miércoles, 6 de enero de 2016

La teoría del petróleo  de origen "fosil" es insostenible
D.Antón 
Más argumentos a favor del origen mineral del petróleo 
La teoría abiótica o mineral del origen del petróleo considera que los hidrocarburos son abundantes a nivel galáctico y planetario pudiéndose deducir que en nuestro planeta también lo son. Las observaciones astronómicas obtenidas a través del estudio de las rayas de absorción luminosa en las nubes de polvo y gas de la galaxia y en los cuerpos del sistema solar (planetas, satélites, cometas, meteoritos) permitieron comprobar la abundancia de los hidrocarburos. Obviamente, estos compuestos hidrocarbonosos no se originaron a partir de organismos fósiles. La pregunta que se nos aparece es: ¿Porqué habrían de serlo en La Tierra?

Esta teoría tiene en cuenta en forma mucho más adecuada los datos de la realidad, sostiene que el petróleo, el gas natural y las formaciones carbonosas asociadas son de origen mineral y sus existencias son prácticamente inagotables en el corto plazo. Los conocimientos obtenidos a partir de las exploraciones espaciales recientes, con imágenes y mediciones aportadas por las sondas interplanetarias, incluyendo los datos del telescopio espacial Hubble y de los nuevos telescopios de base terrestre, permiten mirar a nuestro planeta y los procesos que en él ocurren con una óptica diferente. La información obtenida hasta el presente muestra el parentesco de los diversos cuerpos del Sistema Solar y la similitud de los procesos que les dieron origen. De acuerdo a estos nuevos datos, tiende a confirmarse la teoría de la formación de planetas, planetoides y cometas. por aglomeración de planetesimales.
También se considera que el calentamiento de estos cuerpos ocurrió, a posteriori de su constitución inicial, por efecto de la contracción gravitatoria, la radioactividad de ciertos elementos y en tiempos posteriores `por procesos de cambios de fase de minerales en el interior de dichos astros. En todos ellos se ha constatado gran abundancia de carbono, generalmente bajo la forma de hidrocarburos u óxidos de carbono.
De la información disponible se deduce también que la estructura interna de los astros antedichos fue originalmente heterogénea, y que, si bien se pueden haber producido procesos de homogeneización, muchos componentes de la heterogeneidad original debe estar aún presentes en el interior de los cuerpos planetarios.
Uno de los principales procesos del dinamismo interno de estos astros parece ser la desgasificación. Ésta implica el ascenso gradual de ciertos elementos o compuestos relativamente livianos, que asumen estado gaseoso en rangos de presión y temperatura subsuperficiales y superficiales. Las principales moléculas que forman parte de las envolturas gaseosas de los planetas son de nitrógeno, de metano, de dióxido de carbono y de agua. El nitrógeno es relativamente abundante a nivel astronómico y por lo tanto al contraerse y calentarse el interior planetario tiende a exudarse hacia el exterior formando «atmósferas nitrogenadas» en aquellos cuerpos en que la masa y gravedad son suficientes para retenerlas. Debido a su carácter químicamente estable no se combina mayormente en su ascenso o en su estancia en la atmósfera.
El carbono y sus compuestos hidrogenados, por el contrario, suelen tener un comportamiento químico mucho más activo, particularmente en presencia de algunos (tal vez todos) minerales oxigenados, como son los óxidos metálicos y los sulfatos. Las fracturas producidas en el interior de los astros planetarios por la compresión y distención y calentamiento focalizado así como por las mareas astronómicas, solares y planetarias, facilitan el ascenso.

Al combinarse con el oxígeno, el metano o CH4 (que es la molécula más común en los interiores planetarios) genera CO2, CO y H2O, dependiendo de la disponibilidad de oxígeno. Los fluidos carbonosos así formados se inyectan en las masas sólidas generando presiones laterales en las fracturas, ensanchándolas y lubricándolas. De esa forma se posibilita el movimiento de los bloques rocosos, con producción de sismos y eyecciones de gases. 
Cuando el metano y otros gases carbonosos ven obstruido su ascenso por capas impermeables pueden acumularse formando yacimientos de gas natural. Si continúan en su ascenso pierden parte de su hidrógeno por oxidación y se tranforman en hidrocarburos líquidos o "petróleo". También éste se acumula si su ascenso se ve interrumpido y da lugar a los yacimientos de "petróleo". La teoría biótica, por el contrario, atribuye todos estos hidrocarburos a organismos antiguos que fueron enterrados en períodos pretétitos y luego "maduraron" formando gas y petróleo. Personalmente, esta hipótesis, aunque aceptada generalmente, me parece que no se ajusta para nada a la realidad geológica y extractiva.
De "Inagotables? Gas  y Petróleo", Danilo Antón, Piriguazú Ediciones
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