Tajamares de recarga serían la solución para evitar efectos de la sequía en Uruguay
A principios del año 2020 Uruguay está experimentando un importante déficit hídrico que de continuar intensificándose podré tener efectos adversos en la producción agrícola de secano y en la ganadería por disminución de las aguadas existentes (tanto naturales como artificiales).
Esta situación no es extraña porque el país tiene un régimen de lluvias irregular, con períodos de varios meses con escasas precipitaciones que en general, dado el sistema agropecuario existente, son considerados como "sequías".
La historia pluviométrica del país muestra que periódicamente el Uruguay atraviesa períodos de sequía que tienen que ser prevenidos para asegurar la continuidad de la producción y la persistencia de los manantiales naturales y niveles fréaticos y piezométricos.
Esta situación no es extraña porque el país tiene un régimen de lluvias irregular, con períodos de varios meses con escasas precipitaciones que en general, dado el sistema agropecuario existente, son considerados como "sequías".
La historia pluviométrica del país muestra que periódicamente el Uruguay atraviesa períodos de sequía que tienen que ser prevenidos para asegurar la continuidad de la producción y la persistencia de los manantiales naturales y niveles fréaticos y piezométricos.
Para combatir la sequía existen una serie de medidas que se pueden adoptar, de las cuales en nuestro país varias ya se encuentran en ejecución. Entre ellas se puede mencionar la existencia de represas, algunas que se utilizan específicamente para riego, como es el caso de la represa de India Muerta, otras para el abastecimiento de agua, como la de Cuñapirú o la Cuenca del Santa Lucía en Minas.
Además, existen tajamares que son pequeñas represas que se instalan en diversos sitios del territorio. Su fin es retener el agua en superficie, formando pequeños lagos que son utilizados cuando hay escasez de agua. Si se trata de sequías muy extensas en el tiempo, estos tajamares se secan, por lo que no son la mejor solución al problema.
La tercera opción de reserva de agua, segura y complementaria de las anteriores, es el manejo de las cuencas hidrogeológicas o de los acuíferos.
En Uruguay, existen acuíferos regionales, como el Acuífero Guaraní, el Acuífero Raigón y el Acuífero Litoral, los cuales debido a su tamaño no se ven afectados por las sequías.
Además, existen cerca de un centenar de pequeños acuíferos que incluyen algunos periféricos de los acuíferos regionales. El objetivo es identificar estos pequeños acuíferos que alimentan a los manantiales, para asegurar que siempre cuenten con agua. Estos acuíferos, si no cuentan con recarga suficiente pueden bajar sus niveles de agua y provocar que manantiales y cañadas se sequen.
Es necesario asegurar la recarga de los acuíferos, influyendo para que el agua que se infiltra sea mayor al agua que corre y evitar que se pierda en el mar. Para lograr este objetivo se propone instalar tajamares de recarga, pequeñas represas de agua, las cuales se diferencian de los tajamares de almacenamiento en que los últimos sólo reservan agua en la superficie, con la desventaja que se trata de agua que fácilmente se evapora y contamina.
En cambio, los tajamares de recarga promueven la infiltración y nutren a los acuíferos. Para permitir la infiltración del agua, es necesario ubicar el tajamar en la ladera de la cuchilla orientada hacia los manantiales de cañadas y arroyos
Asimismo, otra ventaja de los tajamares de recarga, es que son mucho más pequeños y fáciles de construir que los tajamares de almacenamiento. No es necesaria una gran inversión, medios técnicos o personal capacitado para su construcción. Su construcción es similar a la de los tajamares de almacenamiento, la diferencia radica en su ubicación y su tamaño.
En nuestro país aún no se instaló este procedimiento de recarga artificial como mecanismo contra la sequía, pero en varias partes del mundo ha sido utilizado exitosamente.
Antes de construir estos tajamares es necesario realizar un relevamiento de acuíferos. Actualmente están identificadas zonas donde existen pequeños acuíferos, como la zona de basalto, el basamento cristalino y formaciones sedimentarias en Cerro Largo y Rivera. Hasta ahora se conocen estas "familias de acuíferos locales" pero es necesario ubicar localmente cada uno de ellos, trabajar un área y construir los tajamares de recarga.
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