En términos astronómicos y geológicos es un ambiente frágil que requiere ser observado sistemática y preventivamente por las sociedades humanas que la habitan.
2) Precisamente,
la presencia creciente y acumulativa de las sociedades humanas en la biosfera está
produciendo efectos a nivel local y regional. Hay modificaciones de los
ecosistemas, de los cuerpos y cursos de agua y de la composición y
comportamiento de la atmósfera en sus capas inferiores.
3)
A
nivel global, también hay efectos aunque es mucho más difícil identificarlos y
evaluarlos.
4)
La
composición de la atmósfera está sufriendo variaciones, una de las más importantes es
el aumento del CO2 que pasó de 0.03% a 0.04% en los últimos 100 años.
5)
Este
aumento puede deberse a la utilización generalizada de combustibles minerales,
aunque puede también deberse en parte a emisiones volcánicas y liberación de
CO2 disuelto en los océanos.
6)
El
C02 es un gas de invernadero (greenhouse gas) que puede tener efecto aumentando
la temperatura global.
7)
Al
mismo tiempo el CO2 (que no es un contaminante sino un
nutriente) tiene el efecto de aumentar la producción vegetal con impacto (positivo) en la
vegetación natural y cultivos.
8)
El
vapor de agua es un fuerte gas de invernadero (produce calentamiento) mucho más
que el CO2, pero al condensarse en nubes, genera el efecto opuesto. Por esa razón
la dinámica del agua atmosférica es extremadamente importante en la definición
de los procesos meteorológicos y tendencias climáticas.
9)
La
acción humana ha arrojado enormes cantidades de aerosoles en la atmósfera, sobre
todo en las regiones áridas e industriales y urbanas.
10)
Los
aerosoles funcionan como puntos de condensación del vapor de agua formando
nubes, que generalmente no son nubes de lluvia.
11)
Las nubes tienen un fuerte albedo (capacidad
reflectiva de las radiaciones) por lo que, como indicábamos antes, producen enfriamiento.
12) Los impactos combinados de aerosoles y gases de invernadero se compensan. Es difícil
saber si el efecto final es calentamiento o enfriamiento.
13)
Los
glaciares están fundiéndose en algunos lugares (península antártica,
Groenlandia) pero el hielo está aumentando su espesor en el centro de la Antártida.
El balance global de la fusión de los hielos es difícil de medir pero
probablemente sea negativo. Requiere confirmación.
14)
Los
niveles de los océanos han estado aumentando 2 mm por año medido por satélites.
Se puede estimar que este aumento corresponde a unos 20 cm por siglo. De modo
que no hay urgencia para tomar medidas radicales en las costas por varias decenas de años. A largo
plazo (siglos) algunas medidas pueden ser necesarias.
15)
Estos
cambios de niveles oceánicos son difíciles de percibir localmente porque hay
zonas continentales que emergen y otras se sumergen por razones geológicas. Por lo tanto puede ser que en algunas áreas costeras no haya ascenso marino y en otras éste sea más intenso. En todo caso, si lo consideramos a escalas de décadas, el ascenso es imperceptible. Las islas coralinas oceánicas en general no sufrirán ningún efecto porque tienen un comportamiento geológico ascendente debido a la acumulación de capas coralinas que compensan el pequeño ascenso oceánico experimentado.
16)
Por
otra parte, los registros geológicos muestran que ese ascenso es pequeño
comparado con la subida de los niveles oceánicos al fin de la época glacial
hace unos 11,000 a 10,000 años y en otros períodos geológicos que alcanzó a varias decenas de metros.
17)
El
calentamiento global no está comprobado. Han aumentado las temperaturas en las zonas urbanas donde
hay efectivamente aumento de la temperatura local con relación a zonas rurales
adyacentes. En las zonas menos pobladas y océanos ese calentamiento no ha sido
medido efectivamente. Puede haber alguna variación térmica pero es muy difícil registrarla.
Los comportamientos térmicos a nivel del suelo son muy variables dependiendo
del relieve y la circulación atmosférica. A nivel de unos miles de metros (mediciones
satelitales) no se la ha comprobado.
18)
No
han aumentado la frecuencia ni intensidad de los huracanes.
19)
Todo
lo anterior no quiere decir que no haya cambio climático. Sin lugar a dudas lo hay a nivel local
y regional y seguramente lo haya nivel global pero se trataría de cambios que
requieren muchas décadas e incluso siglos para registrar y evaluar, y que en la actualidad son inciertos,
20) A escala de siglos, o tal vez de milenios, entonces, la acción humana puede
modificar la atmósfera de modo que la haga perjudicial para la vida humana y de
algunas clases de organismos superiores.
21)
La
reducción de la generación de CO2 ý de la emisión de aerosoles pueden ser medidas
que reduzcan la magnitud de esos cambios.
22)
La
contaminación de aguas continentales y zonas costeras no tiene mayor efecto
globalmente pero puede provocar graves daños a la vida acuática y a las
sociedades humanas que dependen de ella en la franja costera.
23)
Otras
modificaciones de la atmósfera (p.ej. aumento de la acidez expresada en la
lluvia ácida, concentraciones de dióxido de azufre, dióxido de nitrógeno, monóxido
de carbono, plomo, etc) tienen efecto local o regional pero su incidencia a
nivel global no parece significativa.
24)
En
función de lo anterior, y sobre todo por el registro geológico de los
paleoclimas, se puede presumir que efectivamente se estaría produciendo un
cambio climático global pero este cambio es muy lento (a escala de muchas décadas o siglos) y
lo que es más significativo, muy difícil de medir.
25)
En
definitiva, si bien no hay lugar para alarma inmediata, se requiere definir objetivos y métodos, basados en datos científicos (y no en información periodística
catastrófica) en donde las autoridades políticas puedan plantearse estrategias adecuadas a mediano y largo plazo.
26)
Para
desarrollarlas e implementarlas se deberá vencer un complejo de intereses
corporativos y políticos a quienes esas estrategias puedan perjudicar.
27) En todo lo anterior, no hemos considerado
las implicancias que las desigualdades geopolíticas y sociales tendrían en el
desarrollo de las posibles estrategias requeridas, incluyendo cambios de uso
del suelo (p.ej. deforestación), aumento
del escurrimiento, disminución o aumento de la evaporación y las migraciones
humanas.
Danilo Anton
28 de septiembre de 2019
No hay comentarios:
Publicar un comentario