Las
guerras apaches
"¿Por que
quieren morir, los apaches? ... Recorren colinas y llanuras y quieren que el
cielo les caiga encima. Los apaches fueron una vez una gran nación; ahora no
son sino unos pocos, y por eso quieren morir.."
Cochise al General Gordon Granger en 1866
Los apaches atacaban a los invasores desde sus bases
en la Sierra, sobre todo con el propósito de obtener caballos. Se hicieron
excelentes jinetes, mucho mejores que los "blancos" y además llegado
el caso también utilizaban sus caballos como alimento. La eficacia de sus
guerreros llevó al "abandono" temporario de dichos territorios, tanto
por las fuerzas de los EEUU como por las del estado mexicano, permaneciendo éstos
por un tiempo a salvo de los procesos de colonización.
Hubo varios tratados de
paz entre apaches y estadounidenses, pero su vigencia nunca duró mucho.
En todos los casos los incumplimientos se debieron a
acciones de los invasores. El último de los acuerdos violado por los EEUU había
tenido lugar en 1858, en el Apache Pass de la Sierra del Dragón. Poco después
de este tratado comenzaron las guerras apaches que habrían de durar hasta su
derrota a fines del siglo diecinueve.
En la década de 1860, un jefe llamado
Cochise se levantó en armas por una acusación y posterior arresto de que fue
objeto por un supuesto secuestro, junto con otros cinco apaches. Uno de los
compañeros de Cochise había sido muerto en el acto y otros cuatro ejecutados,
pero Cochise logró escapar con tres balas en el cuerpo. Desde entonces se
incorporó a las fuerzas rebeldes del jefe Mangas Coloradas.
Por su parte, Mangas Coloradas fue apresado merced a una trampa que
le tendieron los delegados de los EEUU, con el presunto fin de negociar un
nuevo tratado. Al llegar al sitio de la "negociación", fue hecho
prisionero, torturado cruelmente y finalmente muerto.
A partir de ese
momento, Cochise quedó como principal líder de la resistencia.
Durante diez
años Cochise y 200 guerreros lograron eludir a sus perseguidores en las
montañas del Dragón. Las guerrillas atacaban y se retiraban esfumándose en la
aridez de la montaña. La invencibilidad de Cochise se hizo mitológica. Luego de
varios años de duración, la vida en la montaña comenzó a tener su impacto en
las comunidades rebeldes. La Sierra era un lugar árido. Los escasos cultivos
posibles en este ambiente eran destruídos sistemáticamente por las fuerzas del
gobierno. Los veranos eran cálidos y secos y los inviernos fríos.
En setiembre
de 1872, agotados por el hambre y el cansancio, los apaches de Cochise se
vieron forzados a aceptar una propuesta del gobierno de los EEUU que les
ofrecía territorio para su establecimiento pacífico. Cochise no tenía razones
para confiar en la palabra de los estadounidenses que habían dado pruebas de
su falsedad en tantas oportunidades. De todas maneras, para acabar las
penurias de su gente, decidió bajar de la montaña para integrarse a la reserva
propuesta, aunque en esa oportunidad expresó su sentimiento real: "No creo
que usted cumpla su palabra de mantener la paz.... Usted me dice que podremos
permanecer en nuestras montañas y valles. Eso es todo lo que queremos, no
queremos pelear o matar blancos, ni quere-mos que los blancos nos peleen y nos
maten a nosotros. Queremos solamente vivir en paz. Pero no creo que ustedes nos
permitan permanecer en las tierra que amamos. Le prevengo, si trata de
sacarnos de nuestras tierras de nuevo, comenzará la guerra nuevamente, será una
guerra sin final, una guerra en que cada apache peleará hasta que esté muerto.
Pruébeme de que estoy equivocado, pruébeme que esta vez puedo
confiarle..." Respuesta de Cochise al representante estadounidense Howard
en 1872
Tal como lo previera Cochise, algunos meses más tarde
de firmar el Tratado, el mismo fue violado como otros cientos de veces anteriormente.
Las autoridades de los EEUU ordenaron el traslado de los apaches
"reducidos" a una nueva reserva inadecuada y pobre en Nuevo México,
en la localidad de Tularosa, provocando el alzamiento de Cochise y los suyos.
Algunos meses más tarde se llegó a un nuevo acuerdo,
consintiendo Cochise en bajar las armas y aceptar una nueva relocalización en
la reserva Chiricahua y con la promesa de que podrían regresar a Apache Pass .
Cochise murió al año siguiente, el 8 de junio
de 1874, quedando liderazgo en manos de
una nueva generación de jefes. Las promesas que hicieran los estadounidenses a
Cchise antes de su muerte tampoco fueron cumplidas. Nunca más pudieron los
apaches regresar a su territorio tradicional de Apache Pass.
(continúa)
Del libro Amerrique, los huérfanos del paraiso, D.Antón, Piriguazú Ediciones
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