El origen
mestizo de un prócer
Rosa Guarú había
nacido en 1761 a orillas del río Uruguay, en la población misionera jesuítica
de Yapeyú. En esa época las comunidades guaraní-misioneras estaban reponiéndose
del trauma que significó la expulsión de los jesuitas por parte de la monarquía
española.
Rosa pasó su
niñez en el pequeño pueblo y en su adolescencia servía en la casa del teniente
gobernador local que desde 1774 era el Capitán Juan de San Martín.
Poco después de
cumplir sus 17 años conoció a un joven oficial español que había tenido una
estadía breve en el lugar, de quien quedó embarazada.
El oficial
español era Diego de Alvear.
En el verano de
1778 Rosa tuvo un niño que fue llamado José Francisco. De Alvear no reconoció a
su hijo, seguramente porque menospreciaba a los guaraníes, y no era muy
apropiado reconocer un hijo de “vientre inferior”.
El niño quedó al
cuidado de don Juan de San Martín, quien se habría comprometido a criarlo y
sostener su educación.
Cuando Juan de
San Martín se retiró de Yapeyú se llevó al pequeño José Francisco como su
quinto hijo. Al principio recaló en Buenos Aires y dos años más tarde se iría a
España con toda su familia, incluyendo al vástago más joven, el pequeño José
Francisco.
Mucho tiempo
después, en 1812, José Francisco de San Martín regresaría al Río de la Plata
donde habría de ser principal protagonista de la gesta revolucionaria en el
antiguo Virreinato.
La versión
oficial argentina descarta un origen indígena para su héroe máximo. Sin embargo
existen múltiples pruebas que demuestran que su verdadera biografía fue
diferente a la que cuentan los libros vigentes.
Entre las referencias incluidas por Alberto J. Lapolla en su libro “El origen mestizo del General
San Martín” se señalan las expresiones de la viajera británica Mary Graham: “En
Sudamérica, se considera a San Martín como de raza mixta”
El tema también
fue abordado por Hugo Chumbita, en su libro: “El secreto de Yapeyú, el origen
mestizo de San Martín” quien aporta numerosas pruebas que ratifican estos
antecedentes del lider americano.
Por su parte, el
historiador chileno Vicuña Mackenna escribió: ‘San Martín era un libertador,
pero era también un intruso, un extranjero, un paraguayo, el “mulato San
Martín”, como llamaban los señores vecinos del Mapocho al ilustre criollo.(...)
El instinto del insurgente, es decir, del criollo, triunfó siempre de la idea
especulativa(...) había servido a la independencia americana, porque la sentía
circular en su sangre de mestizo.” En las principales instancias de su vida de
combatiente revolucionario no ocultó la identidad mestiza. Pastor Obligado
escribió lo siguiente:
“Época hubo en
que corría, como moneda corriente, y fue entre ciertas gentes creencia
vulgarizada, que don José de San Martín, no obstante la de y el don de su
padre, procedía de muy modesto linaje, al menos por la línea materna. Bastante
bronceado, de rostro anguloso, indio misionero le llamaron los godos, y tape de
Yapeyú, el mariscal de las veinte batallas, [Miguel] Brayer, que él destituyó
la mañana de Maipú.”
En Perú se
recopilan algunas expresiones ilustrativas: “El “cholo de Misiones”, como así
lo llamaban al Libertador del Sur los españoles”
No era
casualidad que José Francisco de San Martín y Carlos María de Alvear, hermanos
por parte de padre[2],
fueran ambos miembros del grupo secreto denominado Logia Lautaro[3]
que tanta importancia tendría en el desarrollo ideológico de la revolución
americanista en el sur de América.
Alvear y San
Martín también lideraron la revolución que reemplazó al Primer Triunvirato por
el Segundo, y que convocó a la Asamblea del año XIII.
La trayectoria
personal posterior de Carlos María de Alvear, habría de ser muy diferente a la
de José de San Martín. Carlos María fue uno de los jefes porteños que se opuso
al caudillo oriental José Artigas y su gestión como Director Supremo en Buenos
Aires (ejercida cuando tenía tan sólo 25 años de edad), duró apenas tres meses.
Su breve administración fue muy polémica y, paradójicamente, terminó
refugiándose en una fragata inglesa.
La trayectoria
de José de San Martín es conocida. Organizó el ejército de las Provincias
Unidas del Sur y al frente de sus tropas derrotó a las fuerzas realistas en
Chile y Perú.
En las
principales instancias de su vida de combatiente revolucionario no ocultó la
identidad mestiza y en varias ocasiones la reconoción, como sucediera en sus
reuniones con los lideres mapuches antes del cruce de los Andes.
Esperemos que
con el tiempo los argentinos reconozcan la verdadera identidad de su máximo
prócer.
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