sábado, 7 de noviembre de 2015

Gas y Petróleo. ¿Inagotables?

El tema del petróleo está constantemente en la primera plana de los periódicos.
Se considera que es el recurso más valioso en nuestra civilización contemporánea hambrienta de energía.
El petróleo y sus derivados son imprescindibles para hacer marchar los automóviles, los aviones, las usinas termoeléctricas y las industrias de los plásticos. Su importancia económica es indiscutible.
Los intereses geopolíticos han generado inestabilidad en varios países productores dando lugar a conflictos y guerras por una parte, y por otra, al aumento sostenido de los precios.
Uno de los principales argumentos para el incremento de precios se basa en la creencia generalizada de que la génesis del petróleo y demás hidrocarburos es de naturaleza biológica, y que por lo tanto, los yacimientos se encontrarían restringidos exclusivamente a las cuencas sedimentarias del planeta.
La mayoría de los científicos suponen que es en estas cuencas donde se han acumulado geológicamente las plantas y/o animales fósiles que dieron origen al petróleo y al gas natural.
Tanto es así, que en el vocabulario común los hidrocarburos son denominados “combustibles fósiles”.
Por esa razón las existencias de petróleo y gas estarían limitadas, y constituirían, por definición, recursos no renovables.
Los volúmenes relativamente escasos, el carácter no renovable de los depósitos y su función “imprescindible” a nivel mundial, explicarían y justificarían el aumento constante de los precios, hasta transformarlos en un rubro desequilibrante de la economía de los países.
En la actualidad (fines del siglo XX y principios del siglo XXI) estas premisas son generalmente aceptadas, y es en base a ellas que se definen las estrategias políticas de los estados y de las organizaciones empresariales.
Es la teoría del origen biológico o biogénico de los hidrocarburos.

Sin embargo, con los elementos de juicio disponibles actualmente, y en base a los puntos de vista de algunos astrofísicos y geólogos, es posible afirmar que la creencia de que el petróleo y el gas tienen un origen fósil posee un asidero científico muy débil.
La teoría sustitutiva, que consideramos tiene en cuenta en forma mucho más adecuada los datos de la realidad, sostiene que el petróleo, el gas natural y las formaciones carbonosas asociadas son de origen mineral y sus existencias son prácticamente inagotables.
Es la teoría del origen mineral o abiogénico de los hidrocarburos .

De acuerdo a este enfoque, los hidrocarburos se generarían a través de procesos de desgasificación planetaria. Estos son procesos por los cuales los diversos compuestos de carbono e hidrógeno ascienden desde el interior del planeta y se recombinan (adaptándose a nuevas condiciones de presión y temperatura) acumulándose en las zonas en que dicho ascenso está obstruido (a menudo, precisamente, en las cuencas sedimentarias).
Algunos adherentes a la teoría mineral, en particular el astrofísico austríaco Thomas Gold, sostienen que los hidrocarburos ascendentes se oxidan en profundidad merced a la acción de ciertas bacterias, formando agua y dióxido de carbono, y dejando como residuos diversos minerales (a menudo metálicos), constituyendo a veces verdaderos yacimientos.
Estos fenómenos se darían en todos los planetas del Sistema Solar (y probablemente en otros sistemas estelares también), por lo que sería razonable suponer que este tipo de vida subterránea sería la regla (a nivel de otros planetas en el universo), mientras que la vida superficial (la nuestra) sería la excepción.

Del mismo modo, Gold expresa que los movimientos de fluidos hidrocarbonosos en profundidad y sus emisiones superficiales son los que provocan la mayor parte de los fenómenos sísmicos y tsunamis (tal vez todos).
En definitiva, la teoría integral y sistémica desarrollada por el astrofísico austríaco replantea en forma radical, no sólo las creencias acerca del origen del petróleo y otros hidrocarburos, sino los fundamentos mismos de la geología y la astrofísica planetaria.
El libro que presentamos aquí pretende proporcionar una síntesis de estas ideas, enmarcadas en los nuevos enfoques acerca de la naturaleza de la vida y su distribución en el espacio, desarrollados por Fred Hoyle y otros investigadores del Instituto de Astrobiofísica de Cardiff, con el fin de introducir nuevos elementos de juicio en un tema que hasta ahora ha sido considerado en forma unilateral, e incluso dogmática, por muchos científicos y académicos, con importantes repercusiones a nivel de la economía y la sociedad.

Del libro "Gas y Petróleo. ¿Inagotables?" de Danilo Antón publicado por Piriguazú Ediciones



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