lunes, 8 de mayo de 2017

Los cultos griegos relacionados con el vegetal y las serpientes

Danilo Antón
La cultura griega también ha desarrollado cultos y símbolos serpentinos que se basaron en el consumo de ciertas plantas. Todavía hoy, en la sociedad contemporánea, como símbolo de la medicina se usa habitualmente el báculo de Esculapio, un bastón rodeado de dos serpientes enroscadas.
El Dios griego Esculapio (Asclepius en griego, Aesculaius en latín, castellanizado Esculapio) fue un chaman o médico que vivió en Tesalia, Grecia, alrededor del año 1200 a.e.c.
Homero en la Ilíada lo menciona tan sólo como un médico habilidoso, luego fue honrado como héroe, y finalmente elevado a la categoría divina.
Con el tiempo pasó a ser la deidad griega de la medicina, adorada en cientos de templos. En la mitología que habría de desarrollarse en tiempos posteriores, era considerado hijo de Apolo (Dios de la Luz, de la Verdad y de la Profecía) y de la ninfa Coronis. El centauro Chiron le enseñó el arte de curar, pero Zeus, temeroso de que podría volver a los hombres inmortales lo golpeó con un rayo. El culto comenzó en Tesalia pero luego se extendió a todos los pueblos helénicos.  El culto fue introducido en Roma por Sibylline para aliviar una peste en el año 293 a.e.c.
Esculapio era representado vestido con una túnica larga con el pecho descubierto. Tenía un báculo (bastón) con una serpiente enroscada que con eltiempo se habría de transformar en el símbolo de la medicina.
El símbolo caduceo con su báculo (palo) con alas y serpientes entrelazadas también aparece en la vara mágica de Hermes o Mercurio.
El caduceus o caduceo (en griego kerikeion) era un báculo, vara o bastón que mostraba que la persona que lo llevaba era sagrada y debía ser respetada.
Los cientos de templos griegos de Esculapio en Grecia eran utilizados por la gente enferma que iban a dormir para ser visitados en sueños por Esculapio o sus sacerdotes. Dormían en un lugar llamado abaton que era un dormitorio sagrado. Según se cree se usaban dietas, muy probablemente amapola (opio) y otras plantas curativas y ceremoniales, baños y ejercicios como método de curación. Es bueno recordar, por otra parte, que Hermes, el Mercurio de los romanos, era un Dios estrechamente conectado con las deidades de la vegetación (Pan y las ninfas), la deidad de los sueños a quien los fieles ofrecían la última libación antes de ir a dormir.
Demeter, la Diosa Madre, también conocida como Gaia, era la deidad de las plantas y la naturaleza. En las imágenes que se conservan de ella suele aparecer llevando amapolas, serpientes y cebada. Antes de estar dedicado a Apolo, el oráculo de Delfos, el centro religioso más importante de Grecia, había sido objeto del culto a Gaia y a su hija la Serpiente Sagrada. Luego, la Serpiente habría de ser masculinizada y transformada en un dragón-serpiente llamado Pitón. Las sacerdotisas del santuario, que por esa razón eran llamadas pitonisas, lograban la trascendencia a través de la ingestión de Plantas Sagradas, extractos de vinos y ambrosías, especialmente preparados para lograr la conexión cósmica con las esencias profundas. En particular, en sus trances entraban en comunicación con la Madre Tierra, y con la antigua serpiente celestial, como en los tiempos pre-helénicos de las sociedades matriarcales.
De "Pueblos, Drogas y Serpientes", Danilo Antón, Piriguazú Ediciones


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