miércoles, 30 de enero de 2019

Un desastre anunciado, la catástrofe de Brumadinho, en Minas Gerais Brasil
La ruptura de la presa de descartes mineros de Brumadinho se produjo tres años después de una gran tragedia ocurrida después de la ruptura de la represa de los desechos de Fundão en la ciudad de Mariana, también en el estado de Minas Gerais, que había producido enorme destrucción, daño ambiental y muerte de decenas de persona.
La represa Corrigo del Frijol que sufrió el colapso fue construida en un tributario menor del río Paraopeba en 1976 por Ferteco Mineração (adquirida por la megacorporación minera Vale en 2001). La empresa Vale es la propietaria y gerenciadora de la planta que procesa mineral de hierro en la cercanía de la ciudad de Brumadinho y de la cual la presa Corrigo del Frijol formaba parte.
Esta presa era utilizada para depositar los descartes de las operaciones mineras de extracción de mineral de hierro por la empresa minera. Desde el punto de vista ambiental había sido clasificada como una estructura de pequeño porte con bajo riesgo y alto daño potencial.
El río Paraopeba, a donde fluyen los efluentes de la mina, es a su vez afluente del río San Francisco, que aguas abajo en el lugar de la confluencia del río Paraopeba está represado en lo que se conoce como el embalse de las Tres Marías. Recordamos que el rìo San Francisco es un río muy caudaloso que corre de sur a norte paralelo a la costa por 2,300 kilòmetros y que fue la columna vertebral durante la colonización de Brasil.
Debido a que la represa que se desplomó estaba en la cuenca del río Paraopeba éste rio experimentó una afectación súbita con millones de toneladas de aguas barrosas y lodos escurriendo hacia su cauce. Esta catástrofe dio lugar a un deterioro ambiental extremadamente intenso, con muerte de toda la fauna piscícola, destrucción de estructuras y afectación directa de las poblaciones ribereñas.  Los principales alcanzados por el desastre fueron los empleados de la mina. En el momento del rompimiento, numerosos trabajadores estaban almorzando en el área administrativa de la mina, que fue enterrada en primer lugar (estaba a 1 km de la presa) y fue totalmente cubierta por los lodos. Casi inmediatamente fue alcanzada la pequeña comunidad de Vila Ferteco, también situada 1 kilómetro aguas abajo. Según el Cuerpo de Bomberos, 65 personas murieron y cerca de trescientas están desaparecidas
En el registro nacional de la Agencia Nacional de Minería de acuerdo a una nota de la Secretaría de Estado de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, figuraba que  la represa del Corrigo del Frijol estaba “debidamente licenciado” lo cual muestra la ligereza para conceder autorizaciones ambientales tanto a nivel federal como estadual.
En diciembre de 2018, Vale obtuvo esta licencia para el reaprovechamiento de los rechazos dispuestos en la represa (cerca de 11,7 millones de metros cúbicos) y para el cierre de actividades de la misma. La represa no recibía rechazos desde 2014 y, según la compañía, pasaba por inspecciones de campo quincenales. De acuerdo con el Instituto Minero de Gestión de las aguas (Igam) y la Agencia Nacional de Minería (ANM), la represa que se rompió había sido considerada de gran potencial contaminante con daño potencial asociado alto, con potenciales pérdidas de vidas humanas e impactos económicos, sociales y ambientales. De todas formas la licencia se concedió  con los resultados que se conocen.

Descripción de la mina
La Mina de Corriente del Frijol, donde se encuentra una de las 7 represas que se rompió en Brumadinho, produjo en 2018 8,5 millones de toneladas de mineral de hierro, que es equivalente al 2% de la producción de mineral de hierro de la minera Vale. La mina forma parte del Complejo de Paraopeba, que en 2018 la producción fue de equivalente a 27,3 millones de toneladas, correspondiendo a aproximadamente el 7% de la producción de Vale. El complejo está constituido por 13 estructuras utilizadas para la disposición de desechos, retención de sedimentos, regulación de caudal y captación de agua. Además de las represas, la Mina Corriente del Frijol presentaba varias estructuras administrativas y de apoyo, como centro administrativo, comedor y talleres de mantenimiento, además de terminal de carga y pequeña malla ferroviaria para desagüe del mineral de hierro.
La aldea Pataxó, que fue una de las localidades que tuvo que ser evacuada tras la ruptura y 25 familias que viven en la aldea Nao Xohã fueron llevadas a la parte más alta del municipio de São Joaquim de Bicas, área administrativa donde se encuentra la comunidad. Brumadinho, São Joaquín de Bicas y Mário Campos forman el conjunto de ciudades cortadas por el río Paraopeba.
En la zona habitan varias comunidades Pataxó que no fueron alcanzadas por la catástrofe. De acuerdo con el cacique Hayyó Pataxó, el agua del río Paraopeba comenzó a sufrir cambios alrededor de las 4 de la mañana. "El agua ayer estaba clara, pero hoy está roja oscura. "Ya tiene un montón de peces muertos, flotando, con la boca hacia fuera pidiendo socorro." [Los pataxos promovieron rituales para agradecer el hecho de no haber sido alcanzados por el fango y pidieron disculpas por la naturaleza por lo ocurrido. [...] Una posada ubicada en Brumadinho, la Pousada Fazenda Nova Estancia, dejó de existir y fue totalmente destruida al ser alcanzada por el lodo de la represa. Había 35 personas en el lugar, entre huéspedes y funcionarios, que están entre los desaparecidos.

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