El aporte africano de la percusión

La percusión es tal vez, después de la palabra, el principal instrumento de comunicación de las sociedades africanas. Sirve para expresar sentimientos de tristeza o de alegría, para enviar mensajes a vecinos y pueblos cercanos y para comunicarse con los espíritus. 

Abundan los ejemplos de sistemas de comunicación africanos basados en la percusión. Uno de ellos es el caso de los ashantis que enviaban mensajes usando sus tambores a través de muchos cientos de kilómetros. Los mensajes de tambores utilizan la peculiar característica de muchos lenguajes africanos que al ser tonales pueden ser reproducidos por los tambores con relativa facilidad .

De esa forma en muchas sociedades africanas el lenguaje del tambor pasó a ser un elemento central de la comunicación social y la cultura.  Los africanos transplantados forzadamente trajeron a América el lenguaje de la percusión. Utilizaron los tambores y otros instrumentos de ese tipo para las fiestas religiosas y sociales, construyéndolos de los materiales que estuvieran a su alcance: cuero en Montevideo, de acero en Port Spain. Cuando no se les permitió construir tambores, desarrollaron otras formas de percusión, como el zapateo. Así surgieron el tip tap dancing en América del Norte y el malambo en el río de la Plata.

Estas influencia de la percusión africana se expresó en todo el contiiente Americano gemerándose formas musicales rítmicas y bailabres que dieron lugar a nuevas identidades culturales.

Al mismo tiempo, de estos tipos de percusión también surgieron muchas formas “frivolizadas” de percusión. A medida que las sociedades contemporáneas se fueron globalizando incorporaron los sonidos y vibraciones de la percusión, pero ya no más como marco ceremonial o método de comunicación sino más bien como un instrumento de alienación cuyos alcances futuros son difíciles de prever.

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