Plantas que limitan el pastoreo de ganado
El mio-mio
Autor: Ing. Agr. Marcelo Pereira Machín
Es una planta problema por
ser tóxica. Todas sus partes lo son (flores, hojas, tallos
y raíces) y se debe a que el mío-mío absorbe micotoxinas
generadas por un hongo del suelo (Myrotichium
verrucarine) provocando así toxicidad en el ganado que
ingiere la maleza. Los ovinos necesitan ingerir más cantidad
de maleza para intoxicarse. Esta toxicidad puede
permanecer hasta 18 meses después de cortada la
planta.
El mío –mío puede reducir el área de pastoreo entre un
17 a 30 %. En realidad es un problema más aparente
que real, ya que sus tallos tienen un comportamiento
anual, por lo que al ser estival la mayoría de ellos en invierno
se encuentran secos, permitiendo el pastoreo.
La estrategia más importante es la prevención y para
ello es necesario mantener el tapiza denso, evitando
área desnudas, permitiendo el crecimiento de los pastos
en primavera.
Al ser una maleza nativa es de lenta implantación
y cualquier competencia que tenga durante
el período de crecimiento impide o afecta su establecimiento, por eso
es posible apreciar, luego de pocos años de ajustar la
carga a un campo invadido, la disminución en el número
de ejemplares.
Su control se puede hacer con métodos combinados,
mecánicos y químicos (rotativa y herbicidas). Sólo el
control mecánico a veces no es recomendable ya que
se transforman en plantas más grandes. La aplicación
de metsulfurón metil en primavera (6g) logra un buen
control. Con la importante salvedad que el tratamiento
afecta a las leguminosas nativas y a las leguminosas a
introducir posteriormente al tratamiento por un período
de un año. Esto se soluciona con tratamientos hechos
con máquinas de control selectivo y posicional (máquinas
de sogas) las cuales han dado un buen resultado.
Reproducido de
https://www.planagropecuario.org.uy/publicaciones/revista/R125/R_125_46.pdf
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