El apostol Santiago NO está enterrado en Compostela
¿Ha hecho usted el Camino de Santiago? ¿Ha llegado a la catedral jacobea y ha venerado los huesos del apóstol? Pues sepa que es posible que lo haya hecho o que haya rezado sobre los de otro personaje de la sombría historia de España: el gallego Prisciliano de Ávila, un hereje que fue decapitado en el siglo IV.
¿Ha hecho usted el Camino de Santiago? ¿Ha llegado a la catedral jacobea y ha venerado los huesos del apóstol? Pues sepa que es posible que lo haya hecho o que haya rezado sobre los de otro personaje de la sombría historia de España: el gallego Prisciliano de Ávila, un hereje que fue decapitado en el siglo IV.
Dicen algunos
estudiosos que Santiago nunca pisó España o que lo hizo con poco éxito y que
volvió a Palestina, donde está probado que murió decapitado por mandato de
Herodes. Lo que nos llega a través de leyendas es que siete de sus discípulos
cogieron el cadáver y lo embarcaron sin timón y sin rumbo, y que así llegó a
las costas gallegas. Sus restos se enterrarían en Iria Flavia. Ya Martín
Lutero, en el siglo XVI, en pleno fervor peregrino europeo, dudó de que esos
fueran los restos del apóstol.
En ese mismo
siglo el obispo Clemente escondió las reliquias detrás del altar mayor de la
catedral de Santiago por el temor a Frances Drake y a sus piratas, que habían
protagonizado varios asaltos en La Coruña. Trescientos años después, y con el
auge del Camino en franca decadencia, allí fueron rescatados, en el trasaltar
catedralicio. Los estudios forenses que se les hicieron entonces dictaminaron
que se trataba de Santiago y de dos de sus seguidores. Y las peregrinaciones
desde Europa recuperaron su esplendor.
Hasta aquí, lo
que cree la Iglesia. Sin embargo, otros historiadores españoles y extranjeros,
capitaneados por el profesor Henry Chadwick, de Oxford, o Claudio Sánchez
Albornoz, consideran que en la tumba de la catedral descansan los restos del
hereje Prisciliano, también decapitado, pero bastantes siglos después,
concretamente, en el IV. El joven, cuyo origen familiar estaría cerca de Iria
Flavia, fundó una especie de comuna asceta que fue poco después condenada por
una curia eclesiástica a la que no le gustó nada la libertad religiosa, de
igualdad sexual y de culto a la naturaleza que allí se respiraba. Cuando sus
doctrinas empezaron a extenderse a Portugal, la Iglesia quiso pararlo. El
emperador Teodosio ordenó la ejecución de Prisciliano el año 389 en Tréveris
(Alemania), lo que le convirtió en la primera víctima cristiana condenada a
muerte por herejía. Sus discípulos consiguieron trasladar, a hombros cuentan,
sus restos desde la ciudad alemana hasta Galicia, concretamente a Iria Flavia,
por una ruta que más tarde sería ampliamente repetida por los peregrinos hasta
Compostela. Así pudo nacer el Camino de Santiago, casi cuatro siglos antes del
comienzo oficial del peregrinaje. Y precisamente, la coincidencia en el lugar
de enterramiento lleva a algunos expertos a asegurar que la historia, desde
aquí, es la misma pero con los restos del hereje gallego.
Autora: María
Ruiz
Referencia:
http://www.lasprovincias.es/20130610/mas-actualidad/sociedad/santiago-apostol-tumba-verdadera-201306102021.html
http://www.lasprovincias.es/20130610/mas-actualidad/sociedad/santiago-apostol-tumba-verdadera-201306102021.html
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