sábado, 8 de febrero de 2020

Un pueblo antiguo y resiliente en el Sahara: la nación de los tuaregs

Los tuaregs o imuhagh que se autodenominan Kel Tamasheq (hablantes de tamasheq) son uno de los principales pueblos que habitan el Sahara.  En la actualidad se estima que hay 2.5 millones en sus territorios ancestrales saharianos y medio millón refugiados en países vecinos o emigrados a las grandes ciudades de varios países africanos y en Europa. 
En los dominios saharianos las principales concentraciones demográficas tuaregs están en Níger (alrededor de 2 millones o sea 11% de la población), en Malí  (500,000 o 3% de los habitantes) y unos 100,000 en Argelia
 Además de su localización principal en Niger, los tuaregs son el grupo étnico mayoritario en la región de Kidal, en el noreste de Malí. 
Son herederos de culturas de larga data que habitaban el corazón del desierto, en particular la region del Ahaggar. 
 Étnicamente están emparentados con los bereberes del norte de Africa, los guanches de las islas Canarias, los etíopes y los somalíes. Su población total es de aproximadamente 1,200,000 distribuidos en cinco países, Mali, Niger, Argelia, Libia y Burkina Faso.
Históricamente basaban su economía en el pastoreo de camellos, ovinos y en menor grado de vacunos, en la explotación y transporte de sal, y en el comercio trans-sahariano.
Originalmente eran un conjunto de tribus dispersas en el desierto hasta que, de acuerdo a la tradición, fueron unificadas por una reina conocida como Tin Hinan, que literalmente quiere decir “ella de las tiendas”. También se la conoce como “Reina del Hoggar”.
Su tumba está situada en Abalesa, en plena región del Hoggar en Argelia. Fue descubierta por el ejército francés en 1925 y estudiada por arqueólogos desde 1933. Contenía el esqueleto de una mujer en un litera de madera con siete pulseras de plata en el brazo derecho y siete de oro en el brazo izquierda. También había un anillo de oro y restos de un collar de perlas auténticas y artificiales.
Algunas de las leyendas cuentan de la existencia de una mujer coja que había llegado del oasis Tafilalt de las montañas Atlas al Hoggar, acompañada por otra mujer que la servía que se llamaba Takamat. De acuerdo a esta tradición Tin Hinan tenía una hija o nieta, de nombre Kella, mientras que Takamat tienía dos hijas. Según el relato estas mujeres cuyos nombres totémicos eran de animales del desierto  fueron los ancestros de los pueblos tuareg.  Esta leyenda muestra el carácter matriarcal de estas antiguas sociedades del desierto.
     
La escritura tifinagh
Los tuaregs poseen isu propio lenguaje y su sistema de escritura tradicional, el tifinagh. Este alfabeto es utilizado por los tuaregs y otros pueblos bereberes de Marruecos, Argelia, Túnez y Libia y probablemente deriva del script bereber antiguo que a su vez se origina de las escrituras púnicas (fenicias).
Las características del script bereber son similares a las de otras escrituras semíticas: se escriben solo las consonantes, algunas letras tienen más de una morfología y las inscripciones en monumentos se escriben en filas horizontales de derecha a izquierda. A diferencia del bereber  antiguo y de la escritura púnica el tifinagh se escribe en filas horizontales de izquierda a derecha que puede estar relacionado a la influencia del griego y/o del latin.
Grupo de tuaregs trasladándose a lomo de camello[1]
La situación actual de la nación tuareg
Durante el siglo XX, y más particularmente después de la obtención de la independencia de los estados saharianos y sahelianos, los tuaregs sufrieron una profunda modificación en sus costumbres ancestrales. Antiguamente los tuaregs podían recorrer libremente el desierto con su ganado en busca de agua  y pasturas, y para mantener contactos regulares con las diversas comunidades que habitaban su vasto territorio.
A partir de la instauración de los nuevos estados y la demarcación de fronteras políticas, los tuaregs se vieron impedidos de continuar con las migraciones periódicas para encontrarse con sus parientes de los países vecinos impidiéndose o dificultándose los intercambios transfronterizos.
Debido a sus antecedentes históricos la situación política actual de los tuaregs en Mali y Niger ha adquirido una especial complejidad. En otros tiempos los tuaregs habían sido participantes activos en el tráfico de esclavos provenientes del sur. En la actualidad el balance de poder de Africa sur-sahariana se trasladó hacia el sur. La memoria histórica que consideraban a los tuaregs como traficantes de esclavos se ha conservado en los grupos étnicos del sur, bambaras, songhai y bantúes.
Otro  factor que influyó fue la migración hacia los centros urbanos luego de la independencia, en particular en Argelia y Libia. Las razones fueron varias: sequía, disminución del plantel animal, represión en Adrar.n-Iforas en 1962 e intento de golpe de estado en Niger en 1967.  A ello se agregó una intensa hambruna que tuvo lugar en la década de 1980 y que llevó a acentuar la migración de refugiados desde las zonas afectadas.
A partir de 1989 se multiplicó la represión llevada a cabo por los ejércitos regulares lo cual dio nacimiento al desarrollo de movimientos tuaregs de resistencia armada que se expresaron en una rebelión general en 1990. En ese año varios grupos tuaregs se levantaron en armas en Niger y Mali con el propósito de lograr su propio estado-nación u obtener autonomía regional.
En Niger se conoce este alzamiento como la tercera rebelión tuareg debido a los antecedentes de las rebeliones de Ag Mohammed Wau Teguidda Kaocer en las montañas Air en 1914 y la revuelta Ikazkazan en 1911 que volvió a estallar en Mali en 1916.
En Mali la rebelión comenzó con el ataque de separatistas tuaregs a los edificios gubernamentales en la ciudad de Gao. El ejército de Malí reprimió a los rebeldes dando lugar al levantamiento de la población de origen tuareg. El conflicto terminó en 1992 cuando se formó un nuevo gobierno, se otorgaron reparaciones a las víctimas, se creó una nueva región autónoma (la región Kidal) y se concedió mayor representatividad tuareg a los rangos del ejército nacional maliano..
Dos años más tarde, nuevamante algunos grupos tuaregs, aparentemente entrenados por Libia, atacaron Gao provocando mayores represalias del ejército de Mali que dio lugar a la formación de una milicia songhai para combatir la rebelión. La guerra civil terminó en 1995 cuando ambas partes negociaron un tratado de paz que ha mantenido en calma la región desde entonces.
En los últimos años debido a una situación de inestabilidad política en Malí se reconstituyeron las fuerzas independentistas tuaregs y a principios de abril del 2012 pudieron tomar las ciudades de Timbuctú y Gao, declarando la independencia de un nuevo estado tuareg, la República de Azawad que finalmente fuera eliminada por el ejército francés.   
Reproducido del libro "Crònicas de la Peripecia Humana", Danilo Antòn, Piriguazù Ediciones
        



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