Qatar, riqueza, esclavitud laboral y fútbol.
Las víctimas de siempre
Uno se puede preguntar como puede ser que un país localizado en un pequeña península con una superficie de unos 11,500 km2, muy árido, sin suelos agrícolas, sin cursos de agua permanentes, apenas unos magros acuíferos y una población muy poco numerosa, que hace 75 años eran de menos de 20,000 habitantes y que durante la primera mitad del siglo XX estaba compuesta por comerciantes, recolectores de perlas y varios miles de esclavos pudo haberse transformado en poco más de 70 años en uno de los países más ricos y tecnificados del mundo.
Como decía el clima de Qatar
es muy árido con una pluviosidad aproximada de 75 mm por año y temperaturas muy
cálidas que en verano promedialmentre varían de 35 a 40 grados centígrados.
Hace apenas un siglo en 1893 ese
territorio al cual todavía no s e podía llamar país, fue descripto en un
informe otomano que era la potencia dominante en esa época identificando las
principales poblaciones de la península con el nombre de Qatar constituidas por
los pequeños pueblos denominados Al Baida y Doha, muy cercanas entre sí. En esa
época el territorio tenía 6,000 habitantes. Un par de décadas más tarde en 1908
en la península habían 27,000 personas, de los cuales unos 6,000 eran esclavos
utilizados para la recolección de perlas. En 1915 ante la expansión británica
en el Golfo el país se transformó en
protectorado del Reino Unido pero continuó con su economía perlífera y
comercial tradicional.
Por 1930 la población había subido
a 30,000 de los cuales 5,000 eran iraníes. La crisis s económica de los 1930 y
1940 provocó la emigración de mucha gente reduciendo la población a 16,000 en
1949.
En los siguientes años con el
descubrimiento de hidrocarburos en el golfo incluyendo Qatar la población aumentó bastante rápidamente llegando a
111,000 en 1970 de los cuales aproximadamente 40% eran Qataríes.
Fue en el año siguiente, o
sea en 1971 que luego de retirarse las fuerzas británicas del Golfo Qatar logró
su independencia a la vez que en su territorio continuaba el desarrollo de
campos petroleros y gasíferos tanto en tierra firme como offshore.
Debido a ello la población aumentó rápidamente y en 1990 habían 371,863
personas incluyendo 70,000 Qataris
En el 2008 la población era de
825,000 habitantes y en el año 2020 ya habían ascendido a 2,880,000 habitantes
que es la población actual. De esos 2.880,000 habitantes solo 350,000 eran son
de nacionalidad qatarí y más de 2,500,000 son extranjeros, generalmente
trabajadores inmigrantes. Recordemos que hacía poco más de ½ siglo todavía
había esclavos en el país, y por supuesto, así como había esclavos había amos.
Hoy día
gran parte de las
cultura esclavista del pasado permanece,
aunque disimulada, hasta nuestros días.
Hasta ahí una breve historia
demográfica del país.
Como decíamos lo que ocurrió
para que se desencadenara ese crecimiento impresionante se relaciona con el
descubrimiento y desarrollo de campos petrolíferos y sobre todo gasíferos en el
territorio qatarí..
En 1960 se descubrió el primer
yacimiento offshore llamado Duchan con el cual Qatar se unió al grupo de países
exportadores de petróleo del Golfo En la actualidad sus reservas se estiman en
25,000 millones de barriles de petróleo y la producción del campo se mantiene
en 330,000 bb diarios.
Nuevos descubrimientos en campos offshore sobre todo de gas
llevaron a incrementar la producción de gas natural que pasó a ser el principal
rubro exportador del emirato transformándolo, según se considera actualmente,
en el país más rico del mundo en ingreso per cápita
(Son 70,000 dólares si se incluye a toda la población y más
de 600,000 dólares si se considera solamente a los ciudadanos Qataríes)..
Las reservas de gas natural de Qatar son aproximadamente
25 billones (25,000,000,000,000) de metros cúbicos. Esto
quiere decir que
el Emirato contiene 14% de las reservas mundiales, Son las terceras más grandes
solo superadas por Rusia e Irán.
Pues bien, en ese océano de
riqueza, y construyendo las numerosísimas obras de infraestructura que se están
haciendo continuamente que incluyen tres grandes estadios de fútbol para el
próximo mundial de fin del 2022, habitan y trabajan más de 2 millones de personas
en condiciones de servidumbre y pésimas condiciones de vida. Son los
trabajadores inmigrantes, personas que llegaron de India, Pakistán, Nepal,
Filipinas y otros países generalmente asiáticos que son quienes con su fuerza
de trabajo construyen esas magníficas obras de infraestructura que llaman la
atención a los dignatarios que van de visita al país.
Son personas que fueron
atraidos por contratos que consideraban aceptables y que en muchos casos cuando
llegaron comprendieron que se transformaron en rehenes de sus patrones, que
podrían retener los pasaportes, dejar de pagarles sus salarios o pagarle menos,
obligarles a vivir en casuchas sin ninguna comodidad y controlar sus vidas. En
el caso de las mujeres a veces además de la servidumbre implicó violaciones y
la prostitución.
Quiero aclarar que Qatar no
es el peor caso que existe en los países petroleros del Golfo, se dan casos
similares, e incluso peores, en Arabia Saudita, Kuwait, Abu Dhabi y Dubai,
entre otros. Para ubicarnos tenemos que recordar el pasado reciente esclavista
de la región y se comprenderán algunos hechos que continúan repitiéndose.
El año próximo 2022, es la
fecha señalada, en Qatar se reunirán
deportistas, turistas, dirigentes, mandatarios y magnates de la economía
mundial para presenciar el gran circo mediático del mundial de futbol.
En estos momentos me atrevo a
pensar acerca de cuanta gente recordará, tendrá presente, el sufrimiento y la
muerte de varios cientos de miles de trabajadores durante la construcción de
esas grandes obras. A veces el sufrimiento o la muerte fue por maltratos, otras
por enfermedades o incluso muchas por accidentes laborales evitables. Cuantos
espectadores tendrán conciencia de esas causalidades al presenciar el gran show
todopoderoso.
Tal vez habrán denuncias,
algunas organizaciones humanitarias nos recordarán que en los países del golfo
las personas tienen mínimos derechos, que las mujeres tienen escasos derechos,
que pueden ser lapidadas por tener relaciones sexuales, que se autorizan los
azotes, la cárcel o la ejecución por exteriorizar opiniones o ideas en temas
religiosos o políticos que no sean del agrado de las autoridades. Habrá
denuncias. Seguramente sí, aunque todos sabemos que no será suficiente.
De todas maneras, como ya se
ha visto otras veces, el dinero será una buena pantalla para obscurecer las
realidades profundas. Al año siguiente, la riqueza continuará fluyendo a los
grandes cofres de las empresas y países, sobre todo gobiernos, que rigen la
economía del mundo por encima de las necesidades de la gente.
Y el show se repetirá, en
otro lugar, con otros protagonistas, pero apoyados como de costumbre en el
sufrimiento de los más pobres, las víctimas de siempre.
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