domingo, 24 de febrero de 2019

El monoteismo surgió en Arabia

Hay indicios que permiten deducir que fue precisamente en las tie­rras del corazón de Arabia, Al Hejaz, el Asir y el vecino Nejd, que se iniciaron las principales religiones monoteístas del mundo. Ciertos datos documentales y toponímicos llevan a pensar que fue en estos países que tuvieron su origen las antiquísimas corrientes religiosas hebreo-israelitas y sus derivados históricos, el judaismo, el cristia­nismo, el Islam y la antigua religión de Etiopía.
La creencia generalmente aceptada sostiene que los eventos des­criptos en los relatos bíblicos ocurrieron en las tierras del Cercano Oriente, en el país denominado Palestina o Israel. Del mismo modo se suele aceptar que la primitiva ciudad de Jerusalén, donde habi­taron los reyes David y Salomón, cuya edad sería superior a 3,000 años, es la misma población que fue reconocida como tal durante la época romana, en tiempos posteriores y hasta el día de hoy.
Sobre este tema últimamente han aparecido opiniones discordes.
Desde fines del siglo XX algunos autores notaron contradicciones entre los sitios mencionados en los libros sagrados judíos y cristia­nos y la toponimia contemporánea de Palestina e Israel
Al mismo tiempo, ciertos investigadores, en particular el académico libanés Kamal Salibi, encontraron similitudes curiosas entre los nom­bres de los lugares bíblicos de la época salomónica y la nomenclatura geográfica de Arabia suroccidental y central.
Las páginas que siguen exponen sintética y parcialmente algunas de las ideas expuestas por Salibi, recientemente fallecido, en sus múltiples publicaciones y que últi­mamente ha difundido en su blog en Internet.
La región sudoccidental y central de Arabia, que incluye Al Hejaz, el Asir y el Nejd, está vertebrada hacia el oeste por la imponente escarpa montañosa de As-Surat. Estos territorios se extienden a lo largo del bor­de occidental de Arabia, entre Yemen y Tabuk. Allí se ubicaría, según Salibi, el país natal de los patriarcas bíblicos.
La hipótesis se basa en las repetidas inconsistencias de los diversos libros religiosos judíos y cristianos cuando se refieren a los paisajes geográficos recorridos por los profetas y a la falta de evidencias arqueológicas en Pa­lestina, Siria, Iraq y Egipto que pudieran confirmarlos.

Salibi y otros autores llegaron a la conclusión polémica de que la tierra bíblica de Abraham, David y Salomón era Arabia, y arribaron a esta hi­pótesis con diferentes métodos de análisis e investigación. Del mismo modo consideraron que la antigua ciudad de Jerusalén, la que se mencio­na en los libros, también habría estado ubicada en la península arábiga.
Jerusalén es un nombre judeo-cristiano que se refiere a una urbe que ha jugado un rol protagónico en la historia religiosa de los pueblos del Oriente Cercano. Según algunos autores quiere decir casa de la paz (jeru salem) o casa de salem (dios del sol poniente en las religiones semíticas). Otra interpretación menos ortodoxa sostiene que esta toponimia puede provenir de Yeru Shulaym, palabra compuesta que denomina dos antiguos lugares de Arabia (el Yeru y el Suleyman).31 Todas estas etimologías posibles introducen incertidumbres acerca del origen y localización de la ciudad sagrada de las religiones monoteistas.
De acuerdo a Salibi, la toponimia de la Biblia hebrea alude a sitios identificables con topónimos en Arabia pero que, en tiempos posterio­res, habrían de ser reinterpretados como situados en Palestina, donde siglos más tarde se establecería el reino Hasmoneo fundado por Si­món Maccabaeus (último de los macabeos) en el segundo siglo a.e.c.
Una proposición central de la teoría es que el rasgo geográfico cono­cido como Jordan, que generalmente se toma como el río Jordán, en realidad se referiría a la impresionante escarpa de Arabia Occidental, las montañas As Surat o Sarawat. El área de Israel antiguo se identificaría con los territorios a ambos lados de la sección sur de la escarpa, o sea el sur del Hejaz y el Asir, de Taif a la frontera con Yemen en los alrededores de las actuales ciudades de Abha y Khamis Mushayt.
Salibi acepta que Palestina estaba habitada por hebreo-parlantes, o que hablaban un lenguaje parecido al hebreo, desde tiempos muy tempra­nos, pero considera que estos pueblos no eran los mismos que los que llegaron a esa zona a mediados del primer milenio a.e.c..
Nota:  K.Salibi escribió en su blog: Zion era la ciudad de David y subsecuentemente la capital de Salomón y los reyes de Judah que lo sucedieron, ubicada en las alturas montañosas de Qa’wat Siyan en las cercanías de Jerusalem, las Alturas de Rijal Alma, al sur de las elevaciones que rodean la ciudad actual de Abha. Jerusalem estaba situada adyacente a este Zion en dirección norte” Referencia: http://kamalsalibi. blogspot.com/2010/07/sundial-experiments-in-abha-saudi.html

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