miércoles, 13 de febrero de 2019


El Tratado de Madrid, la Guerra Guaranítica y las raíces culturales y étnicas de la Banda Oriental en el siglo XVIII


El acontecimiento que habría de tener más influencia en la posterior evolución de la Banda Oriental fue el Tratado de Madrid en 1750[1] entre España y Portugal, por el cual se redefinió la frontera en todas las colonias americanas de estos dos imperios europeos dejando los siete pueblos orientales en territorio portugués y desencadenando la reacción tape-jesuítica.
Para rediseñar los límites de las colonias del sur de América dos partidas oficiales comandadas por sendos geógrafos de cada país, salieron respectivamente de Montevideo y Rio Grande encontrándose en la zona de los Castillos (actual Cabo Polonio) en 1751. El primer mojón fue colocado en un peñasco adyacente al Cerro de la Buena Vista o Monte de Castilhos (como es designado por J.F. Fernandes Pinheiro) [2] en 1752. El segundo mojón fue ubicado en un sitio denominado de la India Muerta (seguramente en un cerro cercano al arroyo actualmente conocido por dicho nombre) y el tercero en una sierra 5 leguas al norte de la bahía de Maldonado (la población de San Fernando de Maldonado todavía no había sido fundada)[3]. Los sucesivos mojones y límites fueron establecidos a lo largo de la Cuchilla Grande hasta el río Ibicuy y de allí siguiendo este río hasta el Uruguay.
La confección de estos límites dejó varias poblaciones españolas en manos portuguesas tanto en el sur de América como en otros confines de los imperios. Uno de los elementos contenciosos principales se dió en el norte de la Banda Oriental en donde el tratado obligaba a abandonar los siete pueblos misioneros orientales.   
Apenas se enteraron de la decisión de los gobiernos, los habitantes de las comunidades misioneras a ser desplazadas, se rebelaron contra la decisión comandados por varios líderes indios y jesuitas. Uno de los primeros pueblos rebelados fue el de San Miguel, cuyos pobladores capitaneados por el padre jesuita Lorenzo Balda y el líder indígena Sepé reunieron 600 hombres en armas y se lanzaron al encuentro de las divisiones demarcadoras.
A partir de ese momento se desencadenó la llamada guerra guaranítica  o guerra de los tapes (esta guerra puede ser considerada como la segunda guerra guaranítica) que prosiguió hasta 1756 culminando en un enfrentamiento total entre las huestes tapes y los ejércitos combinados de España y Portugal.
Los tapes estaban organizados política y militarmente bajo las órdenes conjuntas de un mando indígena y jesuíta y respondían a la autoridad política de Nicolas Languiru (que había sido declarado por sus seguidores: Nicolas I, rey de Paraguay).
El ejército portugués estaba compuesto por unos mil hombres y el español por 1,500. Se reunieron para dar las últimas batallas el 16 de enero de 1756 en las nacientes del río Negro. Los enfrentamientos principales se dieron en febrero, especialmente en la batalla de Caibaté en donde 2,500 hombres al mando de Nicolás Languiru fueron derrotados por los ejércitos imperiales tras sangrienta batalla.
Los tapes peleaban con lanzas y desorganizadamente contra las armas de fuego y la organización profesional de los dos ejércitos europeos. El resultado fue una verdadera masacre. Miles de indios misioneros fueron liquidados con gran facilidad y casi sin pérdidas por los ejércitos de las dos potencias.
El episodio es descripto por J.F.Fernandes Pinheiro de la siguiente manera: "Ainda hoje o viandante sensível e bom contempla com horror essas planícies, onde iludidos, bisonhos, e desarmados índios foram empenhados por destros conselheiros em desigual combate contra tropas aguerridas, e bemm petrechadas; em poucas horas ficaram juncadas de mil e duzentas destes malfadados, de infinidades de lancas, flechas, e arcos, e prisioneiros cento e vintesete; por troféus duas bandeiras de nobreza encarnada, tres pecas de artilharia calibre 1, e algunas espingardas..." y luego "...dos nossos saíram feridos..." (un total de dieciocho) "...e morto um; e dos espanhois dez soldados feridos, e mortos dois." O sea, ¡1,200 muertos del lado misionero, 3 muertos del lado hispano-portugués!
Luego de varias otras batallas tan desiguales como la recientemente mencionada los ejércitos tapes fueron totalmente derrotados y sus desorganizados remanentes se refugiaron con sus familias en el territorio español cruzando el río Ibicuy, fundamentalmente para escapar de la amenaza bandeirante. A partir de ese momento las poblaciones Misioneras fueron cayendo una a una, algunas como San Miguel, fue abandonada por sus pobladores, otras no tuvieron más remedio que capitular (San Lorenzo y San Borja)[4]. Con el tiempo, muchos de los pobladores de las Misiones conquistadas emigraron de sus pueblos para unirse a los remanentes de las fuerzas derrotadas. Debido a que la guerra reciente también había incluído a España como enemigo, la gran mayoría de los fugados trataron de evitar las zonas españolas más pobladas refugiándose más bien en zonas periféricas, sobre todo hacia el este y el sur.

Al principio se desplazaron hacia el sur, a lo largo de los montes de la costa del río Uruguay, y finalmente hacia las sierras de la Banda Oriental, tanto de la actual escarpa de Haedo como de las Sierras de Maldonado.

El conocido historiógrafo riograndense Visconde de Sao Leopoldo, (J.F.Fernandes Pinheiro) en su obra citada estimó en unos 14,000 los refugiados guaraníes que se desplazaron al sur del Ibicuy después de la guerra. J.F. Fernandez Pinheiro describe así este episodio: "Os indios, que escaparm no desbarato geral, internaram-se pelos bosques das margem Oriental do Uruguai, aos quais agregando-se outros, que se estimaram en quatorze mil, faziam frequentes correrias".  Como resultado de ello se produjo una profunda transformación demográfica y étnica de la población de la Banda Oriental española.

Las migraciones tapes
En ese momento se puede estimar que en el territorio oriental la población se distribuía de la siguiente manera: 1) población charrúa-minuán original: 3,000 personas de ambos sexos; 2) changadores y otros pobladores "a monte": 1,000 personas predominantemente del sexo masculino; 3) indios tapes refugiados: 14,000 personas de ambos sexos, incluyendo mayoría femenina e infantil; 4) pobladores de estancias y chacras fundamentalmente cerca de Montevideo y de San Juan a Soriano: 2,000 personas; 5) en Montevideo: 2,000 personas; 6) en Colonia: unas 5,000 personas.
De acuerdo a estas cifras, la población total de la Banda al sur del Ibicuy habría pasado a ser (después de la guerra) de unas 25,000 a 30,000 personas, muy por encima de las 12,000- 15,000 personas que la habitaban antes de la guerra, y lo que es aún más importante la composición étnica de la población rural pasó a ser fundamentalmente "tape" [5].
En resumen, todo parece indicar que antes de la Guerra Guaranítica y excluyendo la población de las dos ciudades existentes (Montevideo y Colonia) y sus alrededores la población de la Banda no excedía los 5,000 habitantes (3,000 indios pampas, unos mil changadores y unos mil habitantes rurales de las márgenes del Uruguay prácticamente todos al sur del río Negro (parajes de Soriano, San Salvador, Víboras, San Juan y Colla) que eran dominantemente de extracción indígena (sobre todo tape y pampa-chaná). La aparición del nuevo aporte tape cambió substancialmente la correlación en el país oriental, que a partir de este momento se definió claramente como un país rural guaraní-pampa con tendencia a una creciente guaranización.
Del libro "Uruguaypirí" actualizado (D.Antón)


Los nuevos inmigrantes se incorporaron a las estancias existentes y pasaron a formar parte del personal de trabajo de las nuevas estancias que se iban formando a medida que se asignaban nuevas concesiones de tierras (permitiendo en los hechos una aceleración de la adjudicación de tierras desde Montevideo), se incorporaron a la población urbana de Montevideo, se establecieron en las tolderías pampas, muchas veces dando lugar a mestizaje pampa-guaraní, y se mezclaron con las partidas de changadores en número tal que pasaron a dominar completamente tanto desde el punto de vista linguístico como cultural a aquel grupo humano cuyos números aumentaron en forma significativa. Es de la unión de la población original de changadores con la masa inmigrante tape que se produjeron los cambios que dieron lugar a la aparición de un nuevo tipo humano: el gauderío o


    [1] El Tratado de Madrid entre las coronas española y portuguesa se firmó el 13 de enero de 1750 y fue ajustado por instrucción del 17 de enero de 1751.
    [2] Hay una descripción muy detallada de estos episodios en "Anais da Provincia de Sao Pedro" de José Feliciano Fernandes Pinheiro, Visconde de Sao Leopoldo, escrito en la década de 1830 y republicado por Mercado Aberto, en Documenta 11, Porto Alegre, 1982, 250 pp. Utilizamos esta referencia con frecuencia en este capítulo.
    [3] Maldonado fue fundada con familias españolas, criollas e indias (tapes) en 1757.
    [4] Descripto por Salvador Cabral en su obra: Andresito Artigas en la Emancipación Americana; ed. Tiempo de América, Castañeda, Buenos Aires, 1980.
     [5] En el censo de 1769 de Montevideo se cuentan 8,602 habitantes para toda la jurisdicción (para la ciudad: 3,474). Una estimación para 1,750 indicaría unos 4,000- 4,500 para toda la jurisdicción (incluyendo la población del occidente desde Soriano al Colla estimable en un millar) y unos 2,500- 3,000 para la ciudad incluyendo la población de extramuros. Es de hacer notar que en estos censos no figura la mayor parte de la población indígena, de los changadores y de otros habitantes de la campaña sin adjudicación formal de tierras (de allí que los números reales de población deban ser considerados mucho más altos que los "oficiales").

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