Capìtulo 3 (Tercera parte) Agua y relieve
Las formas de la superficie de la Tierra
La consideración de las formas de la superficie
terrestre dependen fundamentalmente de la escala de observación de las mismas. Teóricamente
las gamas de escalas de observación o niveles escalares que pueden utilizarse
en el estudio de las formas son innumerables. En la práctica, es necesario
limitar el número de escalas de observación para poder precisar las ideas.
La dificultad consiste en la selección precisa de
cada nivel de escalas de observación a utilizar.
Consideramos que a cada nivel escalar corresponde
un " rango " entre dos "umbrales" a partir de los cuales
cambiamos de nivel.
Llamaremos espectro escalar el conjunto de
niveles con sus rangos y umbrales correspondientes. Hablar de escala implica
hablar de posibilidad de resolución.
Entendemos por tal, la capacidad de diferenciación de los objetos diferentes.
Al elegir una escala estamos también eligiendo un
"ambito de resolución". Así, por ejemplo, a escala 1/1000 podemos
diferenciar entre sí objetos de dimensiones (del orden de) variables entre 10
m. y 1000 m aproximadamente.
Por debajo de 10 m y por encima de 1000 m la
resolución disminuye sensiblemente.
Aunque ciertos detalles comienzan a perderse, a
escala 1/20.000 pueden observarse aproximadamente las mismas cosas que a
1/10.000.
A 1/30.000 ya comienzan a notarse diferencias
importantes que a 1/50.000 se harán más notorias. Pero desde el punto de vista de la observación
de ciertos fenómenos las escalas que van de 1/10.000 a 1/100.000 pueden considerarse un único nivel escalar.,
en el que se pueden aplicarse, grosso modo, técnicas y métodos de
interpretación similares (aunque no necesariamente idénticos).
En una primera aproximació al estudio de las
formas nosotros consideraremos 3 niveles escalares principales: las
macro-formas (identificables a escalas menores a 1/100,000), las meso-formas
(entre 1/10,000 y 1/100,000 y las microformas (menores de 1/10,000)..
Las macro-formas.
Las macro-formas se subdividen en cuatro
categorìas principales: las de dinámica positiva, las de dinámixa negativa, las
de dinámica compleja y las macro-formas volcànicas. Todas ellas, a su vez, se
distinguen de acuerdo a la rigidez o tipo de comportamiento tectónico. En el
cuadro que sigue se describen las principales macro-formas existentes en las
superficiese continentales.
Macro.formas de dinámica
positiva
De
comportamiento rígido: Altiplanos elevados
Altipeneplanos elevados
Altiplanos de altitud media.
Altipeneplanos
de altitud media.
Altiplanos
bajos.
Altipeneplanos bajos.
De
comportamiento no rígido: (pliegues,
fracturas frecuentes)
Macizos (áreas no alargadas) (de altitud variable).
Cadenas (áreas alargadas) (de
altitud
variable).
Macro-formas de dinámica
negativa
De
comportamiento rígido (aunque con fracturas posibles) Fosas
tectónicas
Cubetas
tectónicas
De
comportamiento no rígido
Sinclinales
Macro-formas de dinámica
compleja
Zonas
de basculamientos
Con
desarrollo de cuestas
Sin
desarrollo de cuestas
Zonas
heterogéneas de ascensos y descensos combinados
fracturadas
y/o plegadas.
Macro-formas
de origen volcánico
Las meso-formas
Las principales meso-formas
Existen varios tipos de formas de dimensiones
medias clasificadas de acuerdo a su origen.
Ellas son: formas de agradación, de degradación,
de origen volcánico, de origen meteórico, kársticas, antrópicas, etc.
Meso-formas de agradación y de degradación.
Existen fundamentalmente los siguientes tipos:
a) Las de origen eólico (dunas, lomitas de loess,
cubetas de deflación, planicies de acumulación lacunar, valles, thalwegs menores,
etc.).
Es importante señalar que las formas de
eologénesis son raramente de dimensiones medias. La eologénesis tiende a
provocar más bien un modelado de detalle.
La hidrogénesis de las formas, en cambio, ataca
profundamente la superficie (ya sea a través del entalle, ya sea a través de la
ablación de las laderas, ya sea a través de ambos procesos) y da lugar a la
aparición de meso-formas. Recordamos que las macro-formas son preferentemente
de origen tectónico-litológico.
Por regla general las formas de hidrogénesis de
agradación son planas muy débilmente inclinadas o planas horizontales.
Las formas de degradación en cambio son rara vez
planas horizontales, mostrando casi siempre una inclinación de cierta magnitud
con relación al plano horizontal.
Habitualmente cuando se encuentra en el perfil
transversal de un valle, zonas horizontales o casi horizontales débese pensar
más bien en una hidrogénesis de agradación, mientras que las partes en
pendientes, deben vincularse a la hidro-morfogénesis de degradación.
De todos modos, es preciso tener en cuenta que
existen formas de degradación horizontales determinadas por cierta estructura
(por ejemplo) el caso de las capas duras horizontales que pierden por
degradación la cobertura de formaciones friables más modernas).
En la interpretación del paisaje uno de los
métodos más adecuados consiste en la búsqueda de formas de hidrogénesis de
agradación ( en la práctica: formas planas más o menos horizontales) a
altitudes variables, luego intentar separar varias series de dichas formas, y
posteriormente identificar los depósitos con los que dichas formas han sido
construídas.
Esto último, permite tener una idea del medio de
sedimentación, así como del ambiente climático imperante durante la misma.
También suele ser posible reconstruir las diferentes cuencas existentes en el
momento de la sedimentación.
Una etapa posterior es la de establecer cuales
son las formas de degradación existentes entre las sucesivas formas de
agradación: Ello permite identificar el ambiente en que la degradación se
produjo.
Es importante estudiar el tipo de alteración
sufrido por los materiales superficiales de las formas de agradación
conservadas.
Dicha alteración es el resultado de la
sobreimposición de procesos de hidrólisis, neoformación de minerales
arcillosos, etc, procesados durante períodos a pedogénesis dominante
posteriores a la generación de la forma considerada.
Un hecho importante a recordar es que todo forma
de agradación lleva en sí un depósito con el que ha sido construida.
Por lo tanto la acción posterior de la dinámica
del paisaje podrá provocar tres tipos de modificaciones:
a) alteración de los materiales sin modificación
de la forma.
b) degradación de la forma.
c) fosilización de la forma bajo nuevos
depósitos.
Desde el punto de vista del método de
interpretación en el campo interesa utilizar los procesos a) y b) en forma
combinada para reconstruir lo que pasó después del depósito considerado.
El numeral a) (alteración de los materiales) se
correlaciona generalmente con procesos de incisión en los thalwegs principales.
El numeral b) se correlaciona en cambio con
acumulaciones en los thalwegs principales, o en las cuencas de acumulación-
sedimentación adyacentes.
Es preciso insistir que hay que correlacionar
siempre las formas de degradación de los materiales con los depósitos de éstos
en thalwegs principales y cuencas de sedimentación.
Dicho en otros términos: tener presente que las
formas de acumulación aquí, son el producto de formas de erosión allá, y que
toda forma de erosión dará como resultado una forma de acumulación en otra
parte.
Meso-formas de origen
volcánico
Las meso-formas de origen volcánico se dan sólo
en regiones de actividad reciente y actual. Son el resultado de la acumulación
de lavas, escorias, cenizas y otros materiales efusivos.
Una de las formas más frecuentes de origen
volcánico es el cono volcánico.
Este es una masa de forma aproximadamente cónica
que aparece a menudo como una forma relativamente "postiza" en un
relieve modelado por los agentes de superficie.
El cono volcánico está constituido por una
chimenea principal, y eventualmente otras secundarias ( que son los conductos
de pasaje de los materiales eyectados ) y de un cráter.
Las coladas laterales cuando fluyen más allá del
cono propiamente dicho pueden dar lugar a formas particulares en el fondo de
los valles por donde corren.
En todos los casos en que aparecen formas
volcánicas se desarrollan complejos procesos de interferencia con los
mecanismos del sistema morfogenético imperante en el lugar.
Esta interferencia se manifiesta por la
degradación de las formas volcánicas características hasta su eliminación del
relieve.
Esta tendencia puede ser más o menos acelerada,
aunque es de hacer notar que la destrucción de un cono de ciertas dimensiones
puede llevar varios cientos de miles y aún millones de años.
Meso-formas
de origen meteórico.
Estas formas de dimensiones medias son poco
frecuentes, conociéndose solo unas pocas a lo largo de la superficie de la
Sierra.
Ello se debe a que el ritmo de generación de las
mismas es muchísimo más lento que la intensidad con que actúan las fuerzas de
degradación.
Es obvio que es la superficie de otros planetas
en donde la de degradación de las formas se produzca con mucho mayor lentitud
las formas de origen meteórico pueden persistir (es el caso de las formas de la
superficie lunar).
No es el caso de nuestro planeta, en donde además
del rol "protector" de la
atmósfera existe un complejo de fuerzas de degradación de acción relativamente
intensa, que impide la conservación de dichas formas.
El cráter meteórico de Arizona (E.E.U.U.) que
tiene 1.200 ms. de ancho por 180 de profundidad es tal vez el mejor ejemplo de
forma de origen meteórico.
Se trata de un amplio cráter de paredes
escarpadas (tanto hacia el interior como hacia el exterior) estando las paredes
constituidas por materiales desalojados por el bólido cuando el impacto. El
cuerpo meteórico en sí está enterrado debajo del cráter. Otro ejemplo típico es
el lago de Guatavita cerca de Bogotá, Colombia, que se supone fue el que
inspiró la famosa leyenda de El Dorado..
Otros cráteres meteóricos menores se
desarrollaron durante la lluvia de meteóricos férricos de Sijote-Alín
(U.R.S.S.) de los cuales el mayor tiene 28 ms. de diámetro y 6 ms. de
profundidad.
Meso-formas
de origen kárstico.
Estas formas son características de áreas con
sustrato calcáreo.
Se originan debido a las particulares propiedades
de las rocas calcáreas que además de fracturarse con cierta facilidad se
disuelven cuando se dan ciertas condiciones de Ph y temperatura.
Las existencia de fracturas posibilita la
circulación freática de aguas, las cuales se agrandan al solubilizarse los
carbonatos hasta transformarse en grietas de espesor considerable.
A su vez la disolución del calcáreo agranda las
grietas que lentamente aumentan de tamaño hasta transformarse en verdaderos
sistemas de grutas, facilitando así la circulación subterránea del agua.
En ciertos casos el techo de una gruta puede
ceder dando lugar a la aparición de depresiones en superficie.
Este es uno de los posibles orígenes de las
depresiones que caracterizan el modelado kárstico.
Otras características de la morfogénesis kárstica
son:
a)
infiltración muy importante
b)
circulación preferentemente freática
c)
funcionamiento combinado de la red hidrográfica de superficie y subterránea;
frecuentemente existencia de cursos de agua que desaparecen en superficie y
continúan en forma subterránea, el proceso inverso también es cierto.
Meso-formas de origen antrópico
Son las originadas directa o indirectamente por
la acción humana.
Las meso-formas antrópicas positivas ocurren en
donde se han depositado materiales ( ya sea rellenando una antigua depresión o
generando una forma positiva por encima de una área no deprimida). Este tipo de
formas es frecuente en las cercanías de las canteras y minas (por acumulación
de la ganga) así como en ciertos establecimientos industriales que
"producen" gran cantidad de deshechos sólidos no perecederos.
Otras meso-formas han sido generadas por la modificación
radical de uno o más cursos de agua. En este caso la acción puede manifestarse
a través del represamiento de una corriente de agua (debido a la creación de
una meso-forma positiva: el dique) o del desvío de ésta (creación de un
complejo de meso-formas que lo permiten: diques, canales, etc.)
En el primer caso se origina un espejo de aguas
de tipo lacustre (embalse) aguas arriba del dique que provoca un cambio
fundamental de la mecánica hidrológica con importante incidencia
geomorfológica. Se sustituye una dinámica de pie de ladera condicionada por la
erosión fluvial, por una dinámica de litoral lacustre; se produce sedimentación
en el embalse de gran parte los materiales provenientes de la cuenca, se
interrumpe la erosión fluvial remontante en el sitio del dique y del embalse,
etc.
Las micro-formas.
Entendemos por micro-formas, todas aquellas
formas susceptibles de ser observadas a escalas menores a 1/10.000. En la
práctica se trata de accidentes de dimensiones variables entre algunos
decímetros y algunas decenas de metros,
sin precisar más.
Debido a su pequeño tamaño la acción antrópica
incide intensamente en ellas.
Existen regiones muy humanizadas en donde
prácticamente todas las micro-formas son de origen antrópico (surcos de arado,
canales de riego, construcciones de diversos tipos, pequeñas canteras, rutas
pequeñas y caminos, acumulaciones de deshechos, etc.)
En las áreas en donde la influencia del ser
humano no se ha dejado sentir en forma intensa se desarrollan múltiples
micro-formas de origen no antrópico, que en las áreas muy pobladas son muy
dificiles de detectar por la imprenta humana casi siempre presente.
Estas pueden estar relacionadas con la acción de
animales (termiteros, cuevas, etc.), o vegetales ( p. ej. pequeñas depresiones
generadas luego de la caída de un árbol en el sitio que éste ocupaba).
e) red hidrográfica de superficie desorganizada,
aparentes endorreismos frecuentes, que no son sino depresiones de infiltración
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