La represa Corrigo del Frijol que sufrió el colapso fue
construida en un tributario menor del río Paraopeba en 1976 por Ferteco
Mineração (adquirida por la megacorporación minera Vale en 2001). La empresa Vale
es la propietaria y gerenciadora de la planta que procesa mineral de hierro en
la cercanía de la ciudad de Brumadinho y de la cual la presa Corrigo del Frijol
formaba parte.
Esta presa era utilizada para depositar los descartes de
las operaciones mineras de extracción de mineral de hierro por la empresa
minera. Desde el punto de vista ambiental había sido clasificada como una estructura
de pequeño porte con bajo riesgo y alto daño potencial.
El río Paraopeba, a donde fluyen los efluentes de la mina,
es a su vez afluente del río San Francisco, que aguas abajo en el lugar de la
confluencia del río Paraopeba está represado en lo que se conoce como el
embalse de las Tres Marías. Recordamos que el rìo San Francisco es un río muy
caudaloso que corre de sur a norte paralelo a la costa por 2,300 kilòmetros y
que fue la columna vertebral durante la colonización de Brasil.
Debido a que la represa que se desplomó estaba en la cuenca
del río Paraopeba éste rio experimentó una afectación súbita con millones de
toneladas de aguas barrosas y lodos escurriendo hacia su cauce. Esta catástrofe
dio lugar a un deterioro ambiental extremadamente intenso, con muerte de toda
la fauna piscícola, destrucción de estructuras y afectación directa de las
poblaciones ribereñas. Los principales alcanzados
por el desastre fueron los empleados de la mina. En el momento del rompimiento,
numerosos trabajadores estaban almorzando en el área administrativa de la mina,
que fue enterrada en primer lugar (estaba a 1 km de la presa) y fue totalmente
cubierta por los lodos. Casi inmediatamente fue alcanzada la pequeña comunidad
de Vila Ferteco, también situada 1 kilómetro aguas abajo. Según el Cuerpo de
Bomberos, 65 personas murieron y cerca de trescientas están desaparecidas
En el registro nacional de la Agencia Nacional de Minería
de acuerdo a una nota de la Secretaría de Estado de Medio Ambiente y Desarrollo
Sostenible, figuraba que la represa del
Corrigo del Frijol estaba “debidamente licenciado” lo cual muestra la ligereza
para conceder autorizaciones ambientales tanto a nivel federal como estadual.
En diciembre de 2018, Vale obtuvo esta licencia para el reaprovechamiento
de los rechazos dispuestos en la represa (cerca de 11,7 millones de metros
cúbicos) y para el cierre de actividades de la misma. La represa no recibía
rechazos desde 2014 y, según la compañía, pasaba por inspecciones de campo
quincenales. De acuerdo con el Instituto Minero de Gestión de las aguas (Igam)
y la Agencia Nacional de Minería (ANM), la represa que se rompió había sido
considerada de gran potencial contaminante con daño potencial asociado alto, con
potenciales pérdidas de vidas humanas e impactos económicos, sociales y
ambientales. De todas formas la licencia se concedió con los resultados que se conocen.
Descripción de la
mina
La Mina de Corriente del Frijol, donde se encuentra una de
las 7 represas que se rompió en Brumadinho, produjo en 2018 8,5 millones de
toneladas de mineral de hierro, que es equivalente al 2% de la producción de
mineral de hierro de la minera Vale. La mina forma parte del Complejo de
Paraopeba, que en 2018 la producción fue de equivalente a 27,3 millones de
toneladas, correspondiendo a aproximadamente el 7% de la producción de Vale. El
complejo está constituido por 13 estructuras utilizadas para la disposición de
desechos, retención de sedimentos, regulación de caudal y captación de agua. Además
de las represas, la Mina Corriente del Frijol presentaba varias estructuras
administrativas y de apoyo, como centro administrativo, comedor y talleres de
mantenimiento, además de terminal de carga y pequeña malla ferroviaria para
desagüe del mineral de hierro.
La aldea Pataxó, que fue una de las localidades que tuvo
que ser evacuada tras la ruptura y 25 familias que viven en la aldea Nao Xohã
fueron llevadas a la parte más alta del municipio de São Joaquim de Bicas, área
administrativa donde se encuentra la comunidad. Brumadinho, São Joaquín de
Bicas y Mário Campos forman el conjunto de ciudades cortadas por el río
Paraopeba.
En la zona habitan varias comunidades Pataxó que no fueron
alcanzadas por la catástrofe. De acuerdo con el cacique Hayyó Pataxó, el agua
del río Paraopeba comenzó a sufrir cambios alrededor de las 4 de la mañana.
"El agua ayer estaba clara, pero hoy
está roja oscura. "Ya tiene un montón de peces muertos, flotando, con la
boca hacia fuera pidiendo socorro." [Los pataxos promovieron rituales
para agradecer el hecho de no haber sido alcanzados por el fango y pidieron
disculpas por la naturaleza por lo ocurrido. [...] Una posada ubicada en
Brumadinho, la Pousada Fazenda Nova Estancia, dejó de existir y fue totalmente
destruida al ser alcanzada por el lodo de la represa. Había 35 personas en el
lugar, entre huéspedes y funcionarios, que están entre los desaparecidos.
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