sábado, 22 de octubre de 2016


El control de los estrechos: la provocación de Trump y la reacción de Irán
D.Anton
El estrecho de Ormuz
El Golfo Pérsico (Árabe) produce alrededor de la mitad del petróleo que se vende en los mercados internacionales.
El estrecho de Ormuz es el único punto de salida de estas exportaciones de petróleo. El flujo diario es de aproximadamente 17-20 millones de b/d, 35% de todo el petróleo comercializado por vía marítima y 20% del total exportado globalmente.
Más del 85% de estas exportaciones de petróleo crudo fueron a los mercados asiáticos (Japón, India, Corea del Sur y China).
Por esa razón un eventual bloqueo del estrecho de Ormuz, aunque sea temporal, podría dar lugar a graves consecuencias económicas.
Aunque hay algunos oleoductos que podrían eludir Ormuz,é estas sólo pueden reemplazar parcialmente su flujo (la capacidad no utilizada de las tuberías de Arabia Saudita y los EAU es 1 millón de barriles/día que en caso de emergencia podría aumentar a 2 millones de barriles/día. Por esa razón, en un futuro próximo, la mayor parte del petróleo exportado en el mundo seguirá viajando a través de Ormuz.
El estrecho de Ormuz es bastante angosto. En su punto más estrecho es de 54 km de ancho. Por esta razón, tiene una enorme importancia estratégica. Los países costeros de Ormuz son Irán, EAU y Omán. Potencialmente, Irán podría fácilmente bloquear el estrecho. 
Desde que subió al poder, Donald Trump ha decidido abandonar el acuerdo de paz que incluyó a Irán y varias otras potencias y ha decidido impedir que Irán puede exportar petróleo con el fin de lograr un debilitamiento del régimen iraní e incluso su derrocamiento. En una primera instancia, decidió sancionar a todos los países que compraran petróleo iraní, con una exención (waiver) a varios estados (China, Corea del Sur, Japón, Turquía e India).
En días pasados Donald Trump decidió terminar con el "waiver" o suspensión temporal de las sanciones a algunos países que aún compran petróleo iraní y manifestar la intención de que Irán no pueda exportar ni una gota de petróleo en el futuro. Esta decisión agrava el peligro de que Irán pueda acudir a un bloqueo o entorpecimiento del tráfico en el estrecho de Ormuz.  
Por otra parte, si de alguna forma EEUU decide obstaculizar físicamente el flujo de los petroleros provenientes de Irán a través de Ormuz, Irán ha manifestado que tampoco permitirá que los demás países del Golfo que exportan petróleo por Ormuz puedan hacerlo. Ello implicaría detener más de la mitad de todo el comercio petrolero mundial.

El otro estrecho: Bab el Mandeb
Por otro lado, una parte importante de las exportaciones de petróleo que van a Europa Occidental pasan a través  del Mar Rojo y el canal de Suez.
Las naves que entran al M del Mar Rojo y el canal de Suez.
Las naves que entran al Mar Rojo tienen que atravesar el estrecho de Bab el Mandeb  que separa la costa africana de la asiàtica a la entrada del mar Rojo.  
Bab el-Mandeb es un vínculo estratégico entre el océano Índico y el mar Mediterráneo. Se estima que unos 3,5-4 millones de barriles de petróleo pasan a través del estrecho cada día. Esto significa que el 10% de todo el petróleo movido por los petroleros lo atraviesa.
La anchura del estrecho es de unos 30 km desde Ras Menheli en Yemen a Ras Siyyan en Djibouti.
Al igual que Ormuz, el estrecho de Bab el Mandeb es vulnerable debido a su estrechez, y eventualmente el tránsito de buques tanques podría verse amenazado por acciones de los países costeros, en particular de Yemen, que ha demostrado una alta inestabilidad política.
En la actualidad el gobierno de Yemen (en el norte) está controlado por los huthis, una organización nacionalista chiíta, que está estrechamente relacionada con el Irán chiíta.
Recientemente (mediados del 2018) los huthis atacaron buques petroleros de Arabia Saudita que atravesaban el estrecho y Arabia Saudita se vio obligada a suspender el tránsito en el estrecho.
Por lo tanto, Irán, con la alianza con los huthi en Yemen podría estar, si fuera necesario, en condiciones de amenazar tanto el estrecho de Ormuz como Bab el Mandeb, y por lo tanto poner en peligro la circulación de la mayor parte de las exportaciones de petróleo del mundo.
Ni Arabia Saudita. ni los Emiratos Arabes Unidos, ni los Estados Unidos o el Reino Unido pueden permitir que esta situación prospere, y como resultado de ello, Arabia Saudita, un estado sunita (enemigo del Irán chiíta), habìa mantenido (y mantiene) un bombardeo constante de ciudades y objetivos yemenitas matando gente durante casi tres años (con la ayuda de los EE.UU. y el Reino Unido).  Aprovechando esta situación  los Emiratos Arabes Unidos (sobretodo Abu Dhabi) están utilizando sus millones para ocupar  y controlar el sur de Yemen (Adén y Hadramaut) que les permite a estos "aliados" posiciones a lo largo de la costa del Oceano Índico.
Como se puede observar, la guerra en Yemen es también el resultado de la lucha por el control de los recursos petrolíferos de Oriente Medio. No parece que vaya a cesar en un futuro próximo.
Una vez más, la codicia de los petro-capitalistas continuará matando personas inocentes en Yemen y otras sociedades que se interpongan en su ambición.
Más info en el libro "Tierras de Pocas Lluvias y Mucha Sangre", reclamar por dantonster@gmail.com
Modificado el 24/4/2019

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