miércoles, 27 de diciembre de 2017



El Reino de David y Salomón estaba en el Sur de Arabia  

El Reino de David y Salomón no estaba situado en el territorio actual de Palestina o Israel tal como se afirma generalmente sino en el Sur de Arabia.
Allí se encuentran los antiguos países árabes del Hejaz, el Nejd y hacia el Sur el Asir que linda con las tierras de Yemen. De acuerdo al investigador libanés Kamal Salibi es precisamente en el rincón sudoriental del Asir y en las comarcas vecinas del Hejaz y del Nejd que sucedieron los hechos relatados en los libros de las religiones judeo-cristianas sobre la antigua historia del pueblo israelita. 

El Hejaz, tierra de profetas
Al Hejaz o simplemente Hejaz es el territorio más tradicional de la península arábica.
Allí tuvieron lugar los acontecimientos que dieron lugar a la aparición y desarrollo del Islam. En Al Hejaz predicó Mahoma, en el Hejaz están La Meca y Medina, a esa región concurren todos los años millones de musulmanes para cumplir su peregrinación a los sitios sagrados.
Al Hejaz69, que quiere decir “la barrera” en árabe, está ubicada a lo largo de una imponente escarpa que acompaña, a una cierta distancia, la estrecha llanura litoral de Arabia sobre el Mar Rojo, conocida como Tihama.                           
Al pie de la escarpa se encuentra La Meca, capital religiosa del Islam. A pocas decenas de kilómetros  hacia el oeste, está Jedda que es la ciudad con mayor población de Arabia Occidental (aproximadamente 5 millones de habitantes en la actualidad) y el principal puerto del país sobre el Mar Rojo. En Jedda y La Meca el verano es muy caliente con temperaturas elevadas que pueden rondar los 45 grados centígrados al mediodía. Próxima a La Meca, pero en la parte elevada de la escarpa montañosa, a 1880 metros de altitud, se encuentra la ciudad de Ta’if que debido a su clima más benigno  es utilizada como capital de verano. por las autoridades sauditas.
Al sur del Hejaz, a unos 200 kilómetros de Taif, comienza el Asir, un país con mucha historia, aunque poco conocido.
Asir quiere decir “difícil” en árabe. El nombre está rel
acionado con su geografía quebrada y sus dificultosas comunicaciones terrestres. Se trata de una región de relieves escarpados, con montañas y laderas muy empinadas, sembrada de antiguas terrazas de cultivos abandonadas y numerosas y elevadas torres de piedra.
 El Asir tiene un pasado de gran riqueza y profundidad histórica. A diferencia de Al Hejaz, muy conocido por ser la tierra natal de Mahoma y el lugar del surgimiento del Islam, la historia del Asir permanece relegada a un segundo plano.
Al este del Hejaz y del Asir está el territorio del Nejd, situado en una extensa región árida y poco poblada. Históricamente sus habitantes se concentraron en unos pocos oasis relacionados con la presencia de manantiales o acuíferos cercanos a la superficie. En uno de estos oasis se desarrolló la ciudad de Riyad, que es hoy la capital política del Reino de Arabia Saudita. 

El monoteismo surgió en Arabia
Hay indicios que permiten deducir que fue precisamente en las tierras del corazón de Arabia, Al Hejaz, el Asir y el vecino Nejd, que se iniciaron las principales religiones monoteístas del mundo. Ciertos datos documentales y toponímicos llevan a pensar que fue en estos países que tuvieron su origen las antiquísimas corrientes religiosas hebreo-israelitas y sus derivados históricos, el judaismo, el cristianismo, el Islam y la antigua religión de Etiopía.
La creencia generalmente aceptada sostiene que los eventos descriptos en los relatos bíblicos ocurrieron en las tierras del Cercano Oriente, en el país denominado Palestina o Israel. Del mismo modo se suele aceptar que la primitiva ciudad de Jerusalén, donde habitaron los reyes David y Salomón, cuya edad sería superior a 3,000 años, es la misma población que fue reconocida como tal durante la época romana, en tiempos posteriores y hasta el día de hoy.
Sobre este tema últimamente han aparecido opiniones discordes. Desde fines del siglo XX algunos autores notaron contradicciones entre los sitios mencionados en los libros sagrados judíos y cristianos y la toponimia contemporánea de Palestina e Israel
Hay indicios que permiten deducir que fue precisamente en las tierras del corazón de Arabia, Al Hejaz, el Asir y el vecino Nejd, que se iniciaron las principales religiones monoteístas del mundo. Ciertos datos documentales y toponímicos llevan a pensar que fue en estos países que tuvieron su origen las antiquísimas corrientes religiosas hebreo-israelitas y sus derivados históricos, el judaismo, el cristianismo, el Islam y la antigua religión de Etiopía.
La creencia generalmente aceptada sostiene que los eventos descriptos en los relatos bíblicos ocurrieron en las tierras del Cercano Oriente, en el país denominado Palestina o Israel. Del mismo modo se suele aceptar que la primitiva ciudad de Jerusalén, donde habitaron los reyes David y Salomón, cuya edad sería superior a 3,000 años, es la misma población que fue reconocida como tal durante la época romana, en tiempos posteriores y hasta el día de hoy.
Sobre este tema últimamente han aparecido opiniones discordes. Desde fines del siglo XX algunos autores notaron contradicciones entre los sitios mencionados en los libros sagrados judíos y cristianos y la toponimia contemporánea de Palestina e Israel.
Al mismo tiempo, ciertos investigadores, en particular el académico libanés Kamal Salibi[1], encontraron similitudes curiosas entre los nombres de los lugares bíblicos de la época salomónica y la nomenclatura geográfica de Arabia suroccidental y central.
Las páginas que siguen exponen sintética y parcialmente algunas de las ideas expuestas por Salibi en sus múltiples publicaciones y que últimamente ha difundido en su blog en Internet.70
La región sudoccidental y central de Arabia, que incluye Al Hejaz, el Asir y el Nejd, está vertebrada hacia el oeste por la imponente escarpa montañosa de As-Surat. Estos territorios se extienden a lo largo del borde occidental de Arabia, entre Yemen y Tabuk. Allí se ubicaría, según Salibi, el país natal de los patriarcas bíblicos.
La hipótesis se basa en las repetidas inconsistencias de los diversos libros religiosos judíos y cristianos cuando se refieren a los paisajes geográficos recorridos por los profetas y a la falta de evidencias arqueológicas en Palestina, Siria, Iraq y Egipto que pudieran confirmarlos.
Salibi y otros autores llegaron a la conclusión polémica de que la tierra bíblica de Abraham, David y Salomón era Arabia, y arribaron a esta hipótesis con diferentes métodos de análisis e investigación.  Del mismo  modo consideraron que la antigua ciudad de Jerusalén, la que se menciona en los libros, también habría estado ubicada en la península arábiga.
Jerusalén es un nombre judeo-cristiano que se refiere a una urbe que ha jugado un rol protagónico en la historia religiosa de los pueblos del Oriente Cercano. Según algunos autores quiere decir casa de la paz (jeru salem) o casa de salem (dios del sol poniente en las religiones semíticas). [2],71    




[1]  K.Salibi escribió en su blog: Zion era la ciudad de David y subsecuentemente la capital de Salomón y los reyes de Judah que lo sucedieron, ubicada en las alturas montañosas de Qa’wat Siyan en las cercanías de Jerusalem, las Alturas de Rijal Alma, al sur de las elevaciones que rodean la ciudad actual de Abha. Jerusalem estaba situada adyacente a este Zion en dirección norte” Referencia: 

[2]  Probablemente emparentada con el lenguaje edomita del noroeste de la península arábiga.

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