sábado, 28 de mayo de 2022

Qatar, riqueza, esclavitud laboral y fútbol. 

Las víctimas de siempre

Uno se puede preguntar como puede ser que un país localizado en un pequeña península  con una superficie de unos 11,500 km2, muy árido, sin suelos agrícolas, sin cursos de agua permanentes, apenas unos magros acuíferos y una población muy poco numerosa, que hace 75 años eran de menos de 20,000 habitantes y que durante la primera mitad del siglo XX estaba compuesta por comerciantes, recolectores de perlas y varios miles de esclavos pudo haberse transformado en poco más de 70 años en uno de los países más ricos y tecnificados del mundo.

Como decía el clima de Qatar es muy árido con una pluviosidad aproximada de 75 mm por año y temperaturas muy cálidas que en verano promedialmentre varían de 35 a 40 grados centígrados.

Hace apenas un siglo en 1893 ese territorio al cual todavía no s e podía llamar país, fue descripto en un informe otomano que era la potencia dominante en esa época identificando las principales poblaciones de la península con el nombre de Qatar constituidas por los pequeños pueblos denominados Al Baida y Doha, muy cercanas entre sí. En esa época el territorio tenía 6,000 habitantes. Un par de décadas más tarde en 1908 en la península habían 27,000 personas, de los cuales unos 6,000 eran esclavos utilizados para la recolección de perlas. En 1915 ante la expansión británica en el Golfo  el país se transformó en protectorado del Reino Unido pero continuó con su economía perlífera y comercial tradicional.

Por 1930 la población había subido a 30,000 de los cuales 5,000 eran iraníes. La crisis s económica de los 1930 y 1940 provocó la emigración de mucha gente reduciendo la población a 16,000 en 1949.

En los siguientes años con el descubrimiento de hidrocarburos en el golfo incluyendo Qatar la población  aumentó bastante rápidamente llegando a 111,000 en 1970 de los cuales aproximadamente 40% eran Qataríes.

Fue en el año siguiente, o sea en 1971 que luego de retirarse las fuerzas británicas del Golfo Qatar logró su independencia a la vez que en su territorio continuaba el desarrollo de campos petroleros y gasíferos tanto en tierra firme como offshore.

Debido a ello la población  aumentó rápidamente y en 1990 habían 371,863 personas incluyendo 70,000 Qataris

En el 2008 la población era de 825,000 habitantes y en el año 2020 ya habían ascendido a 2,880,000 habitantes que es la población actual. De esos 2.880,000 habitantes solo 350,000 eran son de nacionalidad qatarí y más de 2,500,000 son extranjeros, generalmente trabajadores inmigrantes. Recordemos que hacía poco más de ½ siglo todavía había esclavos en el país, y por supuesto, así como había esclavos había amos. Hoy día

gran parte de las cultura  esclavista del pasado permanece, aunque disimulada, hasta nuestros días.

Hasta ahí una breve historia demográfica del país.

Como decíamos lo que ocurrió para que se desencadenara ese crecimiento impresionante se relaciona con el descubrimiento y desarrollo de campos petrolíferos y sobre todo gasíferos en el territorio qatarí..

En 1960 se descubrió el primer yacimiento offshore llamado Duchan con el cual Qatar se unió al grupo de países exportadores de petróleo del Golfo En la actualidad sus reservas se estiman en 25,000 millones de barriles de petróleo y la producción del campo se mantiene en 330,000 bb diarios.

Nuevos descubrimientos en campos offshore sobre todo de gas llevaron a incrementar la producción de gas natural que pasó a ser el principal rubro exportador del emirato transformándolo, según se considera actualmente, en el país más rico del mundo en ingreso per cápita

(Son 70,000 dólares si se incluye a toda la población y más de 600,000 dólares si se considera solamente a los ciudadanos Qataríes)..

Las reservas de gas natural de Qatar son aproximadamente

25 billones (25,000,000,000,000) de metros cúbicos. Esto quiere decir que el Emirato contiene 14% de las reservas mundiales, Son las terceras más grandes solo superadas por Rusia e Irán.

Pues bien, en ese océano de riqueza, y construyendo las numerosísimas obras de infraestructura que se están haciendo continuamente que incluyen tres grandes estadios de fútbol para el próximo mundial de fin del 2022, habitan y trabajan más de 2 millones de personas en condiciones de servidumbre y pésimas condiciones de vida. Son los trabajadores inmigrantes, personas que llegaron de India, Pakistán, Nepal, Filipinas y otros países generalmente asiáticos que son quienes con su fuerza de trabajo construyen esas magníficas obras de infraestructura que llaman la atención a los dignatarios que van de visita al país.

Son personas que fueron atraidos por contratos que consideraban aceptables y que en muchos casos cuando llegaron comprendieron que se transformaron en rehenes de sus patrones, que podrían retener los pasaportes, dejar de pagarles sus salarios o pagarle menos, obligarles a vivir en casuchas sin ninguna comodidad y controlar sus vidas. En el caso de las mujeres a veces además de la servidumbre implicó violaciones y la prostitución.

Quiero aclarar que Qatar no es el peor caso que existe en los países petroleros del Golfo, se dan casos similares, e incluso peores, en Arabia Saudita, Kuwait, Abu Dhabi y Dubai, entre otros. Para ubicarnos tenemos que recordar el pasado reciente esclavista de la región y se comprenderán algunos hechos que continúan repitiéndose.

El año próximo 2022, es la fecha señalada, en Qatar se reunirán  deportistas, turistas, dirigentes, mandatarios y magnates de la economía mundial para presenciar el gran circo mediático del mundial de futbol.

En estos momentos me atrevo a pensar acerca de cuanta gente recordará, tendrá presente, el sufrimiento y la muerte de varios cientos de miles de trabajadores durante la construcción de esas grandes obras. A veces el sufrimiento o la muerte fue por maltratos, otras por enfermedades o incluso muchas por accidentes laborales evitables. Cuantos espectadores tendrán conciencia de esas causalidades al presenciar el gran show todopoderoso.

Tal vez habrán denuncias, algunas organizaciones humanitarias nos recordarán que en los países del golfo las personas tienen mínimos derechos, que las mujeres tienen escasos derechos, que pueden ser lapidadas por tener relaciones sexuales, que se autorizan los azotes, la cárcel o la ejecución por exteriorizar opiniones o ideas en temas religiosos o políticos que no sean del agrado de las autoridades. Habrá denuncias. Seguramente sí, aunque todos sabemos que no será suficiente.

De todas maneras, como ya se ha visto otras veces, el dinero será una buena pantalla para obscurecer las realidades profundas. Al año siguiente, la riqueza continuará fluyendo a los grandes cofres de las empresas y países, sobre todo gobiernos, que rigen la economía del mundo por encima de las necesidades de la gente.

Y el show se repetirá, en otro lugar, con otros protagonistas, pero apoyados como de costumbre en el sufrimiento de los más pobres, las víctimas de siempre.

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