martes, 3 de noviembre de 2015

 "Crónicas de la Peripecia Humana" publicada por Piriguazú Ediciones en 2014, fragmento 2o tomo.
Danilo Antón

Una cultura global estereotipada
En las películas tradicionales de Hollywood se podían (se pueden) ver muchos personajes que se impusieron en el imaginario colectivo mundial, las aventuras de los piratas del caribe, recios cowboys, vampiros tétricos o amables, gladiadores romanos y diferentes episodios característicos de guiones considerados “entretenidos”.
También incluyeron numerosas escenas mostrando situaciones hogareñas y sociales de la “american way of life” en la pantalla, exhibiendo los hábitos de consumo de las familias de clase media y alta de los Estados Unidos.
Los argumentos cinematográficos y televisivos también desarrollaron una visión unilateral de la conquista del país por los colonizadores europeos. Las comunidades nativas que poblaban el territorio en tiempos anteriores a la invasión eran “incivilizados” y por tanto se justificaban las acciones violentas y de exterminio, así como la ocupación de tierras nativas en nombre del progreso.
Durante mucho tiempo Hollywood difundió, en forma estereotipada y a nivel mundial, las vicisitudes históricas del avance del frente de ocupación extranjera en tierras aborígenes. Se lo planteaba como una lucha entre los indios bárbaros, que se resistían a la civilización, y el ejército de los Estados Unidos que defendía a los buenos colonos que sólo buscaban nuevas tierras para construir con su trabajo honesto un futuro más próspero y productivo.
Uno de los pueblos nativos más afectados directamente por la colonización fue la nación chumash, que habitaba precisamente en la región de Los Angeles y Hollywood.
Durante el dominio español y mexicano la zona permaneció poco poblada y esporádicamente atendida por las autoridades lejanas, las comunidades chumash perdieron parte de sus tierras pero lograron subsistir precariamente en la región costera californiana..
En 1845, California fue invadida y anexada a los Estados Unidos. En las últimas décadas del siglo XIX, y durante todo el siglo XX, la zona se pobló y urbanizó intensamente y en la actualidad hay más de 20 millones de personas habitando los condados costeros californianos del sur.
Además de su eliminación física debido a la represión, los chumash perdieron todos sus territorios hasta quedar recluidos en sitios marginales. Frente a este aluvión demográfico, que todavía continúa, resultaba poco creíble que una comunidad chumash hubiera podido sobrevivir con conciencia de su identidad histórica. Y sin embargo, así sucedió.
En 1901, con los sobrevivientes de la nación chumash, se constituyó la Reserva Chumash Santa Ynez integrada por unas pocas familias.
Fue un siglo más tarde, al despuntar el siglo XXI, que los miembros tribales lograron autosuficiencia económica a través de la construcción y operación de un Hotel-Casino, Actualmente (2012) la reserva está integrada por 97 familias con una población de 249 residentes.
Si bien poco queda de la antigua cultura de los chumash, su sobrevivencia en las cercanías de las grandes áreas metropolitanas californianas es un caso excepcional de resiliencia histórica.
A pesar de su cercanía y relevancia, parece que la industria cinematográfica de Los Angeles no se ha enterado todavía que los pueblos chumash lograron sobrevivir al genocidio en las propias fauces de la bestia del capitalismo y la frivolidad...
Sería un bonito argumento para una película dramática de Hollywood.

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