El agua líquida en el universo
"El Agua es el primer principio para lavar impurezas y
hacer crecer la vida”
Fundamento de la religión de los “Templos de Agua” o “Agama
Thirta” de la isla de Bali.
El agua líquida no es una substancia común en el cosmos. Si
bien sus elementos constituyentes, el hidrógeno y el oxígeno, son abundantes, y
sus combinaciones bajo la forma de agua sólida, el hielo, o gaseosa, el vapor
de agua, también lo son, el agua líquida sólo es estable en condiciones
restringidas de temperatura y presión.
El hidrógeno es el gas más abundante del universo,
probablemente constituye 99% de toda su materia. El oxígeno, si bien es mucho
menos común, representa gran parte de la corteza sólida de los planetas
conocidos. Cuarenta y cinco por ciento de la masa y noventa por ciento del
volumen de las rocas terrestres es oxígeno y se le encuentra en proporciones
parecidas en las cortezas sólidas de La Luna, Marte, Venus y otros astros del
sistema solar. Ello no quiere decir que las atmósferas planetarias sean ricas
en oxígeno libre. Por el contrario, debido a su actividad química, este gas se
combina con otros elementos formando múltiples compuestos (óxidos, sales
oxigenadas y por supuesto agua).
Los minerales más comunes de las rocas terrestres
(feldespato y cuarzo) contienen una proporción elevada de átomos de oxígeno.
También presentan altos porcentajes de este elemento los carbonatos y
sulfatos:
El dióxido de carbono (CO2) y el agua (H2O), los compuestos fundamentales de la
vida, están igualmente basados en él.
Con la única excepción de La Tierra, las atmósferas
planetarias conocidas no contienen oxígeno libre. En nuestro caso, su presencia
se debe a la actividad biológica. En ese sentido, La Tierra posee una doble
anomalía, la importante proporción de oxígeno (bajo la forma molecular
diatómica: O2) y el rol central de la vida como fenómeno determinante de su
dinámica físico-química.
Una tercera anomalía, que es en cierto modo la causa de las
anteriores, es la abundancia del agua en estado líquido, generalmente
localizada a lo largo del contacto entre la litosfera y la atmósfera.
La Tierra es el único planeta conocido con una hidrosfera
bien desarrollada en contacto con la envoltura gaseosa de su
atmósfera.
La presencia generalizada de agua líquida en nuestro
planeta ha permitido la implantación y desarrollo de los procesos vitales, cosa
que no ha sido, hasta ahora, identificado en ningún otro astro.
La vida está intrínsecamente relacionada con el agua. El
ADN, gigantesca molécula que constituye la base de todos los organismos
conocidos, requiere, para su metabolismo y reproducción, estar en contacto con
una solución acuosa de características apropiadas.
La mayoría de los organismos viven en el agua, y los que no
lo hacen, llevan consigo su propio microambiente acuoso.
En resumen, en este mundo, la vida no puede existir sin
agua líquida. Recíprocamente, en los lugares en donde hay agua líquida, se dan
las condiciones para el desarrollo de los procesos vitales.
No sabemos si hay grandes volúmenes de agua en estado
líquido en otros planetas. Tal vez haya agua subterránea (“acuíferos”) en Marte
o La Luna y hay indicios de océanos de agua cubiertos por una espesa capa
congelada en algunas de las lunas de Júpiter5. Dadas las temperaturas y
condiciones de presión extremadamente bajas de estos astros, no es muy probable
que se hayan desarrollado procesos vitales generalizados y mucho menos una
situación “biosférica” como la que existe en La Tierra.
En nuestro planeta, la vida “adeénica”6ha
colonizado prácticamente todos los ambientes acuáticos. Hay organismos vivos en
las hirvientes emanaciones hidrotermales del fondo de los océanos, en las gotas
de agua condensadas de las nubes troposféricas y en las aguas de fusión de los
inlandsis antártico y groenlandés.
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