Las
letras del alfabeto latino provienen indirectamente de los jeroglíficos
egipcios
Los
jeroglíficos egipcios son logogramas, constituidos por signos con significados
y sonidos específicos y caracteres determinativos que cumplen el rol de
aclarar los significados que se busca expresar. A partir de los jeroglíficos
egipcios se fue desarrollando una escritura simplificada incluyendo versiones
cursivas generando una diversidad de escrituras.
Jeroglíficos egipcios
Jeroglíficos egipcios
Un
sistema de escritura generado por simplificación de los jeroglíficos fue el
demótico. Este a su vez evolucionó al script cóptico (hoy
lengua religiosa de los cristianos egipcios). Este proceso llevó a la creación
de signos más sencillos provenientes de los antiguos jeroglíficos. Al principio
estos símbolos identificaban sonidos silábicos o consonánticos y en una etapa
posterior se agregaron marcas adicionales para definir los sonidos vocales.
Muchas
lenguas escritas basadas en jeroglíficos o logogramas evolucionaron desde una
representación conceptual (ideográfica: cada signo una idea) a sistemas
fonéticos (cada letra representa un sonido). Al principio se trataba de sonidos
silábicos donde cada letra era una consonante y las vocales se representaban
con signos marcadores (vowel markers). Finalmente en algunos sistemas
(p.ej. el griego) se agregaron los signos vocales independientes (alfa,
epsilon, etc) acercándose a los sistemas alfabéticos europeos modernos (griego,
latín, cirílico).
Demótico
Demótico
Un
ejemplo de este desarrollo se observa con la evolución de la letra aleph que
se deriva de dos jeroglifos, un signo representando un buey y otro
representando un buitre. Los fenicios tomaron el logograma del buey en su
escritura (arameo) como símbolo silábico (representando en este caso un “glottal
stop” u oclusión glotal) a la que se agregaba una vocal asociada). Los
griegos, en cuya lengua no había oclusión glotal, la transformaron en la
vocal alfa , pasando luego a ser la A romana.
El
símbolo o letra Beth comenzó con un logograma representando
una casa, luego pasó a ser un símbolo de consonante beth o beit en
arameo y árabe respectivamente. En griego pasó a llamarse beta y
más tarde B en latín.
De
la misma manera daleth (puerta) pasó a ser la delta griega y
la D romana. Gimel, que quería decir camello, fue al principio, una
imagen ideográfica de un palo arrojadizo. Luego se transformó en símbolo
consonántico. Los griegos lo retomaron como la letra gamma y
los romanos lo representaron con las letras C o G.
La
palabra monosilábica He (que quería decir “ventana”)
originalmente era la imagen de un hombre de frente con los brazos levantados
llamando a oración. Los griegos la transformaron en epsilon y
los romanos en E.
Con
las demás letras ocurrió un proceso similar. El resultado final evolutivo fue
el sistema greco-latino (que incluye como derivado el script cirílico
que se utiliza actualmente en Rusia y Ucrania).
Alfabetos comparados: árabe, hebreo, siriaco (arameo), griego
No hay comentarios:
Publicar un comentario