se fue haciendo insostenible para los colonos france-ses, quienes pretendían mantener un régimen esclavista, cuando el gobierno metropolitano proclamaba la igualdad de todos los seres humanos y la numerosísima masa esclava estaba en franca rebelión. Para hacer aún más compleja la situación, en 1793 estalló la guerra entre España y Francia. Por conveniencia táctica, al principio, los rebeldes africanos de Saint-Domingue se pusieron del lado español. En 1794, cuando se conoció que se había abolido la esclavitud en Francia, Toussaint resolvió pasarse del lado francés nuevamente, sien-do nombrado Lugarteniente-Gobernador por el gobernador Etienne Laveaux. Con el apoyo de este último, Toussaint desarrolló políticas aperturistas, permitiendo el regreso de los plantadores e incluso ayu-dando a reconstruir las antiguas plantaciones. Fue en ese momento que, como consecuencia del Tratado de Basilea, la porción española de la isla también pasó a manos francesas.. Entonces, la radicalización política que estaba teniendo lugar en Francia llevó al nombramiento de un nuevo gobernador del ala jacobina: Léger-Félicité Sonthonax, quien arribó a la isla en 1796. Al momento de su llegada, Sonthonax quiso imponer sus posiciones ateas y anti-europeas que chocaban con los enfoques de Toussaint. Un año después debió marchar de regreso a Francia, quedando Toussaint firmemente en control de la colonia. Un problema adicional que tenía el gobierno de Toussaint Louverture era la ocupación inglesa de un sector costero de la isla, que había tenido lugar en 1794, como consecuencia de la situación revolucionaria francesa. El problema fue resuelto luego de negocia-ciones trabajosas que incluyeron un aumento de la actividad comercial con Inglaterra y los Estados Unidos. Finalmente Toussaint logró el retiro británico, que se produjo efectivamente en 1798 y 1799. A la vez, aprovechando la situación de guerra existente, se desembarazó del gobernador francés (que se había transformado en una figura nominal) confirmando su control total de la porción occidental de la isla, incluyendo la anulación de un "estado mulato" que se había for-mado en el sur. Una vez que hubo asegurado su posición en Saint- Domingue, Toussaint se lanzó exitosamente a la conquista del sector "español" que, aunque estaba en poder francés desde 1795, aún mantenía la esclavitud y algunos elementos de la administración hispana. Apenas terminada la conquista de Santo Domingo, Toussaint liberó los esclavos y se autoproclamó Gobernador General de toda la isla, con carác-ter vitalicio. Cuando Napoleón tomó el poder en Francia, Toussaint trató de obtener su apoyo para continuar como gobernador de la colonia. Napoleón hizo caso omiso y mandó un ejército, bajo el mando del General Leclerc, con el fin de recuperar el control del territorio y reinstaurar la esclavitud. El ejército francés llegó a Saint-Dommingue en enero de 1802. Antes que comenzara el conflicto Toussaint y Leclerc llegaron a un acuerdo de paz, pero los términos no fueron respetados por las fuerzas francesas. Toussaint fue apresado y enviado a Francia donde habría de morir al año siguiente. En este momento aparecieron dos líderes negros cuya participación fue fundamental en el desenlace de la guerra: Jean-Jacques Dessalines y Henry Cristophe. Después de varios meses de enfrenta-mientos, las fuerzas revolucionarias de Dessalines y Cristóphe lograron decisivas victorias contra los franceses que culniinaron con la rendición del ejército invasor, el 9 de noviembre de 1803. Menos de dos meses después, el 12 de enero de 1804, los rebeldes de Saint-Domingue se declararon independientes, escogiendo la voz arawak Haití como denominación de la nueva nación, la primera república de América (luego de las revolución de los EEUU).
En 1808, los españoles lograron retomar su antigua colonia oriental con la ayuda inglesa, pero a esa altura las horas del imperio español estaban contadas. Igual que muchas otras colonias hispanas, Santo Domingo declaró su independencia en 1821, aunque manteniendo el sistema esclavista. Al año siguiente,el presidente de Haití, Jean-Pierre Boyer, invadió Santo Domingo, abolió la esclavitud y confiscó los bienes de la iglesia. La ocupación de Santo Domingo por los haitianos habría de durar 22 años hasta que los dominicanos se rebelaron, en 1844, logrando su propia independencia. La trascendencia y éxito de la lucha de los haitianos ha sido fre-cuentemente subestimada. El movimiento revolucionario de Haití representó, sin lugar a dudas, uno de los jalones más importantes de las luchas independentistas americanas. Fue un movimiento multicultural, étnico y antiesclavista que se nutrió de las antiguas visiones africanas y de las filosofías revolucionarias radicales que se difundieron por Europa, a fines del siglo dieciocho. De alguna manera, la independencia de Haití además representó el regreso del espíritu de los taínos, aunque con otro color de piel y diferentes elementos culturales. La sociedad haitiana se habría de forjar finalmente con la sínte-sis de los elementos culturales africanos, nativos y europeos de los cuales el vudú es probablemente la expresión más característica. Tal vez sea el único lugar de América donde este sincretismo pudo hacerse en libertad.
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