Los sobrevivientes: el pueblo más antiguo del planeta, los !kun san
Los !kung san, , también llamados bosquimanos, habitan los desiertos del Kalahari y Namib en el suroeste de África y son actualmente un remanente humano muy antiguo arrinconado en localizaciones marginales en el sur de Africa.
Forman parte de la primera y más antigua civilización del continente
africano, que se remonta, probablemente, a más de 100,000 años.
En ese sentido se puede decir que los !kung san son las verdaderas Primeras
Naciones del continente africano (y tal vez del planeta).
En Botswana y Namibia hay pinturas rupestres de mas de 70.000 años que
demuestran presencia de los San viviendo en esa época en los
alrededores del Desierto del Kalahari.
Esta cultura sobreviviente que se ha visto reducida por el avance de otras
sociedades africanas está organizada en pequeñas comunidades de unas veinte o
treinta personas durante los períodos de lluvias, concentrándose en número
mayor en la época seca.
Se alimentan de pequeños animales y recolectan plantas, en
particular las nueces del árbol de “mongongo” (Schinziophyton rautanenii) que
proporcionan la mayor parte de su alimentación. Esta planta de porte
arbóreo, raíces profundas y resistente a la sequia, que puede llegar a una
altura de 15 a 20 metros, crece en los suelos arenosos del Kalahari o del
Namib. Sus frutos poseen corteza dura y puede ser almacenados y consumidos
luego de varios meses.
Al igual que muchas sociedades tradicionales que viven en estrecho contacto con
la naturaleza y viven en comunidades familiares y tribales, los !kung san
otorgan un profundo sentido espiritual a los elementos naturales, a la libertad
individual y a la solidaridad con los demás miembros de su grupo. No son
sociedades jerárquicas y por lo tanto no tienen jefes ni subordinados. Estas
características no son exclusivas de esta nación del Kalahari.
Existieron y existen muchas otras con similares atributos en todos los
continentes. Los humanos en pequeños grupos y en estrecha dependencia con la
naturaleza tienden a desarrollar los mejores rasgos gregarios de la especie: la
coordinación de los individuos para obtener el sustento para todos, el respeto
a la libertad de los miembros del grupo, la solidaridad con los más débiles,
La invasión de África del Sur por el avance bantú primero, y la colonización
europea después, dio lugar a la expulsión de los !kung san de sus tierras
ancestrales y a una extrema marginación económica y social.
A pesar de vivir en un ambiente poco productivo, han logrado sistemas de subsistencia de todo el año, e incluso, a pesar de su condición social marginal, han llegado a proveer alimento de basado en el mondongo a las poblaciones bantúes cercanas en momentos de escasez.
Hoy los !kung san están limitados a los ambientes desérticos de los desiertos de Kalahari y Namib y sus derechos territoriales y culturales son desconocidos por los gobiernos de los países en que viven, Sud´África, Botswana y Namibia. Apenas son visitados por antropólogos para sus estudios y por cineastas para mostrar la interesante curiosidad que significan para las culturas urbanas del mundo.
Los que emigran a las ciudades pasan a formar parte de los sectores más pobres y excluidos de las sociedades donde habitan. Según cálculos recientes, son por lo menos 95.000 personas: 40.000 en Botswana, 33.000 en Namibia, 8.000 en Angola, 7.500 en la República Sudafricana, 1.500 en Zambia y 500 en Zimbabwe.
Los ǃkung o san están emparentados con varios pueblos africanos, que hablan alguna de las lenguas clasificadas como joisanas que se caracterizan por incorporar sonidos de chasquidos o cliqueos. Entre ellos se destacan por su importancia en el momento de la colonización los khoi khoi también conocidos como hotentotes cuya población actual, también marginada como los kun san asciende a unos 60,000 personas. Tanto los kun san como los khoi khoi constituyen una familia étnica de varios pueblos, relacionados entre sí habitualmente denominada la familia.
Koisan.
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