Los cultos chamánicos griegos
relacionados con el vegetal y las serpientes
La cultura griega desarollò numerosos cultos y símbolos serpentinos que se basaron en el consumo
de ciertas plantas. Todavía hoy, en la sociedad contemporánea, como símbolo de
la medicina se usa habitualmente el báculo de Esculapio, un bastón rodeado de
dos serpientes enroscadas.
El Dios griego Esculapio
(Asclepius en griego, Aesculaius en latín, castellanizado Esculapio)
fue un chaman o médico que vivió en Tesalia, Grecia, alrededor del año
1200 a.e.c.
Homero en La Ilíada lo
menciona tan sólo como un médico habilidoso, luego fue honrado como
héroe, y finalmente elevado a la categoría divina. Con el tiempo pasó a ser la
deidad griega de la medicina, adorada en cientos de templos. En la
mitología que habría de desarrollarse en tiempos posteriores, era
considerado hijo de Apolo (Dios de la Luz, de la Verdad y de la Profecía)
y de la ninfa Coronis. El centauro Chiron le enseñó el arte de curar,
pero Zeus, temeroso de que podría volver a los hombres inmortales lo golpeó
con un rayo.
El culto comenzó en Tesalia
pero luego se extendió a todos los pueblos helénicos. Fue introducido en
Roma por Sibylline supuestamente para aliviar una peste
en el año 293 a.e.c.
Esculapio era representado
vestido con una túnica larga con el pecho descubierto. Tenía un báculo
(bastón) con una serpiente enroscada que con el tiempo se habría de
transformar en el símbolo de la medicina. El caduceus (o caduceo) (en griego kerikeion) era un báculo, vara o bastón que mostraba que la persona que lo llevaba era sagrada y debía ser respetada. Tenía alas y serpientes entrelazadas que también aparecen en la vara
mágica de Hermes o Mercurio.
Los cientos de templos
griegos de Esculapio en Grecia eran utilizados por la gente enferma que iban a
dormir para ser visitados en sueños por Esculapio o sus sacerdotes. Dormían en
un lugar llamado abaton que era un dormitorio sagrado.
Según se cree se usaban
dietas, muy probablemente amapola (opio) y otras plantas curativas y
ceremoniles, baños y ejercicios como método de curación .
Es bueno recordar, por otra
parte, que Hermes, el Mercurio de los romanos, era un Dios estrechamente
conectado con las deidades de la vegetación (Pan y las ninfas), la deidad de
los sueños a quien los fieles ofrecían la última libación antes de ir a dormir.
Demeter, la Diosa Madre,
también conocida como Gaia, era la deidad de las plantas y la naturaleza. En
las imágenes que se conservan de ella suele aparecer llevando amapolas,
serpientes y cebada. Antes de estar dedicado a Apolo, el oráculo de Delfos, el
centro religioso más importante de Grecia, había sido objeto del culto a Gaia y
a su hija la Serpiente Sagrada.
Luego, la Serpiente habría de ser masculinizada y transformada en un dragón-serpiente llamado Pitón. Las sacerdotisas del santuario, que por esa razón eran llamadas pitonisas, lograban la trascendencia a través de la ingestión de Plantas Sagradas, extractos de vinos y ambrosías, especialmente preparados para lograr la conexión cósmica con las esencias profundas. En particular, en sus trances entraban en comunicación con la Madre Tierra, y con la antigua serpiente celestial, como en los tiempos pre-helénicos de las sociedades matriarcales.
Luego, la Serpiente habría de ser masculinizada y transformada en un dragón-serpiente llamado Pitón. Las sacerdotisas del santuario, que por esa razón eran llamadas pitonisas, lograban la trascendencia a través de la ingestión de Plantas Sagradas, extractos de vinos y ambrosías, especialmente preparados para lograr la conexión cósmica con las esencias profundas. En particular, en sus trances entraban en comunicación con la Madre Tierra, y con la antigua serpiente celestial, como en los tiempos pre-helénicos de las sociedades matriarcales.

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