Capítulo 3 (Segunda
parte)
Agua y Relieve
Los
movimientos de masa.
Los movimientos de masa son característicos de
ciertas áreas húmedas, aunque pueden darse en otros sistemas
morfogenéticos (árido, litoral,
periglaciar y glaciar). Se pueden producir en pequeñas áreas o a lo largo de
extensos territorios. Algunos son lentos y graduales, mientras que otros pueden
asumir dimensiones catastróficas.
Los principales movimientos de masa que
describiremos a continuación son los siguientes: reptación, solifluxión,
deslizamientos, derrumbes, coladas de barro y lavas torrenciales.
La reptación
Uno de los procesos más frecuentes en las laderas
húmedas con pendiente fuerte, es el movimiento de masas denominado reptación o soil creep. Es un fenómeno de acción lenta pero que
frecuentemente demuestra una gran eficiencia en el modelado de ciertas laderas.
La reptación se produce por la combinación del
movimiento de expansión del suelo durante la humectación o la congelación
(normal a la ladera) y del movimiento de contracción del mismo durante de
desecación o fusión (vertical). El resultado de estos dos movimientos
alternativos es un descenso de los materiales ladera abajo.
De lo antedicho, se desprende que hay una
hidro-reptación y una geli-reptación, que pueden en ciertos casos darse en el
mismo sitio en diferentes períodos del año.
En muchas zonas húmedas la reptación colabora
para posibilitar el desencadenamiento de fenómenos de movimientos de masa
instantáneos al acumularse los suelos y las formaciones superficiales en
posiciones inestables.
En otros casos, la reptación es concurrente con
otros movimientos para dar lugar a una dinámica compleja sobre las laderas,
cuya interpretación es enmascarada a veces por la atenuación morfológica que genera este proceso genera.
La
solifluxión
La solifluxión ocurre en áreas pequeñas, a veces
de unos pocas decenas de metros cuadrados. El proceso está asociado
generalmente al alumbramiento de una napa hipodérmica o freática. En este caso
la colmatación del suelo crea condiciones de liquidez dando lugar a un flujo de
barro, acarreando la cobertura vegetal en su marcha. Frecuentemente este
proceso se produce en el sitio en donde mana una napa al pie de la ladera
cuando se ha eliminado el bosque natural con fines de pastoreo y donde existe
una cobertura vegetal de enraizamiento poco profundo (por ejemplo de tipo
herbáceo).
Este tipo de movimiento de masas es conocido por
el nombre de solifluxión, y cuando se produce provocado por la hiper-abundancia
de aguas de fusión de la nieve recibe el nombre de gelifluxión (fenómeno
característico del sistema geomorfológico periglaciar).
Una ladera que evoluciona por solifluxión
adquiere un modelado ondulado en el detalle, con irregularidades de pocos
metros cuadrados de superficie, y algunos centímetros (a lo sumo decímetros) de
desnivel entre las cimas y las depresiones.
A pesar de estas irregularidades, el aspecto
general de la ladera es homogéneo, sin valles laterales torrenciales ni
afloramientos rocosos.
Los deslizamientos:
Generalmente actúan sobre una superficie limitada
(algunos cientos de metros cuadrados), pero en algunos casos pueden afectar a
todo un panel de ladera. Se producen cuando un “paquete” de suelo y formaciones
superficiales (a veces incluyendo bloques del sustrato) resbala sobre una base húmeda y lisa
desplazándose a la parte baja de la ladera o del valle
Los derrumbes o
desmoronamientos
Ocurren cuando predomina la acción
directa de la gravedad en laderas muy empinadas, a menudo desprovistas de
cobertura vegetal debido a la acción previa de movimientos de masa. En general,
los derrumbes o desmoronamientos son asistidos por el agua de escurrimiento o
freática o por la ocurrencia de sismos.
Las coladas de barro
Las coladas de barro tienen lugar cuando todo el
material de ladera está sobre-humedecido y fluye hacia el fondo del valle en
forma catastrófica. Este proceso que es común en el sistema húmedo, también
puede darse en el sistema árido, cuando el escurrimiento debe transportar una
carga que pasa cierto "umbral" de masa porcentual.
Las lavas torrenciales:
Las lavas torrenciales ocurren cuando los movimientos
de masa se desarrollan en una zona amplia abarcando simultáneamente varias
laderas. Las consecuencias pueden ser catastróficas también a nivel del valle.
Para que se
produzca, es necesaria la concurrencia de varios factores favorables,
particularmente lluvias intensas y/o movimientos sísmicos, que dan lugar a un
flujo generalizado en vastos sectores de las laderas en una misma cuenca, así
como a la ocurrencia concomitante de deslizamientos y desmoronamientos.
Los represamientos de los valles
En las zonas tropicales cuyo modelado es regido
por las leyes del sistema húmedo, son frecuentes los movimientos de masas que
afectan paneles de laderas. Los deslizamientos y coladas de barro pueden dar lugar a la
obstrucción parcial o total de los cursos de agua a nivel de los valles. En los
casos de obstrucción parcial, el río simplemente se desvía, pero en los casos
de obstrucción total se produce un represamiento detrás del dique natural con
formación de un lago temporario. Generalmente el episodio culmina con la
ruptura o desborde del dique provocando inundaciones aguas abajo. Sobre las
laderas el impacto más visible es la exhumación de extensas superficies de roca
más o menos fresca, que en ciertos casos pueden alcanzar pendientes casi
verticales, expuestas a futuros derrumbes y desmoronamientos.
Gran parte de los paisajes de "panes de
azúcar" tienen su origen en la acción de un modelado de este tipo (aunque
en ciertas condiciones los sistemas áridos pueden generar relieves de cierta
similitud). La génesis de estos paisajes
puede ser deducida del estilo de los perfiles transversales de los valles
principales, que es sensiblemente diferente en ambas regiones climáticas.
Interacción entre ambos sistemas morfogenético: las zonas
semi-áridas y mediterráneas.
Los sistemas y procesos áridos y húmedos pueden
interferir en el espacio y en el tiempo.
Las zonas intermedias suelen presentar
características transicionales, producto de la alternancia de los mecanismos
húmedos y áridas.
La interferencia en el tiempo se puede dar en
períodos relativamente cortos ( interferencia instantánea o semi-instantánea) o
en tiempos geológicos.
La interferencia de tipo instantáneo o
semi-instantáneo es relativamente frecuente en las áreas transicionales. Los principales ejemplos de zonas
transicionales son las zonas semiáridas de latitudes tropicales, y la zonas
mediterráneas de latitudes medias. En ambas el control vegetal de la dinámica
de la superficie es variable según la época del año y por esa razón el relieve
funciona según uno u otro sistema en momentos diferentes del ciclo anual.
Cuando las precipitaciones son moderadas, el control vegetal alcanza para
impedir el escurrimiento superficial, condicionar una infiltración total y dar
lugar a un funcionamiento general de los factores del modelado, según los
mecanismos del sistema húmedo. Durante esos lapsos, los ríos llevan un caudal
relativamente constante, sus aguas están poco cargadas en sedimentos y como
resultado de ello se elabora un cauce de entalle de profundidad variable. Este
cauce de entalle es denominado habitualmente "lecho menor".
Cuando las lluvias son muy copiosas y sobrepasan
un cierto límite, la napa hipodérmica colmata las formaciones de superficie y
la vegetación no da a basto para controlar la dinámica que se genera.
En ese momento, el agua comienza a escurrir,
primero superficialmente y luego torrencialmente, sin dar lugar a ningún
fenómeno de infiltración.
En ciertos casos puede suceder que en las zonas
no protegidas por la vegetación, el golpeteo pluvial con sus efectos de
removilización de partículas, provoque una impermeabilización de la superficie
(aún sin colmatación del manto superficial) que de lugar al desencadenamiento
de los procesos de escurrimiento superficial y torrencial.
En otros casos, la presencia de un horizonte
pedlógico impermeable puede impedir la infiltración dando lugar a una
saturación casi inmediata de la porción superior permeable.
Como resultado de la acción concurrentes de todos
estos factores( en particular el primero de mencionados) el aporte de aguas se
comienza a hacer entonces por la vía superficial y los volúmenes de agua que
llegan lateralmente se multiplican incesantemente. En ese momento, el cauce
menor no da a basto para contener las aguas y éstas desbordan, todo el paisaje
comienza luego a funcionar según las leyes del sistema árido: hay ablación en
los interfluvios, los ríos se cargan de materiales provenientes de las laderas,
y van creando una planicie de inundación de origen sedimentario que no es más
que el cause de funcionamiento árido. Este es el que habitualmente se denomina
"cauce mayor" o "lecho mayor".
Durante los momentos de funcionamiento árido, el
cauce menor de entalle también es afectado recibiendo una carga aluvial
sedimentaria que modifica la morfología del lecho. Esta aluviación, interferirá más adelante cuando el curso
recupere su dinámica "húmeda" disminuyendo la competencia y por ende
dificultando el entalle. Ello sucede debido a que gran parte de la energía de
las aguas fluviales se gasta en hacer rodar los cantos, poner en saltación las
arenas o mantener en suspensión los limos y arcillas que habían sido dejados en
el fondo del cauce de entalle por la crecida anterior.
Además de esta interferencia de tipo
casi-instantáneo, existe otra interferencia de carácter geológico. Es la
interferencia producida por la existencia de variaciones climáticas alternadas.
Se encuentran con frecuencia pruebas de
alternancia de períodos de entalles y aluviación en los thalwegs, que pueden
ser relacionadas con épocas de formación y de decapitación de suelos.
Así, es posible observar escalonamientos en las
laderas de áreas con comportamientos tectónicos ascendentes, con formación de
terrazas producto de los sucesivos episodios de incisión y de relleno.
Las épocas de relleno corresponden a momentos de
aridez (débil control vegetal de la dinámica) y se manifiestan mediante
planicies aluviales extensas, mientras que las épocas de entalle se
caracterizan por la erosión fluvial de las planicies, y ascenso relativo de
éstas con relación al nivel del río que excava sus propios aluviones,
correspondiendo a épocas húmedas con fuerte control vegetal de la dinámica del
paisaje.
Este es el origen de gran parte de los sistemas
de terrazas existentes en las zonas templadas y tropicales.
Cuadro
Características
Eco-físicas de los Ambientes Geomorfológicos
|
||||
Sistema Geomorf.
|
Energía de Relieve
|
Escasa
(zonas llanas)
|
Moderada
(zonas onduladas)
|
Fuerte
(zonas quebradas)
|
Sistema Húmedo
|
Relieve
plano
|
Relieves
convexos
|
Relieves
muy convexos
|
|
Vegetación
de selva y de humedales
|
Vegetación
de selva
|
Vegetación
de selva en las cimas
|
||
Lagos
abundantes
|
Lagos
escasos o inexistentes
|
Lagos
efímeros
represados
por deslizamientos
|
||
Drenaje
pobre
|
Drenaje
de densidad escasa a media
|
Drenaje
de densidad media a elevada
|
||
Evaporación
biológica intensa
|
Evaporación
biológica intensa a moderada
|
Evaporación
biológica moderada
|
||
Formaciones
superficiales perman. saturadas
|
Napas
hipodérmicas libres
|
Napas
hipodérmicas discontinuas, manantiales en paredes rocosas
|
||
Lechos
fluviales mal definidos, meandros
|
Lechos
fluviales bien definidos, a veces rocosos
|
Lechos
fluviales muy bien definidos, casi siempre rocosos
|
||
Ríos
con lechos mal definidos, meandros
|
Valles
definidos, poco profundos
|
Valles
entallados, profundos
|
||
Alteraciones
y suelos muy profundos
|
Alteraciones
y suelos profundos
|
Suelos profundos en cimas y laderas
Suaves, rocosos en laderas empinadas
|
||
Biodiversidad
elevada
|
Biodiversidad
elevada
|
Biodiversidad media a elevada
|
||
Sistema Subhúmedo a Semíárido
|
Relieve
plano
|
Ondulaciones
concavo-convexas
|
Valles
cóncavos, cimas convexas, laderas empinadas
|
|
Vegetacíón de sabana, pradera y estepa densa. Plantas
xerófilas
|
Vegetación
de sabana, pradera, estepa densa, árboles en los valles
|
Vegetación
herbáceo-arbustiva en laderas y cimas, árboles en los valles
|
||
Lagos
temporarios, a veces salobres
|
Lagos
ausentes (exc. zonas volc., calc.,etc)
|
Lagos
ausentes (exc. zonas volc.,calc., etc)
|
||
Drenaje
pobre
|
Drenaje
torrencial
|
Drenaje
torrencial
|
||
Evaporación
intensa
|
Evaporación
moderada a escasa
|
Evaporación
escasa a moderada
|
||
Napas
saturadas estacional y localmente, a veces salobres
|
Napas
hipodérmicas presentes, en general no saturadas
|
Napas
hipodérmicas discontínuas, en general no saturadas
|
||
Lechos
fluviales mal definidos
|
Lecho
menor de base y lecho mayor de crecientes
|
Lecho
mayor y menor. Presencia común de terrazas fluviales
|
||
Alteraciones
y suelos de prof. media
|
Alteraciones
y suelos de prof. media y escasa
|
Alteraciones
y suelos de prof. escasa y media
|
||
Biodiversidad
media, homogeneidad ecosistémica
|
Biodiversidad
media
|
Biodiversidad
media, heterogeneidad ecosistémica
|
||
Sistema Árido
|
Relieve
plano
|
Valles plano-cóncavos, laderas abruptas, cimas
plano-convexas
|
Valles
en V con fondo plano, laderas abruptas y acantiladas, cimas escarpadas, mesas
|
|
Vegetación
de estepa desértica, “dikakas”
|
Vegetación
esteparia rala, freatófitas en los valles
|
Vegetación
esteparia muy rala, freatófitas en los valles
|
||
Lagos
salados, sabkhas, salinas
|
Lagos
escasos o ausentes, salobres y salados (exc. zonas volcán. y calcáreas)
|
Lagos
muy escasos o ausentes, salobres y salados
|
||
Drenaje
pobre
|
Drenaje
torrencial
|
Drenaje
torrencial
|
||
Evaporación
e infiltración intensa
|
Evaporación
e infiltración moderada
|
Evaporación
e infiltración escasa
|
||
Ausencia
de napas hipodérmicas, napas lenticulares en las dunas y profundas
|
Napas
hipodérmicas casi inexistentes. Aguas subterráneas geológicas
|
Napas
hipodérmicas inexistentes. Aguas
subterráneas geológicas
|
||
Escasas
alteraciones, suelos superficiales. Desagreg. mecánica
Suelos
arenosos y pedregosos desnudos (ergs y regs)
|
||||
Lechos
secos la mayor parte del año, flujo esporádico, cauces mal definidos
|
Lechos
generalmente secos, flujo esporádico, cauces moderad. definidos
|
Lechos
generalmente secos, flujo esporádico, cauces definidos
|
||
Biodiversidad escasa. Plantas especializadas (xerófilas y halófilas)
|
Biodiversidad
escasa Plantas especializadas (sobre todo xerófilas, también halófilas)
|
Biodiversidad escasa, plantas muy especializadas (xerófilas)
|
||
Dominio
Hiperárido
|
Relieve
eólico dominante (campos dunares), relictos de llanuras aluviales y lagos
antiguos
|
Relieves
eólicos y heredados. Yardanes, dunas.
|
Casi
exclusivamente relieves heredados, solo “retoques” eólicos
|
|
Vegetación
prácticamente inexistente
|
Vegetación
prácticamente inexistente
|
Vegetación
prácticamente inexistente
|
||
Sólo
sabkhas y salinas en zonas de afloram. de napas geológicas
|
En
raros casos de afloram. de napas, sabkhas y salinas
|
No hay
|
||
Drenaje
inexistente
|
Drenaje
heredado inactivo, a veces sepultado
por depósitos eólicos
|
Drenaje
heredado inactivo
|
||
Evaporación
potencial muy intensa
|
Evaporación
potencial muy intensa
(en zonas cálidas)
|
Evaporación
potencial muy intensa (en zonas cálidas)
|
||
Formaciones
superficiales casi siempre secas
|
Suelos
y formaciones superficiales secas
|
Suelos
y formaciones superficiales secas
|
||
Lechos
fluviales activos ausentes
|
Lechos
fluviales activos ausentes
|
Lechos
fluviales activos ausentes
|
||
No hay
ríos
|
No hay
ríos
|
No hay
ríos
|
||
No hay
alteraciones. Sólo desagregación mecánica
|
No hay
alteraciones. Sólo desagregación mecánica
|
No hay
alteraciones. Sólo desagregación mecánica
|
||
Biodiversidad
muy escasa, extrema especialización
|
Biodiversidad
muy escasa, extrema especializaciòn
|
Biodiversidad
muy escasa, extrema especialización
|
El dominio hiper-árido
Cuando el volumen de precipitaciones desciende
por debajo de un umbral mínimo (generalmente menor a 10-50 mm anuales
dependiendo de la situación latitudinal e insolación) se produce un cambio
cualitativo en la dinámica del paisaje.
En
general, se trata de lugares donde la lluvia es tan escasa que se puede
despreciar su incidencia en el modelado.
En este dominio, no existe ningún tipo de control
vegetal de la morfogénesis actuando casi exclusivamente los factores físicos.
La alteración es prácticamente nula, aunque en los desiertos hiperáridos
brumosos, la presencia de condensaciones nocturnas y matinales puede dar lugar
a fenómenos de hidrolisis aunque en ningún caso de profundidad importante.
Los procesos actuantes
Los procesos actuantes en el dominio hiper-árido
son fundamentalmente los siguientes:
a)
Desagregación granular de las rocas y fragmentos de rocas.
b)
Fractura de granos por termoclastismo.
c)
Deflación.
d)
Acumulación eólica.
e)
Precipitación de sales traidas por corrientes de agua alóctonas.
Estos factores actúan a menudo en forma
complementaria dando lugar a una lenta y paulatina evolución del paisaje. De
todos modos, comparada con la dinámica del sistema árido, es una evolución de
una extrema lentitud.
Como resultado de su desagregación y fractura,
los materiales expuestos en superficie proveen partículas de diversos tamaños
de grano (gravas, arenas y limos). A medida que la desagregación continúa la
acción del viento permite la selección y evacuación parcial de los detritos.
Las partículas más pesadas permanecen in-situ formando pavimentos residuales.
Las arenas son transportados a zonas de acumulación relativamente cercanas donde se forman campos
dunares y sabanas de arena (sand sheets).
Los limos son transportados más lejos, fuera de
la zona hiperárida que les dio origen, en general en lugares en donde un tapiz
vegetal de cierta densidad permite la fijación. Las acumulaciones limosas se
procesan con bastante lentitud y generalmente van siendo "digeridas"
por el suelo que crece en sentido vertical ascendente por sepultamiento de sus
horizontes pre-existentes y generación de nuevos horizontes.
Cuando hay corrientes de agua que llegan desde
zonas exteriores al ambiente hiperárido éstas ven considerablemente disminuido su caudal por
evaporación y/o infiltración.
Cuando ello sucede, se desarrollan
concomitantemente procesos de acumulación de sales que precipitan a partir de
las aguas saturadas.
Así, aparecen áreas salinas en donde alternan
acumulaciones de carbonatos, sulfatos, nitratos, fosfatos, este, según el
contenido en sales de aguas evaporadas.
Interferencia
con otros dominios.
Las precipitaciones salinas en áreas hiper-áridas
son el resultado de la interferencia entre este dominio y dominios vecinos más
húmedos que proveen el agua para nutrir las corrientes susceptibles de ser
evaporadas. Lo mismo se puede decir de las acumulaciones loéssicas de áreas
periféricas el dominio hiper-árido, que sufren un aporte alóctono, que también
interfiere en la dinámica local.
Además de esta interferencia "en el
espacio" hay una interferencia en el tiempo. Existen zonas que funcionan
una parte del año como sistema bio-pluvial árido y el resto del año como
dominio hiper-árido.
Como la rapidez de los procesos de modelado en el
sistema árido es tan grande, podemos despreciar la influencia hiper-árida,
por lo menos a nivel de las macro y las
meso-formas.
Sin embargo, la predominancia de los procesos
hiper-áridos durante una parte importante del año, puede generar localmente un
modelado de detalle de origen eólico, en donde se eliminan los rastros de la
acción del escurrimiento. Este tipo de paisaje es característico de las áreas
de transición entre ambos ambientes ( el hiper-árido y el árido).
Del mismo modo, es dable apreciar un tipo de
interferencia a escala geológica. Existen paisajes elaborados en sus grandes
líneas en el dominio bio-pluvial, que son retocados en las micro-formas por un
modelado hiper-árido instaurado a posteriori.
Por regla general, las meso-formas permanecen
intactas o levemente degradadas por la acción eólica que es incapaz de
destruirlas rápidamente.
Es frecuente que las acumulaciones aluviales
pierdan sus materiales finos, dando lugar a la formación de pavimentos de
rodados. Los materiales de glacis del sistema árido son afectados en forma
similar por procesos de deflación que dan lugar a la aparición de pavimentos de
clastos angulosos.
El proceso inverso es menos visible. Cuando una
zona hiper-árida se humidifica, se degradan rápidamente las formas menores de
origen eólico regenerándose las meso-formas de épocas no hiper-áridas
anteriores, lo cual dificulta reconocer el cambio climático operado.
El Ambito Sub-Glaciar y dominios de
interferencia.
Este ámbito se caracteriza por un modelado
generado por la dinámica del agua en estado sólido (nieve, nevé, hielo). Las
áreas a morfogénesis glaciar, muestran una predominancia de la acción del hielo
(en sentido amplio) frente a la del agua líquida.
Ello no quiere decir que no existan en estas
zonas procesos ligados a la existencia del agua líquida, sino que dichos
procesos se ven subordinados desde el punto de vista morfogenético al modelado
provocado por el hielo.
Este dominio se distribuye en el planeta según la
latitud y la ocurrencia de las precipitaciones nivosas. A nivel del mar los
procesos glaciares ocurren a partir de las latitudes de 65 a 75
aproximadamente.
En latitudes menores, es necesaria una cierta
altitud para que estos procesos tengan lugar, aunque en algunos casos pueden
entrar las lenguas glaciares en pleno dominio periglaciar o biopluvial, con las
interferencias consiguientes en el desenvolvimiento del modelado.
En las regiones tropicales, el dominio glaciar se
da por encima de los 5.000 m.
Tanto en latitudes elevadas como en altitud, los
procesos de este tipo, exigen un superávit de las precipitaciones nivosas con
relación a los procesos de sublimación, fusión y evacuación. Si tomamos dos
áreas montañosas similares en altitud y
latitud, notamos que en las zonas con precipitaciones nivosas más
importantes, el dominio glaciar desciende mucho más.
Podemos considerar que en el ambiente glaciar,
existen tres sistemas geomorfológicos
principales:
1)
Las regiones cubiertas por
inlandsis.
2) Las regiones de glaciares locales.
En el momento actual, los inlandsis cubren la
isla de Groenlandia y el continente Antártico, aunque tuvieron una extensión
mucho mayor durante las épocas glaciares del cuaternario. Durante ese período
llegaron a ocupar toda la Península Escandinava y el norte de Europa, el norte
de América del Norte, y parte del Sur de América del Sur.
Se trata de masas de hielo de varios cientos e
inclusive miles de metros de espesor que cubren vastas superficies
continentales y las plataformas marinas adyacentes.
Las regiones de glaciares locales se dan en
general, en las latitudes medias y bajas a partir de ciertos límites
altitudinales (algo más de 2.500 ms. en los Alpes, 5.000 en los Andes
bolivianos y peruanos y algunos cientos de m. en Islandía).
Durante las épocas glaciares cuaternarias esas
altitudes eran sensiblemente menores. Se encuentran depósitos glaciares al pie
de los Alpes en Italia del Norte y en las cercanías del Lyon, en el valle del
Ródano a altitudes de pocos metros sobre el nivel marino.
En otras regiones de menor dispersión glaciar,
p.ej. los Vosgos en Francia, los glaciares no descendieron tanto, y es
necesario subir a 1000 m. para encontrar vestigios de su acción. Es de hacer
notar que en los Vosgos de hoy , no existen glaciares funcionales.
Los
procesos actuantes.
La nieve recién caída tiene una densidad muy baja
que oscila entre 0.1 y 0.35 aproximadamente. A medida que dicha nieve es
cubierta por nuevas acumulaciones, su densidad aumenta hasta alcanzar valores
del orden de 0.5 al pasar el espesor de los 3 m.
En Groenlandia en un pozo de una de una
expedición polar francesa se encontraron densidades de 0.6 a 35 m. de
profundidad y de 0.8 a 100 m.
Este aumento de la densidad se debe a la
compactación de los cristales de hielo al desalojarse las burbujas de aire
contenidas. Se considera que cuando la densidad es inferior a 0.5 se puede
todavía hablar de "nieve". Cuando la densidad supera a 0.5, se
acostumbra utilizar el término de "nevé" y a partir de 0.82 el vocablo "hielo" ( en sentido
estricto).
Esta transformación de la nieve en hielo es
extremadamente lenta dependiendo en gran medida del espesor de la cobertura
niveo-gélida existente.
Una vez que la acumulación de nieve, nevé y hielo
son suficientes y cuando las pendientes también lo son, las masas de hielo
comienzan a fluir.
La velocidad de flujo es relativamente lenta
(entre 10 m. y 20 km. por año) debido a la viscosidad alta del hielo (10 a 14)
bastante más elevada que la de las lavas en fusión (10 a 4) aunque mucho menor que
la viscosidad promedial de las rocas sólidas (alrededor de 10 a 22).
La acción del hielo se ejerce a través de los
siguientes procesos:
a) fracturación mecánica (generalmente
aprovechando las diaclasas pre-existentes). Los bloques se individualizan y adquiren
un cierto "juego" con relación a los bloques vecinos. Al mismo tiempo
hay desagregación y fractura de granos.
b) arrastre: los bloques son barridos junto con
los pequeños clastos por el hielo en avance dejando huecos que más tarde son
pulidos. Las aristas son redondeadas dando un aspecto aborregado a la pared
atacada. Los bloques transportados facilitan la acción de desgaste, la cual se
ve expresada a menudo por un conjunto de estrías groseramente paralelas, tanto
a nivel de la pared fija, como del bloque en movimiento ( cantos estriados).
c) depósito del material: como no se opera
ninguna selección durante el transporte los depósitos presentan una
clasificación mínima. Las acumulaciones glaciares reciben en nombre de morrenas
( de fondo, laterales y frontales).
Las laderas de los valles glaciares presentan
pendientes muy empinadas ( 20-50%) y en ciertas ocasiones pueden aproximarse a
la vertical.
Los valles
glaciares tienen en sus cabeceras un circo ( especie de cono de recepción
nival, de la cual se origina la corriente de hielo que gradualmente va
profundizando su cauce que tiende a adoptar una forma de U característica.
Las laderas no cubiertas por el hielo (con
afloramientos del sustrato rocoso) sufren una evolución mecánica relativamente
rápida.
Los procesos actuantes en ellas son la
gelifracción (que da lugar a la desagregación y fracturación de bloques,
piedras y granos), el termoclastismo (de mucho menos incidencia) y diversos
procesos de transporte ladera abajo vinculados en forma más o menos directa a
la acción de la gravedad (caídas de derrubios, deslizamientos, derrumbes,
avalanchas, etc.).
Cuando las litologías del sustrato, las
formaciones superficiales y las temperaturas diurnas lo permitan, pueden haber
fenómenos de gelifluxión (flujo de las formaciones superficiales embebidas en
agua de fusión). Este último proceso se da fundamentalmente en los límites del
dominio.
La configuración orográfica y distribución
geológica en el sistema de los glaciares locales está constituido por las siguientes
unidades fisiográficas :
1) el área de génesis de los glaciares; conjunto
de cumbres escapadas y circos limitados por crestas los unos de los otros.
2) los valles glaciares: que irradian de la zona
principal de recepción.
3) las morrenas de fondo, sedimentos glaciares
que cubren en forma irregular el fondo de los valles, dando lugar a menudo a
elevaciones pequeñas e irregulares alineadas en el sentido del flujo.
4) las morrenas laterales, acumulaciones
sedimentarias "colgadas" de las laderas del valle que frecuentemente
dan lugar a derrumbes en el fondo del valle cuando el glaciar se retira.
5) las morrenas frontales, que marcan el fin de
la lengua glaciar. Debido a las variaciones normales de este límite, suelen
encontrarse en diferentes posiciones asumiendo la forma de elevaciones
transversales al eje del valle.
6) cuando el glaciar se retira, suelen aparecer
lagos detrás de las morrenas frontales. En estos cuerpos de agua se acumulan
alternativamente los materiales groseros (época de la fusión) y finos (épocas
en las que la superficie está helada) con una frecuencia aproximadamente anual.
Estos sedimentos rítmicos son llamados "varves" y cuando se les
encuentra consolidados en rocas reciben el nombre de "varvitas".
7) aguas abajo de las morrenas frontales se
desarrollan los cursos de agua que se nutren de la fusión de la lengua glaciar.
Estos cursos de agua transportan y depositan sedimentos fluvio-glaciares que
ocurren como resultado de la interferencia del dominio glaciar con los dominios
vecinos.
En las áreas cubiertas por inlandsis el modelado
es diferente. En ellas suelen alternar depresiones y elevaciones irregulares no
organizadas hidrográficamente, que una vez fundido el hielo dan lugar la
aparición de multitud de lagos prácticamente sin ninguna jerarquización fluvial
(p.ej. en Finlandia, vastas zonas del Norte de Canadá, etc.). La presencia de
un inlandsis determina además la subsidencia de las áreas continentales
cubiertas. Cuando éste se retira hay un ajuste isostático que puede durar por
varios milenios. Los compartimentos ascienden para recuperar su posición de
equilibrio, dando lugar sobre las márgenes costeras a regresiones marinas
post-glaciares, como sucede por ejemplo actualmente en el golfo de Bothnia.
El dominio periglaciar
Los procesos característicos del ámbito glaciar
prolongan su acción fuera del mismo dando lugar a interferencias con los
ambientes adyacentes.
Los valles glaciares culminan en donde termina la
lengua glaciar. Esta finaliza en lugares distintos según la época del año
(verano o invierno). Por esa razón existe una amplia zona que tiene una
dinámica glaciar solamente una parte del año.
Más allá de la lengua glaciar se desarrollan
corrientes fluviales originadas en el
agua producida por la fusión del hielo de la extremidad del glaciar.
Gran parte del material arrastrado por dichas
corrientes proviene de las morrenas adyacentes.
En las laderas de las zonas no glaciares que
rodean las áreas glaciadas se dan multitud de fenómenos típicos del dominio
glaciar durante ciertas épocas del año. (gelifracción, avalanchas de nieve)
Ello determina un aporte lateral a los thalwegs
que es el resultado de la interferencia de procesos de tipo glaciar con otros
procesos diferentes.
En este dominio que llamaremos
"periglaciar" los procesos determinados del modelado son los
siguientes.
a) En las laderas: hay desagregación de los
materiales del sustrato y fractura de granos por la acción del hielo
(gelifracción); deslizamiento y flujo de los detritos así formados ladera abajo
durante la época de fusión de las nieves y/o lluvias estivales, ablación
superficial durante el período estival. En general la evolución de las laderas
es relativamente rápida.
b) En los thalwegs: hay aporte de materiales
provenientes de las morrenas de los dominios glaciares de altitud adyacentes, y
de las laderas contiguas. En estas funcionan procesos glaciares en las zonas
más altas dando lugar a acumulaciones complejas,. De acuerdo a los aportes y al
caudal en los thalwegs puede haber entalle o relleno aluvial siendo
frecuentemente el primer proceso en las zonas de montaña y el segundo en las
zonas de menor energía de relieve.
En las áreas adyacentes o macizos, o cadenas las
zonas de deyección periglaciar suelen dar lugar a vastas acumulaciones de
detritos de origen a la vez glaciar y periglaciar.
Se trata en general de extensas coberturas de
cantos rodados apenas alterados a veces con materiales más finos cuyo
desarrollo vertical y horizontal suele ser considerable.
Estas formaciones aluviales periglaciares han
sido extremadamente frecuentes en Europa en la zona peri-alpina, así como en
los pie de los montes de las elevaciones menores (Vosgos, selva Negra, Macizo
Central, etc) y en el pie de monte andino en el Sur de América del Sur,
apareciendo bajo la forma de terrazas en los Pirineos en el Rin y en muchos
otros.
La presencia de vastas planicies de origen
aluvial con escasa protección vegetal facilita el desarrollo de una deflación
de las partículas finas (arenas y limos gruesos) y menos seleccionada, mientras
que en el segundo suelen dar lugar a depósitos loéssicos típicos (casi exclusivamente limosos con una
cierta pedogénesis contemporánea a la deposición).
Interferencias en la historia geológica
reciente
Los
límites entre el ámbito glaciar, el
dominio de interferencia periglaciar y las áreas vecinas pertenecientes a otros
dominios son variables y han sufrido oscilaciones y desplazamientos durante los
tiempos geológicos recientes.
Existen grandes áreas, hoy húmedas y templadas
que estuvieron sometidas en los últimos 15.000 años a la acción de los procesos
glaciares, luego periglaciares y sólo más tarde experimentaron la instauración
del clima actual. Como resultado de ello el modelado es el complejo resultado de la interferencia
geológica de varios climas sucesivos. Estos cambios han sido muy frecuentes durante todo el
Cuaternario.
El dominio litoral
Llamaremos dominio litoral a la zona de
discontinuidad entre el ámbito sub-acuático y el sub-aéreo.
Es un área de gradiente considerable que va desde
las zonas donde los procesos actuantes son de tipo continental bien definido
hasta aquellas donde éstos son de tipo oceánico. Uno de los rasgos
fundamentales del dominio litoral es la zonación existente desde el continente
hasta el mar.
Próximo a la zona continental existe un área de
acumulación eólica de partículas arenosas finas que se van haciendo más gruesas
a medida que nos acercamos a la costa.
Paralelamente se aprecia la aparición de formas
dunares que adquieren su desarrollo cerca de la línea de costa. En ellas se
encuentra el área de deflación (playa y adyacencias) fuente de los materiales
arenosos antes citados.
Definimos la playa como la superficie existente
entre la línea de las más altas de las más bajas mareas. Debido a la
inexistencia de cobertura vegetal, los fenómenos de deflación son
extremadamente intensos.
Más allá de la playa existe una zona
permanentemente cubierta por el agua pero a la vez afectada directamente por la
dinámica del oleaje. En ella los materiales son también arenosos haciéndose más
finos a medida que nos alejamos de la costa y el fondo se hace más profundo
hasta llegar a una dominancia limo-arcillosa en plena zona nerítica. La zona
litoral no es estable desde el punto de vista geológico, sino que oscila a lo
largo del tiempo.
Así, existen zonas hoy alejadas del mar que
muestran restos morfológicos, de un nivel marino más elevado, y del mismo modo
hay zonas hoy 0cubiertas por el mar que tienen características típicas de
antiguos litorales.
Esa oscilación geológica del nivel marino es tal
vez el rasgo fundamental del dominio morfogenético litoral.
Los
procesos actuantes.
La dinámica del mar asume en las cercanías de la
costa modalidades diferentes a las que pueden ser apreciadas mar adentro.
El movimiento de las olas en el interior del
océano es un movimiento de formas con oscilación vertical (o aproximadamente
vertical) de las partículas (denominado trocoidal). En la costa se transforma
en un movimiento de translación que determina una dinámica intensa sobre el
fondo en el que actúa.
La erosión marina se debe fundamentalmente a este
fenómeno.
Esa dinámica es muy compleja y puede tener un
saldo erosivo (áreas de erosión marina) o de sedimentación. Hay zonas de la
costa que son susceptibles de ser erosionadas mientras que otras se comportan
en forma opuesta.
Las zonas de erosión son las puntas rocosas,
acantilados y barrancos.
Las principales zonas de acumulación son las
playas, bahías, sabkhas y marismas (cangrejales).
El transporte de los materiales de las zonas de
erosión marina a las de acumulación se efectúa lateralmente a los largo de la
línea de costa por intermedio de un movimiento de las partículas generado por
las olas al romper (oblicuo con relación a la pendiente de la playa al romper,
perpendicular a la pendiente al regresar las aguas). El resultado es un
desplazamiento lateral de las partículas
en dirección a las áreas de acumulación que se llama “deriva litoral”.
Existe además un aporte directo desde el interior
inmediato o más lejano del continente. A menudo los aportes de los cursos de
agua que desembocan en el mar son trasladados a los largo de la costa por este
mecanismo y se generan acumulaciones de volumen considerable.
En el tipo de erosión marina presente influyen
considerablemente las litologías existentes en la costa. Así, p.ej. las rocas
tenaces de difícil desagregación dan lugar con preferencia a puntas rocosas y acantilados, mientras que
las litologías friables pueden formar barrancos y taludes de alturas variables según
el caso.
Influye también la dinámica de los últimos
tiempos geológicos en el área considerada. Esta dinámica puede ser de inmersión
cuando el nivel del mar de los últimos milenios ha ascendido, cubriendo los
relieves continentales preexistentes. Estos últimos aparecerán en las cercanías
del litoral dando lugar a accidentes de las cartas batimétricas y a islas que
no tienen explicación por el mero juego de los procesos litorales.
Así, por ejemplo, los relieves del sistema árido
cubierto por el mar dan lugar a escarpas (retrabajadas luego de la invasión
marina) de origen continental y coronando estas escarpas aparecen las
paleo-superficies no atacadas aún por el retroceso árido de las laderas como
islas mesetiformes dentro del área cubierta por las aguas
Del mismo modo, los valles estallados en climas
húmedos, podrán ser inundados por la transgresión y dar lugar a rías más o
menos profundas, relativamente angostas y con un fondo en V característico, que
paulatinamente se verá colmatado si el nivel marino persiste el tiempo
necesario.
En estos casos de ascenso del nivel marino es
frecuente el arrastre por parte de las aguas en ascenso, de materiales
litorales y continentales hacia los nuevos niveles más elevados dando lugar a
menudo a acumulaciones aparentemente anómalas que tienen ese origen.
Es el caso de las acumulaciones de cantos rodados
en la costa del Sur del Uruguay (dpto de Maldonado) donde se encuentran
acumulaciones de rodados provocadas por la destrucción de las terrazas
fluviales hoy cubiertas por el mar durante la última transgresión post-glacial.
Los fenómenos de ascenso marino provocan a menudo
la aparición de acantilados en las costas. Ello se da especialmente cuando el
ascenso es suficientemente rápido. Los acantilados se desarrollan debido a la
existencia de una dinámica de ablación (marina) al pie del mismo, mucho más
intensa que la ablación superficial o torrencial en la ladera que mira el mar,
esta aumenta de pendiente hasta acercarse a un límite en donde la acción de los
procesos de modelado ligados a la acción de la gravedad (desmoronamientos,
deslizamientos, caídas libres) equilibran la velocidad de ablación de pie del
acantilado, estabilizando la forma del mismo mientras el mar sigue avanzando a
la misma velocidad.
Es de hacer notar que si bien hay una
estabilización (en los grandes rasgos) de la forma, ello no quiere decir que el
acantilado permanezca estático. Por el contrario, la condición "sine qua
non" para existencia de un acantilado es su propio avance.
Si el mar no aumenta su nivel, los propios
derrubios del acantilado van obstaculizando lentamente los procesos erosivos en
la base del mismo hasta que produce su degradación.
Los acantilados vivos implican, además, por todo
lo dicho, un ascenso marino (o una subsidencia del litoral) actual o sub-actual
que es el que posibilita su dinamismo concreto.
Las puntas rocosas, pueden generarse tanto en un
mar en ascenso como en un mar en descenso y si bien son muchos más frecuentes
en las costas de sumersión, pueden encontrárselas también las costas de
emersión.
En los mares de ascenso constituidos por sucesión
de puntas rocosas y playas, las puntas rocosas están asociadas en general a los
interfluvios de los viejos relieves inundados, mientras que las playas se
desarrollan en los thalwegs (llanuras aluviales) por que están protegidas del
oleaje por las puntas que los marginan. Esto da lugar en ellas (las playas) una
dinámica de acumulación preferencial.
Cuando el mar desciende deja abandonados
acantilados, líneas de playa, barrancos, etc. que atestiguan la existencia de
un antiguo nivel.
La acción continental suele degradar lentamente
los vestigios de la acción marina hasta que éstos desaparecen completamente.
En efecto, la existencia de amplias superficies
planas en el mar que oponen una débil resistencia (poco rozamiento) al movimiento
de las masas de aire, hace que en las cercanías de la costa la acción eólica
sea mucho más intensa que en las regiones continentales interiores.
A menudo, los vientos alcanzan grandes
velocidades y ese fenómeno se produce con cierta frecuencia en casi todos los
litorales, dando lugar a una dinámica particular.
El viento que sopla desde el mar encuentra en las
zonas de acumulación de playa, material al alcance de su competencia que puede
ser erosionado hacia el interior.
Es entonces que se produce la deflación de los
granos de arena que el oleaje abandonó en las zonas de acumulación y los
transporta rodando, por saltación o en medio de torbellinos, hacia el interior.
Los granos de arena más gruesos y densos
permanecen a corta distancia de la costa, los más finos y ligeros van mucho más lejos. En algunos casos se
puede percibir un aporte de arenas de origen eólico proveniente del litoral a
varios kilómetros hacia el interior del continente.
Las formas de acumulación que se originan debido
al aporte eólico son variadas y están relacionadas a la vez con la cantidad de
aporte recibido, con el tamaño de grano de las partículas, con la selección de
las mismas y con las modalidades de la dinámica eólica existente en el área de
acumulación.
En las proximidades de la playa tienden a
desarrollarse formas dunares relativamente elevadas, que van disminuyendo su
tamaño hacia el interior.
Muchas veces las zonas dunares que se encuentran
en el interior dejan de recibir aportes y comienzan a desenvolverse procesos de
degradación de las formas dunares ( dunas degradadas) hasta su total
desaparición.
El conjunto de todos estos procesos (erosión,
transporte y acumulación marinas; formación de acantilados, barrancos, puntas
rocosas y playas; deflación en estas últimas y acumulación eólica con formación
de dunas o no; retransporte de los materiales recibidos de los cursos de agua
que desembocan en el litoral) determina la complejidad de este dominio
morfogenético en donde si bien existen interferencias de procesos existentes en
los otros dominios, su combinación asume tales caractéristicas que justifican
su consideración particular.
El ámbito sub-acuático
El dominio océanico
Cuando el océano cubre una porción de la
superficie terrestre se produce en ella un cambio sustancial de la dinámica
morfogenética.
Es tal vez el salto cualitativo más importante,
en materia de procesos actuantes y de formas resultantes, que existe en la
superficie terrestre.
El modelado oceánico es fundamentalmente un
modelado de acumulación. Los océanos son la gran cubeta de decantación
planetaria.
Acumulaciones de arcillas, barros, limos,
micro-organismos y concreciones se dan en forma habitual en todos los océanos,
dando lugar a la cobertura del sustrato rocoso en la mayor parte de los fondos.
El resultado de ello es el desarrollo de vastas
llanuras de acumulación. Los estratos así depositados son prácticamnte
horizontales y tienen un gran desarrollo lateral.
Desde el punto de vista geológico los fondos
marinos son el lugar de génesis de la inmensa mayoría de los sedimentos y rocas
sedimentarias hoy existentes sobre la faz de la tierra.
Además, de lo anteriormente expuesto, estas
acumulaciones tienen características que permiten diferenciarlas fácilmente de
los depósitos continentales.
a) su gran desarrollo horizontal
b) su homogeneidad mucho mayor
c) su granulometría (promedialmente más fina)
d) su composición mineralógica (la mineralogía de
las
arcillas es sensiblemente diferente).
e) la presencia de gran cantidad de concreciones,
que en la tierra no se presentan de la misma forma (por ej. concreciones de
magnesio).
f) la vida
acuática es distinta, valvas más
robustas, por la mayor facilidad de extracción del carbonatos por los seres
vivos, y, con frecuencia. más abundantes.
Junto a estas áreas en donde el modelado de
acumulación es predominante existen otras en donde se han desarrollado relieves
extremadamente fuertes, verdaderas zonas "montañosas" anegadas.
En ellas es frecuente encontrar el sustrato
aflorando directamente sin coberturas sedimentarias.
Entre los relieves fuertes de los fondos marinos
vale la pena señalar los siguientes:
1) el borde de las plataformas continentales (o
talud ) con pendientes de 4-5 %.
2) las crestas dorsales.
3) las acumulaciones volcánicas aisladas.
4) las cadenas sumergidas, que a son menudo
prolongación de las cadenas montañosas continentales.
Morfología
Si bien el acceso a las macro-formas es
relativamente sencillo, no se puede decir lo mismo en cuanto al meso-formas y micro-formas, que son de
difícil determinación con los métodos actuales.
De todos modos, en las áreas de menor profundidad
ha sido posible la observación de ciertos números de meso-formas y
micro-formas-
Entre las meso-formas más definidas se destacan los cañones submarinos.
Estos son valles de laderas empinadas que nacen
en "circos" en plena plataforma continental, y se prolongan en el
talud hasta desembocar en los fondos oceánicos
propiamente dichos.
Aparentemente su origen no es sub-acuático sino
sub-aéreo y la cobertura oceánica sólo ha posibilitado la conservación de las
formas generales, y aprovechándola tienen lugar procesos particulares de las
zonas de talud que en otras partes no son tan frecuentes (como las corrientes
de turbidez).
Procesos comunes a los
ámbitos sub-aéreos y sub-acuáticos
La acción de la tectónica es ostensible en ambos
ambientes . En el fondo marino se expresa a través de los siguientes fenómenos.
a) desarrollo de escarpas de falla
b) existencia de zonas de subsidencia (fosas)
c) existencia de zonas de ascenso (mesetas)
d) área de levantamientos producidos por
plegamientos de
corteza (cadenas sumergidas).
e) fracturas de dimensiones planetarias de
actividad
importante p.ej. cresta dorsal, sub-atlántica)
que dan
lugar a cadenas volcánicas sumergidas.
f) acumulaciones volcánicas aisladas, como por
ejemplo, volcanes sumergidos, localmente sus cimas pueden asomar sobre el nivel
de las aguas dando lugar a islas. Este es un fenómeno frecuente en el Océano
Pacífico.
Otros
procesos.
Uno de los procesos generadores de formas que se
dan en este dominio en forma exclusiva es el de la formación de arrecifes de
origen biológico.
Los arrecifes coralinos pueden elevarse varios
cientos de metros sobre el fondo marino subyacente dando lugar a relieves
típicos. Este proceso es frecuente en los mares cálidos (costas de Australia,
zonas del Pacífico occidental, etc.)
Las corrientes de densidad son un fenómeno muy
importante aunque mal conocido que se da con mucha mayor frecuencia que el
mencionado precedentemente.
Se sabe que existen en las zonas de talud
corrientes de aguas más densas por temperaturas y/o presencia de partículas en
suspensión que descienden hacia las zonas abisales.
Si bien se conoce su existencia se ignora cual es
su potencial morfogenético.
Las corrientes de turbidez son corrientes de
densidad de características particulares. En ellas las partículas en suspensión
son tantas que el elemento resultante es un líquido denso y viscoso que
desciende a gran velocidad pegado a la superficie del fondo marino.
Cuando existen cañones submarinos, estas
corrientes los pueden aprovechar.
Probablemente con la consecuencia del
desenvolvimiento de acumulaciones sedimentarias en los bordes de la plataforma.
Podemos suponer que estas acumulaciones más allá
de cierto límite de pendientes, pueden quedar en un cierto equilibrio
inestable. El desencadenamiento de la corriente de turbidez puede estar
vinculado a un mismo (como ha sido el caso de varias rupturas de cables
submarinos en el transcurso de este siglo) o simplemente a la transposición de
cierto umbral más allá del cual la corriente comienza a funcionar.
Sea cual sea su origen, el hecho de su existencia
es innegable y es muy probable que como B.A. De allí su importancia
morfogenética en la zona de talud son considerables.}
Interferencia con otros
dominios
Las posibilidades de interferencia con otros
dominios se dan exclusivamente en la zona litoral.
Es en ella en donde se da la discontinuidad del
ambiente sub-aéreo con el ambiente sub-acuático.
Consideramos de tal importancia dicha
discontinuidad que preferimos hacer de ella un dominio separado, caracterizado
precisamente por eso: la existencia de la discontinuidad mar-continente.
Consideramos que existen varias formas posibles
de interferencia y que en todas ellas se dan a escala geológica.
La forma de interferencia más importante es la
que se produce cuando un ambiente de morfogénesis sub-aéreo es cubierto por el
mar.
Tal vez la presencia de cañones submarinos en el
talud sea el resultado de la persistencia de viejos relieves de borde
continental generados en ambientes sub-aéreos retocados por ciertos procesos de
índole oceánico.
En las áreas de plataforma es frecuente la
observación de valles fluviales hundidos, con sus respectivas terrazas,
planicies aluviales, etc.
La interferencia del dominio oceánico con el
litoral es mucho más frecuente y se da casi siempre en la zona nerítica actual.
Playas y acantilados costeros sumergidos han
podido ser observados en diversas plataformas continentales.
Se
pueden considerar también formas de interferencias del dominio oceánico y
litoral, gran parte de los procesos que se dan en los arrecifes
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