En primer lugar definir precisamente la diferencia entre
tiempo y clima, conceptos que en general son conocidos pero vale la pena
recordarlos.
El estado del tiempo es la situación meteorológica de un
momento dado, por ejemplo durante un día específico: tiempo nublado, con
temperaturas medias xxx, máximas xxx, mínimas xxx, sin lluvias, presión de xxx
hectopascales, etc. Al día siguiente los datos serán diferentes y así
sucesivamente durante el resto del año y años anteriores y siguientes. Es lo
que en inglés se dice weather (idioma que tiene una terminología algo más
precisa que en español) (en español la
palabra “tiempo” tiene otros significados que pueden confundir las ideas).
El clima, en cambio, NO se refiere al tiempo de hoy, de
mañana o de antes de ayer, sino al comportamiento habitual durante un período
prolongado (digamos 30 años). En otras
palabras es la sucesión normal de tiempos en ese lapso que se considera.
Para constatar que EFECTIVAMENTE hubo algún cambio climático
(por ejemplo, aumento de la temperatura media en un mes determinado, o de las
lluvias, se requiere obtener datos históricos por largos períodos. Estos datos pueden ser obtenidos de estaciones
meteorológicas, información de satélites, etc.0
Las sensaciones de las personas acerca de supuestos cambios
climáticos que habrían experimentado en el pasado están teñidas de fuertes
subjetividades. Obviamente los recuerdos de la niñez no son comparables a las
sensaciones actuales. Las personas experimentan los tiempos meteorológicos en formas diferentes en momentos diferentes de sus vidas (no el
clima, el clima NO se experimenta porque está constituido por promedios estadísticos).
A ello se agrega la información meteorológica (NO climática)
que recibimos diariamente de los medios de información. Por ejemplo, cuando hay un tornado en algún
lugar, hoy nos enteramos inmediatamente, algunos minutos después nos llegan
mensajes, imágenes o videos. Hace 30 o 40 años muchos tornados pasaban
prácticamente inadvertidos. Lo mismo pasa con las lluvias copiosas, granizadas,
fuertes calores o fríos.
Por esa razón es un error subjetivo comparar tiempos
(meteorológicos) actuales con tiempos de
hace 10, 20 o 30 años basado en nuestras sensaciones en esos momentos diferentes.
Los cambios climáticos que pueden haber ocurrido, tienen que
estar validados por datos de varias décadas. Aun así los datos meteorológicos antiguos
pueden haber sido obtenidos en lugares que han cambiado (p.ej. se urbanizó el
sitio de la estacíón meteorológica y algún cambio puede deberse a esta modificación
urbana y no a un cambio climático global o regional.
La conclusión es que los supuestos cambios climáticos deben
ser ratificados por muchas observaciones de varios parámetros meteorológicos
durante un largo período de tiempo.
Un ejemplo de lo anterior puede ser la actual ola de calor en Uruguay y más particularmente en Montevideo. Las temperaturas según informó el INUMET han llegado a los 34 y 35 grados en la ciudad y hasta 37 grados en el litoral. Estas temperaturas no son inusuales. La temperatura máxima absoluta de Montevideo medida en la Estación Meteorológica del Prado para el período 1901-1994 fue de 42.8 grados, que no se ha superado en los últimos 25 años. La máxima absoluta para Paysandú en el período 1901- 1994 fue de 44 grados, 7 grados mas que la actual.
Un ejemplo de lo anterior puede ser la actual ola de calor en Uruguay y más particularmente en Montevideo. Las temperaturas según informó el INUMET han llegado a los 34 y 35 grados en la ciudad y hasta 37 grados en el litoral. Estas temperaturas no son inusuales. La temperatura máxima absoluta de Montevideo medida en la Estación Meteorológica del Prado para el período 1901-1994 fue de 42.8 grados, que no se ha superado en los últimos 25 años. La máxima absoluta para Paysandú en el período 1901- 1994 fue de 44 grados, 7 grados mas que la actual.
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