El Reino de
David y Salomón estaba en el Sur de
Arabia
El Reino de
David y Salomón no estaba situado en el territorio actual de Palestina o Israel
tal como se afirma generalmente sino en el Sur de Arabia.
Allí se encuentran
los antiguos países árabes del Hejaz, el Nejd y hacia el Sur el Asir que linda
con las tierras de Yemen. De acuerdo al investigador libanés Kamal Salibi es
precisamente en el rincón sudoriental del Asir y en las comarcas vecinas del
Hejaz y del Nejd que sucedieron los hechos relatados en los libros de las
religiones judeo-cristianas sobre la antigua historia del pueblo
israelita.
El Hejaz, tierra
de profetas
Al Hejaz o
simplemente Hejaz es el territorio más tradicional de la península arábica.
Allí tuvieron
lugar los acontecimientos que dieron lugar a la aparición y desarrollo del
Islam. En Al Hejaz predicó Mahoma, en el Hejaz están La Meca y Medina, a esa
región concurren todos los años millones de musulmanes para cumplir su
peregrinación a los sitios sagrados.
Al Hejaz69, que
quiere decir “la barrera” en árabe, está ubicada a lo largo de una imponente
escarpa que acompaña, a una cierta distancia, la estrecha llanura litoral de
Arabia sobre el Mar Rojo, conocida como Tihama.
Al pie de la
escarpa se encuentra La Meca, capital religiosa del Islam. A pocas decenas de
kilómetros hacia el oeste, está Jedda
que es la ciudad con mayor población de Arabia Occidental (aproximadamente 5
millones de habitantes en la actualidad) y el principal puerto del país sobre
el Mar Rojo. En Jedda y La Meca el verano es muy caliente con temperaturas
elevadas que pueden rondar los 45 grados centígrados al mediodía. Próxima a La
Meca, pero en la parte elevada de la escarpa montañosa, a 1880 metros de
altitud, se encuentra la ciudad de Ta’if que debido a su clima más benigno es utilizada como capital de verano. por las
autoridades sauditas.
Al sur del Hejaz,
a unos 200 kilómetros de Taif, comienza el Asir, un país con mucha historia,
aunque poco conocido.
Asir quiere
decir “difícil” en árabe. El nombre está rel
acionado con su geografía quebrada
y sus dificultosas comunicaciones terrestres. Se trata de una región de
relieves escarpados, con montañas y laderas muy empinadas, sembrada de antiguas
terrazas de cultivos abandonadas y numerosas y elevadas torres de piedra.
El Asir tiene un pasado de gran riqueza y
profundidad histórica. A diferencia de Al Hejaz, muy conocido por ser la tierra
natal de Mahoma y el lugar del surgimiento del Islam, la historia del Asir
permanece relegada a un segundo plano.
Al este del Hejaz
y del Asir está el territorio del Nejd, situado en una extensa región árida y
poco poblada. Históricamente sus habitantes se concentraron en unos pocos oasis
relacionados con la presencia de manantiales o acuíferos cercanos a la
superficie. En uno de estos oasis se desarrolló la ciudad de Riyad, que es hoy
la capital política del Reino de Arabia Saudita.
El monoteismo
surgió en Arabia
Hay indicios que
permiten deducir que fue precisamente en las tierras del corazón de Arabia, Al
Hejaz, el Asir y el vecino Nejd, que se iniciaron las principales religiones
monoteístas del mundo. Ciertos datos documentales y toponímicos llevan a pensar
que fue en estos países que tuvieron su origen las antiquísimas corrientes
religiosas hebreo-israelitas y sus derivados históricos, el judaismo, el
cristianismo, el Islam y la antigua religión de Etiopía.
La creencia
generalmente aceptada sostiene que los eventos descriptos en los relatos
bíblicos ocurrieron en las tierras del Cercano Oriente, en el país denominado
Palestina o Israel. Del mismo modo se suele aceptar que la primitiva ciudad de
Jerusalén, donde habitaron los reyes David y Salomón, cuya edad sería superior
a 3,000 años, es la misma población que fue reconocida como tal durante la
época romana, en tiempos posteriores y hasta el día de hoy.
Sobre este tema
últimamente han aparecido opiniones discordes. Desde fines del siglo XX algunos
autores notaron contradicciones entre los sitios mencionados en los libros
sagrados judíos y cristianos y la toponimia contemporánea de Palestina e Israel
Hay indicios que
permiten deducir que fue precisamente en las tierras del corazón de Arabia, Al
Hejaz, el Asir y el vecino Nejd, que se iniciaron las principales religiones
monoteístas del mundo. Ciertos datos documentales y toponímicos llevan a pensar
que fue en estos países que tuvieron su origen las antiquísimas corrientes
religiosas hebreo-israelitas y sus derivados históricos, el judaismo, el
cristianismo, el Islam y la antigua religión de Etiopía.
La creencia
generalmente aceptada sostiene que los eventos descriptos en los relatos
bíblicos ocurrieron en las tierras del Cercano Oriente, en el país denominado
Palestina o Israel. Del mismo modo se suele aceptar que la primitiva ciudad de
Jerusalén, donde habitaron los reyes David y Salomón, cuya edad sería superior
a 3,000 años, es la misma población que fue reconocida como tal durante la
época romana, en tiempos posteriores y hasta el día de hoy.
Sobre este tema
últimamente han aparecido opiniones discordes. Desde fines del siglo XX algunos
autores notaron contradicciones entre los sitios mencionados en los libros
sagrados judíos y cristianos y la toponimia contemporánea de Palestina e
Israel.
Al mismo tiempo,
ciertos investigadores, en particular el académico libanés Kamal Salibi[1],
encontraron similitudes curiosas entre los nombres de los lugares bíblicos de
la época salomónica y la nomenclatura geográfica de Arabia suroccidental y
central.
Las páginas que
siguen exponen sintética y parcialmente algunas de las ideas expuestas por
Salibi en sus múltiples publicaciones y que últimamente ha difundido en su blog
en Internet.70
La región
sudoccidental y central de Arabia, que incluye Al Hejaz, el Asir y el Nejd,
está vertebrada hacia el oeste por la imponente escarpa montañosa de As-Surat.
Estos territorios se extienden a lo largo del borde occidental de Arabia, entre
Yemen y Tabuk. Allí se ubicaría, según Salibi, el país natal de los patriarcas
bíblicos.
La hipótesis se
basa en las repetidas inconsistencias de los diversos libros religiosos judíos
y cristianos cuando se refieren a los paisajes geográficos recorridos por los
profetas y a la falta de evidencias arqueológicas en Palestina, Siria, Iraq y
Egipto que pudieran confirmarlos.
Salibi y otros
autores llegaron a la conclusión polémica de que la tierra bíblica de Abraham,
David y Salomón era Arabia, y arribaron a esta hipótesis con diferentes métodos
de análisis e investigación. Del
mismo modo consideraron que la antigua
ciudad de Jerusalén, la que se menciona en los libros, también habría estado
ubicada en la península arábiga.
Jerusalén es un
nombre judeo-cristiano que se refiere a una urbe que ha jugado un rol
protagónico en la historia religiosa de los pueblos del Oriente Cercano. Según
algunos autores quiere decir casa de la paz (jeru salem) o casa de salem (dios
del sol poniente en las religiones semíticas). [2],71
[1] K.Salibi escribió en su blog: Zion era la
ciudad de David y subsecuentemente la capital de Salomón y los reyes de Judah
que lo sucedieron, ubicada en las alturas montañosas de Qa’wat Siyan en las
cercanías de Jerusalem, las Alturas de Rijal Alma, al sur de las elevaciones
que rodean la ciudad actual de Abha. Jerusalem estaba situada adyacente a este
Zion en dirección norte” Referencia:
[2] Probablemente emparentada con el lenguaje
edomita del noroeste de la península arábiga.
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