sábado, 2 de enero de 2016

No se puede seguir hablando del petróleo y los combustibles "fósiles". 
¡Por favor cambien el discurso!

El aumento de la producción de  petróleo en todo el mundo explica los precios más bajos y apoya la teoría abiótica sobre su origen
D, Antón
Hay una creencia generalizada en el mundo de la política energética y de la geología del petróleo que los combustibles minerales, generalmente considerados como "fósiles", están casi agotadas.
Lo que varíaría es la fecha límite de su agotamiento. Algunas personas especializadas en el tema piensan que la escasez va a hacerse notar en 10 o 15 años. Otras afirman que los combustibles minerales (“fósiles”) van a durar más de 50 años, e incluso un siglo.
La incertidumbre sobre las perspectivas futuras de suministro son muy importantes desde el punto de vista tecnológico, económico y político. Sin embargo, estas diferentes previsiones son demostrativas de la falta de un modelo único para analizar el tema.
En la década de 1950, un geólogo de Texas, M. King Hubbert desarrolló una curva como herramienta de análisis para predecir el rendimiento de los campos de petróleo desde el descubrimiento hasta la explotación, el agotamiento y abandono. Esta curva, ahora conocida como "curva de Hubbert", permite analizar todos los campos petrolíferos y de pronosticar la capacidad de producción. Algunas de las predicciones de Hubbert se cumplieron.
Durante las últimas décadas del siglo XX su curva fue muy eficaz en la predicción de la incapacidad de los campos de petróleo de Estados Unidos para satisfacer la creciente demanda del país. De acuerdo con la curva se esperaba que a partir de 1970 el país dejaría de ser autosuficiente. En realidad, esto sucedió. En los últimos años, varios especialistas en cuestiones petroleras han intentado aplicar la curva de Hubbert en los EE.UU. y en el resto del mundo pero no tuvieron éxito. La curva de Hubbert no parece encajar más en la realidad.
Durante los últimos 15-20 años nuevos métodos de desarrollos tecnológicos, perforación y fracturación (fracking) revirtieron las tendencias anteriores, los Estados Unidos se convirtieron en autosuficientes de nuevo y el exceso de petróleo afectó el mercado
La previsión de Hubbert se basaba en la creencia generalizada de que el petróleo tiene un origen "fósil", y sólo se puede extraer de las cuencas sedimentarias. Como las cuencas sedimentarias tienen volúmenes limitados (no se encuentran en todas partes y no se extienden más allá de 8 a 10 km de profundidad), los combustibles "fósiles" también estarán limitados a dichas áreas.
Este escenario de petróleo "fósil" implicaba aumento acelerado de los precios del petróleo, desequilibrios económicos masivos relacionados con la producción de energía, y la creciente inestabilidad social y política.
Esta situación no tenía solución aparente a la vista, ya que hubiera sido muy difícil, incluso imposible, lograr una reducción sustancial del consumo mundial de energía, y no había fuentes alternativas a corto plazo para satisfacer las crecientes necesidades de un planeta superpoblado cuyas economías están basadas en uso intenso de la energía.
Sin embargo, si aceptamos la teoría del petróleo abiótico, incluidos los procesos de desgasificación planetaria y la evolución de hidrocarburos a través de la profundidad de la biosfera (Thomas Gold, 2001), las conclusiones serían muy diferentes.
En primer lugar, debido a la presencia de hidrocarburos en todas las formaciones geológicas, incluyendo rocas ígneas y metamórficas, los inventarios (reservas) de petróleo a nivel regional y global deben ser recalculados.
Además, como se produce la formación de petróleo y gas natural en profundidad, habría volúmenes muchísimo más grandes de hidrocarburos contenidos en las capas profundas de la corteza de la Tierra e incluso en el manto superior.
Según la hipótesis abiótica es posible que la cantidad de hidrocarburos disponibles en el planeta es varios órdenes de magnitud mayor que las predichas. Tal vez hay petróleo y gas natural en volúmenes suficientes para abastecer a la humanidad durante muchos siglos, incluso milenios.
Como el petróleo líquido (de acuerdo con T. Gold) es derivado de los hidrocarburos gaseosos sus cantidades sólo están limitadas por las condiciones físico-químicas necesarias para su formación. Sin embargo, teniendo en cuenta las reservas de gas natural disponibles (particularmente de metano), que son enormes, miles o cientos de miles de veces más altas que las que normalmente consideradas, los petróleos líquidos también serían muy abundantes y su agotamiento no ocurriría ni en el corto ni en el mediano plazo.
A estas reservas hay que añadir el contenido de hidratos de metano en los fondos oceánicos, que también son muy voluminosas y contienen altas proporciones de gas natural (168 litros de gas metano por litro de hidrato de metano sólido, a presión normal).
Por todas estas razones, no debemos sorprendernos de que los precios del petróleo han disminuido sustancialmente en los últimos años a partir de un máximo de 140 dólares por barril hace unos 5 años con el precio actual de 35 dólares (2016).
Los datos anteriores muestran que la teoría biótica no explica el aumento mundial sostenido de la producción en los últimos años. La teoría de origen mineral de petróleo puede proporcionar las respuestas necesarias.
De "¿'Inagotables? Petróleo y Gas", Danilo Antón, Piriguazu Ediciones.
Blog in English: daniloanton-en.blogspot.com

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