lunes, 3 de septiembre de 2018


La Gran Matanza
Cientos de naciones, que ocupaban vastos territorios, que utilizaban la tierra con eficacia y respeto, fueron diezmadas, desaparecidas destruidas... 
Los sobrevivientes de la Gran Matanza se esconden en sitios remotos y disimulan su condición esparcidos en varios miles de pequeñas comunidades. 
No tienen derecho a conservar su identidad, son invadidos continuamente por nuevos misioneros de las más variadas religiones y sectas, cargados de mensajes de alienación difundidos con abundantes recursos. 
En las sociedades criollas se los desprecia, se les niega su derecho a gobernarse, aún a nivel estrictamente local. 
Se ahogan sus idiomas, se ridiculizan las ceremonias, se les obliga a cambiar sus modos de ser, sus sistemas productivos, sus prácticas sociales, sus vestimentas, sus nombres. 
De las miles de naciones que había en América en el siglo XV, apenas sobrevivieron unas pocas, también amenazadas de extinción próxima. 
El genocidio continúa.
Nací vanamente
En vano salí de la Casa de Tlalteotl
el Señor de la Tierra
desnudo y paupérrimo
soy un desdichado...!
Mejor no hubiera nacido
ni venido a la Tierra1
A medida que las antiguas culturas desaparecen, se pierden sus sistemas de relacionamiento con el ambiente, su profundo respeto por las plantas, por los animales, por las aguas, por los cerros de piedra... Los espíritus que cuidan los elementos de la naturaleza, los caa iya, los qwani, los curupí, los guardianes del monte, las salamancas que vigi-lan las aguas, la ñuke-mapu que atiende la naturaleza y sus cultivos, han sido olvidados, subestimados, caracterizados como supercherías de pueblos primitivos y atrasados. Mientras tanto las talas de bosques continúan, los incendios se extienden hasta los últimos confines de la tierra, los ríos se cargan de sedimentos y venenos, el aire se ha vuelto tóxico y hasta la radiación solar se ha hecho peligrosa.
Estos entuertos son el resultado de una forma de ocupar el territo-rio inmoral y dañina. ¿Quienes son los pueblos atrasados, bárbaros, primitivos?
La paz... se adentra en las almas de los seres humanos
cuando se dan cuenta de su carácter único;
con el Universo y todos sus poderes, cuando comprenden que en el centro del Universo existe Wakan-Tanka
y que este centro está en realidad en todas partes,
dentro de cada uno de nosotros2.
Hoy apenas podemos darnos cuenta hasta que punto hemos llegado. Los estados criollos se han estabilizado, legitimados globalmente, sin que nadie ose discutir sus soberanías. 
Las naciones americanas contemporáneas son simplemente herederas de aquella historia de atropellos. 
España, Portugal, Inglaterra, Francia y Holanda invadieron tierras ajenas y luego establecieron sistemas basados en ese legado de violencia. 
Introdujeron la propiedad de la tierra, pero no se la permitieron a los pueblos nativos que hacía milenios que la poblaban. En cambio, se dedicaron a repartirla entre ellos mismos, desplazando a sus legítimos ocupantes o simplemente forzándolos a permanecer como mano de obra esclava en las nuevas encomiendas, plantaciones, haciendas y minas. La mayoría de los propietarios actuales de las tierras americanas basan su derecho en este origen fraudulento. 
Muchas de estas naciones disfrutaban de una amplia libertad individual desconocida en Europa. En pocas décadas la dominación foránea habría de terminar con ella.
Nosotros nacemos hermanos libres y unidos, cada uno es tan se-ñor como el otro, mientras que ustedes son todos siervos de un solo hombre. Yo soy el amo de mi cuerpo, dispongo de mí mismo, hago lo que deseo, soy el primero y el último de mi nación.... sujeto tan sólo al Gran Espíritu.3
En muchas partes de América sobreviven comunidades herederas de las antiguas culturas. En las zonas más frías del continente, iluminadas por las auroras nocturnas; en los desiertos áridos, en comunión con el abuelo de la tierra; en las faldas de los volcanes, sosteniendo un diálogo existencial con las entrañas del planeta; en las selvas tropicales, recreando visiones de luces; y en los bosques del Sur, construyendo escalones a los confines de la sabiduría.. Para los americanos de hoy, que crecimos sin saber muchas cosas, es tiempo de aprendizaje. De a poco, podremos recuperar los conocimientos olvidados. Y al conocerlos, compartirlos y difundirlos. Para que se sepa que este continente, América, la Amerrique anciana, tiene historias de dignidad, ricas y profundas. Una historia que nos acompaña en el corazón de los hermanos que fueron testigos de los Viejos Tiempos.del Paraíso. Ellos se sienten solos. Aquellos, que, tienen, como dijera Artigas4, el principal derecho. Este libro quiere invitar a todos a acompañarlos.
Referencias
1  Poema a la Brevedad de la Vida, Canto XXXVI, Los Cantos de Nezahualcóyotl.
2 Alce Negro citado porJoseph Epes Brown, referido por Ed McGaa, Eagle Man en el Rainbow Tree, página 161.
3 Explicación que le diera un hurón al Baron de Lahon tan, referida por Weatherford, Jack, Indian Givers, p.123.
4 José Gervasio Arugas, jefe de la alianza m ultiétnica de los pueblos del sur de Amé-rica que enfrentara a las potencias europeas y a sus sucesores criollos (ver Cap.10).
Parte de la Introducción al libro "Amerrique, los Huérfanos del Paraíso", D.Antón, Piriguazú Ediciones

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