Gas y Petróleo. ¿Inagotables?
El
tema del petróleo está constantemente en la primera plana de los
periódicos.
Se
considera que es el recurso más valioso en nuestra civilización
contemporánea hambrienta de energía.
El
petróleo y sus derivados son imprescindibles para hacer marchar los
automóviles, los aviones, las usinas termoeléctricas y las
industrias de los plásticos. Su importancia económica es
indiscutible.
Los
intereses geopolíticos han generado inestabilidad en varios países
productores dando lugar a conflictos y guerras por una parte, y por
otra, al aumento sostenido de los precios.
Uno
de los principales argumentos para el incremento de precios se basa
en la creencia generalizada de que la génesis del petróleo y demás
hidrocarburos es de naturaleza biológica, y que por lo tanto, los
yacimientos se encontrarían restringidos exclusivamente a las
cuencas sedimentarias del planeta.
La
mayoría de los científicos suponen que es en estas cuencas donde se
han acumulado geológicamente las plantas y/o animales fósiles que
dieron origen al petróleo y al gas natural.
Tanto es así, que en el
vocabulario común los hidrocarburos son denominados “combustibles
fósiles”.
Por esa razón las existencias
de petróleo y gas estarían limitadas, y constituirían, por
definición, recursos no renovables.
Los
volúmenes relativamente escasos, el carácter no renovable de los
depósitos y su función “imprescindible” a nivel mundial,
explicarían y justificarían el aumento constante de los precios,
hasta transformarlos en un rubro desequilibrante de la economía de
los países.
En
la actualidad (fines del siglo XX y principios del siglo XXI) estas
premisas son generalmente aceptadas, y es en base a ellas que se
definen las estrategias políticas de los estados y de las
organizaciones empresariales.
Es
la teoría del origen biológico o biogénico de los hidrocarburos.
Sin
embargo, con los elementos de juicio disponibles actualmente, y en
base a los puntos de vista de algunos astrofísicos y geólogos, es
posible afirmar que la
creencia de que el petróleo y el gas tienen un origen fósil posee
un asidero científico muy débil.
La
teoría sustitutiva, que consideramos tiene en cuenta en forma mucho
más adecuada los datos de la realidad, sostiene que el
petróleo, el gas natural y las formaciones carbonosas asociadas son
de origen mineral y sus existencias son prácticamente inagotables.
Es
la teoría del origen mineral o abiogénico de los hidrocarburos .
De
acuerdo a este enfoque, los hidrocarburos se generarían a través de
procesos de desgasificación planetaria. Estos son procesos por los
cuales los diversos compuestos de carbono e hidrógeno ascienden
desde el interior del planeta y se recombinan (adaptándose a nuevas
condiciones de presión y temperatura) acumulándose en las zonas en
que dicho ascenso está obstruido (a menudo, precisamente, en las
cuencas sedimentarias).
Algunos
adherentes a la teoría mineral, en particular el astrofísico
austríaco Thomas Gold, sostienen que los hidrocarburos ascendentes
se oxidan en profundidad merced a la acción de ciertas bacterias,
formando agua y dióxido de carbono, y dejando como residuos diversos
minerales (a menudo metálicos), constituyendo a veces verdaderos
yacimientos.
Estos
fenómenos se darían en todos los planetas del Sistema Solar (y
probablemente en otros sistemas estelares también), por lo que sería
razonable suponer que este tipo de vida subterránea sería la regla
(a nivel de otros planetas en el universo), mientras que la vida
superficial (la nuestra) sería la excepción.
Del mismo modo, Gold expresa que
los movimientos de fluidos hidrocarbonosos en profundidad y sus
emisiones superficiales son los que provocan la mayor parte de los
fenómenos sísmicos y tsunamis (tal vez todos).
En definitiva, la teoría
integral y sistémica desarrollada por el astrofísico austríaco
replantea en forma radical, no sólo las creencias acerca del origen
del petróleo y otros hidrocarburos, sino los fundamentos mismos de
la geología y la astrofísica planetaria.
El libro que presentamos aquí
pretende proporcionar una síntesis de estas ideas, enmarcadas en los
nuevos enfoques acerca de la naturaleza de la vida y su distribución
en el espacio, desarrollados por Fred Hoyle y otros investigadores
del Instituto de Astrobiofísica de Cardiff, con el fin de introducir
nuevos elementos de juicio en un tema que hasta ahora ha sido
considerado en forma unilateral, e incluso dogmática, por muchos
científicos y académicos, con importantes repercusiones a nivel de
la economía y la sociedad.
Del libro "Gas y Petróleo. ¿Inagotables?" de Danilo Antón publicado por Piriguazú Ediciones
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