Capítulo 7
La raíz gallega
Rosalía Cambeiro era una joven muy
simpática y emprendedora. Desde que se enteró del viaje de los hermanos trató
de convencer a sus padres que la dejaran viajar con ellos. Doña Dolores pensaba
que sería bueno que los muchachos viajaran acompañados por una mujer que podría
atenderlos en aquellas cosas que los hombres no sabían hacer.
La decisión fue tomada y los tres
hermanos partieron en la lancha que los llevaba de Noia al puerto de Vigo.
El buque con los hermanos Cambeiro
partió en el principio del invierno europeo de 1868. Su destino final era
Montevideo.
Como de costumbre, la nave hizo escala
en Tenerife y Río de Janeiro y a las tres
semanas de partir, en un amanecer en los primeros días del nuevo año, se
pudo apreciar a la distancia, asomando entre las brumas del Río de la Plata, la
silueta de la ciudad de Montevideo con sus casas blancas, su cerro y la amplia
bahía.
En unas pocas horas estaban entrando a
puerto.
Para los ojos de los jóvenes gallegos la
Bahía de Montevideo se parecía a la ría de Vigo aunque más ancha. Ninguno de
ellos había estado fuera de Galicia, conocían las tres principales ciudades del
oeste de la región, Vigo, La Coruña y Santiago y muy poco más.
El cambio era muy grande y experimentaban
una extraña sensación por estar tan lejos de los paisajes familiares.
Vieron que la ciudad estaba construida
en una península igual que La Coruña adonde habían viajado en una oportunidad
durante la fiesta de las Hogueras de San Juan en el principio del verano del
norte.
Lo habían hecho en una diligencia tirada
por seis caballos.
Hacía tiempo que había líneas regulares
de diligencia entre las principales ciudades de Galicia. Rosalía recordaba que
había viajado toda la familia incluyendo la abuela Clara. Decía siempre su
padre que habían pagado 200 reales por el viaje y que era considerado por todos
como la gran experiencia familiar.
En aquella oportunidad permanecieron
durante una semana en la casa de un primo de su madre.
Llegaron a Montevideo a principios de enero de 1869 en pleno verano del Sur. Una pequeña embarcación los trasladó desde el barco a los muelles principales donde había numerosas personas esperando a los recién llegados. Entre ellas se encontraba toda la familia del tío Ernesto. El tío se había casado con una criolla hacía ya unos años y tenía tres hijas nacidas en el país.
Vivía en una casa grande en la vieja
calle Cerrito, antiguamente llamada San Luis, haciendo esquina con la calle del
Juncal. En los fondos de la casa, que
daba sobre la Calle de las Piedras, se había instalado un aserradero donde se
fabricaban pipas y barricas que eran utilizados para fragmentar y vender
productos de importación líquidos o a granel como vino, aceite, azúcar y yerba.
.
Los varones fueron empleados por su tío, en el aserradero, donde ayudaban controlando la carga y descarga de mercadería.
Rosalía permanecía con sus primas dentro
de la casa dedicada a realizar labores que se consideraban adecuadas para las
señoritas en esa época: tejer, bordar, cocinar y otras tareas similares.
En el año 1869, cuando llegaron los
hermanos Cambeiro a Montevideo, la República del Uruguay estaba viviendo una
situación política difícil. A pesar de la prosperidad económica que existía en
el país, la ciudad estaba sometida a un gobierno autoritario y prepotente.
Hacía poco se había producido el asesinato del Presidente de la República,
Venancio Flores, que fue seguido por la persecución y muerte de numerosos
opositores. El nuevo gobierno de Lorenzo Batlle no había logrado controlar la
situación y al año siguiente estallaría la llamada “revolución de las lanzas”
acaudillada por Timoteo Aparicio.
A pesar de la inestabilidad política, que habría
de continuar por varios años, la
situación económica del país se mantenía estable y la economía se expandía.
Fue en esos años que se estableció la
primera empresa de industrialización de carnes utilizando el proceso de ´Von
Liebigs”, localizada sobre el río Uruguay en Villa Independencia donde se abrían oportunidades de empleo en la
nueva industria.
Villa Independencia, también conocida como pueblo Fray Bentos, se comunicaba con Montevideo a través de una
línea de buques fluviales que llegando hasta la ciudad de Salto hacísn escala en
los improvisados muelles de la Villa.
Había posibilidades de trabajo para
hombres y mujeres, y Egidio, el hermano menor, decidió tentar fortuna en esa
creciente industria.
Apenas dos años después su hermana lo acompañaría y llegaría a Villa Independencia para comenzar una nueva vida.
(continúa)
De la novela histórica "De todas partes vienen", D.A., Piriguazú Ediciones, disponible en el cel. 099344471.
Apenas dos años después su hermana lo acompañaría y llegaría a Villa Independencia para comenzar una nueva vida.
(continúa)
De la novela histórica "De todas partes vienen", D.A., Piriguazú Ediciones, disponible en el cel. 099344471.
No hay comentarios:
Publicar un comentario