Los mensajes de la materia viva
D.Antón
Las
ondas electromagnéticas
Desde
sus orígenes, y a través de varios miles de millones de años de
evolución, la vida utilizó todos los recursos materiales y
energéticos disponibles y relevantes para optimizar su
sobrevivencia.
Ello
incluye todas las fuentes accesibles de sustancias útiles y de
fenómenos energéticos de variada índole. Una de las
manifestaciones energéticas vitales más importantes son las ondas
electromagnéticas.
La
radiación solar se expresa sobre todo por medio de las ondas
electromagnéticas luminosas (con una longitud de onda que varía
entre 3500 y 7000 angstroms).
Los
organismos vivos tienden a utilizar principalmente toda la luz como
forma de comunicación con el ambiente. En las zonas iluminadas del
planeta, los organismos han desarrollado características
relacionadas con la reflexiòn de la luz (colores), mientras que en
los ambientes oscuros, más bien han gnerado sistemas de emisión
luminosa (por ejemplo la luminiscencia de las noctilucas, medusas y
luciérnagas).
Las
ondas luminosas no son las únicas modalidades energéticas
utilizadas por la materia viva. Sabemos que existen muchas otras
aunque probablemente la mayor parte no hayan sido identificadas
todavía.
Las
funciones misteriosas del ADN
Solamente
un 3% del ADN contiene información genética susceptible de ser
utilizada por el ARN o para la reproducción. El 97% restante está
constituido por secciones (“frases”) cíclicas y repetidas que no
parecen almacenar información (también llamados «intrones»). No
se sabe con certeza cual es la razón de esta aparente dilapidación
de recursos.
Se
han sugerido varias posibilidades. Una hipotética función,
adelantada por algunos autores sería darle solidez o estabilidad a
la estructura molecular.
Una
segunda posibilidad, sugerida por Narby en su libro “La Serpiente
Cósmica”, es una hipotètica función transmisora-receptora de
ondas electro-magnéticas.
Otra
función posible, es que dichos segmentos del ADN sean «programas
para instalar programas» que permitirían señalar caminos para la
evolución futura de cada especie.
Finalmente,
es posible que estos «intrones» no cumplan ninguna funciòn
predeterminada, sino que correspondan a información genética
inutilizada de origen extraplanetario incorporada en diferentes
momentos de la historia geològica-astronòmica del planeta tal como
sostiene Brig Klyce y otros propulsores de la teoría de los
«Ancestros Cósmicos».
Las
bolsas de agua de la vida
Los
organismos vivos más simples (por ejemplo, las bacterias) y los
componentes celulares de los organismos complejos están formados por
tres elementos principales contenidos en una pequeña “bolsa de
agua” en la cual se desarrollan las funciones vitales.
El
primero de ellos es una larguísima molécula (mil millones de veces
más larga que ancha) que contiene todas las instrucciones para la
formación, funcionamiento y reproducción del organismo.
Estas
instrucciones están escritas en un lenguaje de 4 letras que los
científicos, para su comodidad, han denominado A, G, C y T.
Esta
molécula alargadísima está constituida en realidad por dos mitades
homólogas y complementarias con la forma de una doble hélice que
solamente se separa en sus dos componentes en el momento de la
reproducción.
El
segundo elemento es una molécula mensajera que es capaz de leer los
mensajes y crear, a partir de ellos, una enorme diversidad de
moléculas orgánicas, generalmente conocidas con el nombre de
proteinas.
Éstas
constituyen el tercer elemento de la cadena vital. Tienen una
arquitectura básica codificada a través de secuencias específicas
de decenas a cientos de componentes más pequeños llamados
“aminoácidos”.
Hay
20 aminoácidos principales con los cuales se pueden construir
millones de proteinas diferentes adaptadas a las diversas funciones
vitales de los organismos.
Cada
proteina puede estar formada por 200 de estos componentes
(aminoácidos) y su especificidad está determinada por el
ordenamiento espacial de los veinte componentes constitutivos.
En
definitiva, el funcionamiento y reproducción de los organismos más
simples y las células de los organismos más complejos están
dirigidos por un complejo de instrucciones contenidas en una molécula
con la forma de doble hélice (el ADN), que son leidas y transportadas
por una molécula mensajera (el ARN)17 para
su posterior traducción a un código “proteínico” de 20 letras
(aminoácidos), a partir de la cual se produce la construcción
efectiva de las moléculas requeridas.
Todos
estos componentes y actividades ocurren en un microambiente acuoso
que es mantenido dentro de ciertas condiciones físicas y de
composición.
Para
ello el microorganismo o célula lleva a cabo intercambios regulares
de materia o energía con el medio que lo rodea.,
Estos
sistemas acuáticos semicerrados y autónomos de condiciones
controladas se llaman “vida”.
Los
mensajes de las plantas
¿Qué
información trasmiten las plantas a través de sus señales químicas
y/o electromagnéticas?
En
la mayor parte de los casos no lo comprendemos en forma cabal. En
general, el paradigma científico reinante se resiste a aceptar estas
capacidades comunicativas a distancia de las plantas.
Sin
embargo, existen numerosas experiencias de larga data incorporadas en
las culturas tradicionales que muestran serios indicios de que ello
ocurre, y que hay formas de recibir dichas comunicaciones
directamente.
Es
posible que las visiones producidas por las plantas sicoactivas no
sean más que mensajes interespecíficos generados en la profundidad
de la estructura molecular del ADN de las células vegetales y las
reacciones a ellas de nuestras propias células. Probablemente las
“alucinaciones” sean la traducción cerebral de los complejos
códigos utilizados por las plantas para comunicarse con su entorno.
Esta
posibilidad no debe ser tomada a la ligera.
Durante
cientos de millones de años las plantas evolucionaron para
sobrevivir mejor en este mundo.
Ello
implicó competir, pero también, y sobre todo, coordinar.
Un
árbol debe saber que aquella enredadera cercana puede ayudarlo
atrayendo los insectos apropiados. Una forma de enterarse es a través
de un largo y engorroso proceso de selección natural. Los árboles
que combatan o se desembaracen de estas enredaderas beneficiosas no
lograrán reproducirse.
Pero
puede, y seguramente existe, otra manera de proporcionar u obtener la
información necesaria inmediatemente, sin necesidad de que pasen
muchísimas generaciones: las modulaciones electromagnéticas
invisibles de los millones de quilómetros de ADN que contienen los
tejidos de las plantas.
No
es sensato subestimar la capacidad que tiene la vida de aprovechar
todos los recursos a su alcance. Habría que empezar a escuchar con
atención las señales de que nos envían las selvas y praderas.
Además de los colores, melodías y aromas, existen muchos mensajes
más, una verdadera sinfonía de ondas que emergen día y noche de
todos los ecosistemas de la tierra.
Los
secretos de la naturaleza no se esconden. Están allí, proclamados a
los cuatro vientos y corrientes por los millones de seres que la
pueblan.
Para
comprenderlos sólo hay que prestarles atención.
En
ellos están las respuestas.
De "Pueblos, Drogas y Serpientes", Danilo Antón, Piriguazú Edicioneshttp://wow-
Blog in English: daniloanton-en.blogspot.com
Vale la pena también consultar este blog:_
really.blogspot.com.uy/2006/11/your-dna-would-reach-moon.html
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