martes, 6 de septiembre de 2016

1 Irán            Serie Naciones y Estados

EL MUNDO:
Geografía, Historia y Algo Más

Capítulo 9
                                           Irán  (Parte 1)
Danilo Antón
Geografía 
El territorio de Irán está principalmente constituido por una gran meseta que se extiende se extiende entre la llanura de Mesopotamia y la India con valles intercalados por donde corren varios ríos que desaguan en el Golfo Pérsico al sur, en el Mar Caspio al norte y en el río Tigris al oeste.  
La región occidental es la más montañosa con los montes Zagros al suroeste y los montes Elbruz en el norte
Los montes Zagros son la principal cadena montañosa del país, constituida por una serie de sierras paralelas intercaladas con llanuras que dividen el país desde el noroeste al sureste. Esta cordillera tiene una altitud de más de 3,000 metros en las zonas más elevadas, superando los 4,000 metros en varios picos montañosos. Hacia el sur los montes Zagros descienden hacia el sureste con una elevación media de unos 1,500 metros. Los montes Rud de origen volcánico se encuentran al norte de los montes Zagros en sí puede diferenciarse una cordillera que queda al norte, los montes Rud, de origen volcánico con una altitud máxima de 4,050 metros.
Los montes Elburz bordean el litoral del mar Caspio es una cadena montañosa estrecha pero alta. Está formada por materiales antiguos y formaciones volcánicas. Esta barrera natural frente al Caspio sólo se ve cortada por el paso del río Sefid. En los montes Elburz se encuentra el volcán Damavand a 5.671 m de alturas.
.La Meseta Central o Meseta iraní tiene una altitud media de 900 metros de donde emergen zonas montañosas que pueden llegar a los 3,000 metros. Es en la meseta iraní es donde se encuentra la mayor parte de la población y los más importantes cnetros urbanos (Teherán, Qom y Esfahan).   
En el extremo noreste del país en una zona semiárida se sitúa la ciudad de Mashhad (segundo centro urbano del país).       Distrribución de la población en Irán
La mitad oriental del territorio es una región árida con zonas pedregosas, campos de dunas y llanura o lagos salinos,
 Los principales desiertos áridos son el Dash-e-Kavir y el Dash-e-Lut. En estas zonas áridas la población se concentra en algunos oasis aislados. La ciujdad de Mashhad
Al sur, a lo largo del golfo Pérsico se encuentra la provincia montañosa del Farsistán.
Sólo hay dos llanuras de relativa extensión: al norte, junto al mar Caspio y al suroeste, la llanura de Juzestán. Esta es, en cierto modo, una extensión de la llanura mesopotámica y tiene unos 160 km de ancho y en gran parte está constituida por suelos pantanosos.
A lo largo de la costa del mar Caspio hay también una llanura litoral que es algo más larga (unos 640 kilómetros) y estrecha (2 km a 50 km) que la de Juzestán. En la costa del Golfo Pérsicos hay también llanuras pero de pequeña extensión.
Una cultura antigua
En el territorio iraní se desarrollaron culturas sedentarias con formación de ciudades y estados desde tiempos muy antiguos. En el período de 3400 AC a 2000 AC en el noroeste de Irán se desarrolló la cultura Kura-Araxes que se extendía hacia las regiones vecinas del Cáucaso y Anatolia.
También hay decenas de sitios prehistóricos a través de la meseta iraní, que apunta a la existencia de las culturas y asentamientos urbanos antiguos en el cuarto milenio AC.
Una de las primeras civilizaciones de la meseta iraní fue la cultura Jiroft en el sureste de Irán en la provincia de Kerman.  En Jiroft se encontró uno de los sitios arqueológicos más ricos del Medio Oriente. Se descubrieron objetos decorados con grabados de animales, figuras mitológicas y motivos arquitectónicos.  Como materiales se usaron el cobre, el bronce, la terracota e incluso lapislázuli. También se encontraron inscripciones muy antiguas que muestran que la escritura surgió muy tempranamente en el Elam. Estas inscripciones no han sido descifradas todavía.
Por su parte, la ciudad iraní meridional de Susa es uno de los asentamientos urbanos más antiguos conocidos por dataciones que remontan la fundación de la ciudad al quinto milenio AC (aproximadamente el año 4395 AC).
El Elam surgió como un estado aproximadamente en el año 4000 AC con su capital en Susa  .Se considera que en gran medida durante sus primeros siglos el Elam y Susa fueron una extensión del estado sumerio de Uruk.
La unificación política del Elam, designado por escribas sumerios simplemente como NIM ("Tierras montañosas"), parece haber ocurrido aproximadamente en el año 2700 AC.  .
En el siglo XXII el Elam cayó bajo el control de los acadios del rey Sargón. Más tarde la independencia de Elam fue recuperada por la dinastía Awan.
Por un tiempo Elam tuvo una secuencia de sucesiones dinásticas locales intercaladas por dominio de poderes externos (Ur en el período 2094 AC – 2047 AC, Hamurabi de Babilonia en el siglo XVIII). En el año aproximado de 1160 AC los elamitas respondieron derrotando a los casitas y estableciendo un reino elamita poco duradero hasta que fuera conquistado por Nabucodonosor I de Babilonia en el año 1120 AC.
Hasta el surgimiento del imperio de los medos la región permaneció bajo dominio asirio, como el resto de Oriente Próximo. En la primera mitad del primer milenio AC, la región que actualmente es el Azerbaiyán iraní se incorporó al reino caucásico de Urartu (o Ararat).
En 646 aC, el rey asirio Asurbanipal tomó y saqueó Susa, poniendo fin a la supremacía elamita en la región. Durante más de 150 años los reyes asirios trataron de conquistar las tribus medas de Irán occidental.  Bajo la presión asiria, los pequeños reinos de la meseta iraní occidental se fundieron en estados cada vez más grandes y centralizados.
En la segunda mitad del siglo VII AC los medos lograron su unificación bajo el rey Deioces. Cuando el reino babilonio de Nabopolasar invadió Asiria y destruyó Nínive se produjo la caída del imperio neoasirio. A su vez Urartu fue conquistado por los medos aumentando la fuerza de esta nación iraní.
Generalmente se considera que los medos fueron los fundadores del primer reino irání fuerte y unificado.  

La dinastía aqueménida
El reino de los medos fue el más grande hasta que Ciro el Grande estableciera el imperio unificado de medos y persas, que condujo a la dinastía aqueménida (550 -330 AC).
Ciro el Grande impuso su poder a la vez sobre la Media, la Lidia (Anatolia central y oriental) y los territorios neobabilónicos.       Darío I
Fue un imperio poderoso, más grande que Asiria, con políticas más benignas, logrando en cierta medida reconciliar sus sujetos a la autoridad persa. Debido a ello el imperio tuvo más duración y estabilidad.
El hijo de Ciro, Cambises II, conquistó Egipto que era la última gran potencia de la región causando el colapso de la XXVI dinastía egipcia.  Ciro se enfermó y murió pasando el poder imperial a manos de Darío I. La primera capital de Darío estaba en Susa pero construyó una nueva capital en Persépolis. Dedicó su gobierno a las grandes obras, excavó un canal entre el río Nilo y el Mar Rojo,  mejoró la extensa red de carreteras, construyendo a la vez una gran carretera desde Susa a Sardis (en Anatolia occidental). Acuñó monedas de oro (darics) y de plata (siglos) en forma estandarizada con un singular aumento de la eficiencia administrativa.                                                                           Daric de oro
Bajo Ciro el Grande y Darío I, el Imperio Persa se convirtió en el mayor imperio hasta ese momento abarcando tres continentes, sureste de Europa, oeste de Asia y noreste de África.
Una de las guerras imperiales que adquirió mayor significación histórica fue la guerra de conquista de Grecia
Comenzó cuando en el año 499 AC Atenas dio su apoyo a una revuelta en Mileto que culminó en la toma y saqueo de la ciudad de Sardis, bajo dominio persa. Esto condujo a una campaña en contra de la Grecia continental conocida como las Guerras Médicas que tuvo lugar durante la primera mitad del siglo V AC.
En la primera invasión de Grecia, el general persa Mardonio conquistó nuevamente la Tracia y la Macedonia pero luego el sucesor de Darío I, Jerjes I continuó con una segunda invasión ocupando casi la totalidad de la Grecia continental, incluyendo todos los territorios al norte del istmo de Corinto. Sin embargo,  finalmente los persas fueron rechazados luego de las batallas de Platea y Salamina. De esa forma Persia perdió sus puntos de apoyo en Europa y finalmente, debió retirarse de esa parte del continente.
Dos siglos más tarde, en el año 334 AC,  Alejandro Magno derrotó a Darío III en las batallas de Gránico, Issos y Gaugamela, conquistando rápidamente el Imperio Persa en el año 331 AC. El imperio de Alejandro se dividió después de su muerte, y el general de Alejandro, Seleuco I Nicator pudo tomar control de Irán, Mesopotamia, y más tarde Siria y Anatolia. Su imperio dio lugar a la dinastía seléucida.  Fue sucedido por Ptolomeo Keraunos en el año 281. Durante el período seléucida la lengua, filosofía y el arte griego de los colonizadores se impusieron en el imperio.

El Imperio Parto
El imperio seléucida fue derrotado a fines del siglo III AC por la dinastía arsácida basada en Partia, región del noreste de Iran.
El Imperio parto pudo controlar intermitentemente la Mesopotamia y este de Arabia entre los años 150 AC y l224 DC.
Partia fue el enemigo oriental del Imperio Romano limitando la expansión de Roma más allá de Capadocia (Anatolia central). Los ejércitos partos eran muy móviles incluyendo dos tipos de caballería: los catafractas, que estaban fuertemente armados y blindados, y los arqueros ligeramente armados, pero muy móviles.
Para los romanos, que se basaban en la infantería pesada, los partos eran difíciles de derrotar, ya que ambos tipos de caballería eran mucho más rápidas y más móviles que la infantería.
                                                                                                       Caballería de los partos
Las flechas utilizadas por la caballería parta fueron especialmente temidas por los soldados romanos, y resultaron fundamentales en la derrota romana en la batalla de Carras.
Sin embargo, los partos tuvieron dificultades para ocupar zonas conquistadas ya que eran inexpertos en los sitios de fortalezas. Debido a estas deficiencias, ni los romanos ni los partos fueron capaces completamente de anexar el territorio del otro.
El Imperio Parto subsistió durante cinco siglos, más tiempo que la mayoría de los imperios orientales. El fin de este imperio llegó por fin en 224 dC, cuando el último rey fue derrotado por uno de los pueblos vasallos del imperio ocupando su lugar la dinastía sasánida (224-651 DC).

El Imperio Sasánida
El primer rey (sha) del Imperio sasánida, Ardashir I, reformó el país tanto económica como militarmente. En esta dinastía el Imperio se expandió abarcando todo el Irán actual, la Mesopotamia, Siria, la Anatolia, parte de Egipto, el este de Arabia, el oeste de la India, llegando hasta Asia Central. La mayor parte de la existencia del imperio sasánida estuvo signada por las guerras frecuentes con el Imperio Bizantino, que en realidad fueron como una continuación de las guerras romanas contra los partos.                                                                                                                                             Imperio Sasánida
La época sasánida se considera que es uno de los períodos históricos más importantes e influyentes en Irán y tuvo un gran impacto en el mundo. En muchos sentidos, el periodo sasánida fue testigo del mayor logro de la civilización persa, y constituye el último gran imperio iraní antes de la adopción del Islam. Persia influenció la civilización romana durante los períodos sasánidas, la influencia cultural sasánida se extendió mucho más allá de las fronteras territoriales del imperio, llegando hasta Europa occidental,  África, China e India, también jugó un papel destacado en el arte medieval europeo y asiático y en la cultura musulmana que se desarrollaría a partir del siglo VII DC. 

Gran parte de lo que más tarde se conoció como la cultura islámica, su arquitectura, escritura y otras contribuciones a la civilización, en gran medida fue tomada de los persas sasánidas.

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