En la actualidad las familias terena que viven de la agricultura no logran obtener de ella la renta mínima necesaria para mantener durante todo el año su grupo doméstico. Para que las rozas sean exitosas, los liderazgos deben garantizar junto a los órganos gubernamentales (alcaldías, órganos estatales y Funai, en este orden) el suministro necesario de diesel y semillas y contar aún con que los tractores estén en perfectas condiciones de uso. Sin embargo, esta situación coloca a los cuidadores terena de las Reservas en la dependencia casi absoluta de los insumos externos (aceite y semillas) - dependencia esta que acaba por someter a los líderes indígenas al más descarado "clientelismo", sobre todo por parte de las autoridades municipales, ávidas de los votos indígenas . Dado este cuadro, los cultivadores indígenas sólo tienen el control sobre "qué plantar", pero no sobre "cuánto y cuándo plantar". De ahí las diferencias, año a año, verificadas en las áreas efectivamente plantadas en las Reservas.
Con la nueva institucionalidad en donde el Ministerio de Agricultura tomará control de la demarcación (y administración?) de las reservas, las comunidades terena estarán en una situación mucho más vulnerable.
Otro punto que merece ser destacado es la constatación de que la desigualdad en la distribución de los lotes de rozas (tierras de cultivo), sumada a las diferencias en el desempeño de los líderes de las parentelas familiares, se refleja en la existencia de grupos domésticos más bien "exitosos" que otros, en términos de su "condición de vida" (y los equipos domésticos y la ropa son la señal exterior de estas diferencias). Todo ello puede generar conflictos internos que pueden debilitar las comunidades.
Ganadería
A pesar de la "vocación" terena para la agricultura, este pueblo jamás dejó de ejercer la actividad de crianza de ganado, vacuno y equino, ocupación que heredaron, para luego asumir como propia, en su prolongada convivencia con los mbayá-guaicuru. Este conocimiento fue fundamental en los años subsiguientes a la guerra con Paraguay, para la inserción de muchos terena como colonos y peones preferenciales de las haciendas de la región.
En el pasado, el acceso a las reses parecía estar restringido a los nativos de grupos locales que tenían la prerrogativa de recibir, a través del intercambio de sus mujeres con los "mayorales" mbayá, bueyes y caballos. Hoy, este acceso se restringe a los terena "exitosos", es decir, que consiguieron dinero suficiente para comprar algunas reses, sea a través de los largos años gastados en la changa o sea por medio de otro empleo cualquiera en el mundo de los purutuyé. Pero la creación sigue siendo una señal de alto estatus dentro de las reservas de terena.
En el nuevo contexto político los terenas tendrán mayores dificultades para acceder a las reses, que complementado con las limitaciones en el acceso a las tierras de cultivo pueden afectar seriamente la calidad de vida de las personas.
Sin embargo, asì como los terenas han sabido sobreponerse a tantas situaciones crìticas en el pasado, seguramente encontraràn recursos anìmicos y sociales para continuar su tareas existencial de supervivencia cultural.
Traducido y adaptado de:
https://pib.socioambiental.org/pt/Povo:Terena
No hay comentarios:
Publicar un comentario