La
Tierra-donde-sopla-el-viento
De acuerdo
a Jules Marcou, geógrafo francés que investigó el tema a fines del siglo XIX, la palabra Amerrique designa la cadena
montañosa que separa el lago de Nicaragua de la llanura húmeda de la costa
caribeña. Marcou se basó en A. Le Plongeon, un estudioso especializado en las
culturas mayas y de Centro América, quien afirmó que la palabra Amerrique era
de origen maya y quería decir "la tierra donde sopla el viento". En
los dialectos mayas, las desinencias iqqe ,ik e ika significan, no só-lo
"viento" sino también "aire", "el espíritu que respira"
y " vida" . Por lo tanto, Amerrique puede querer de-cir "la
tierra donde sopla el viento", "el lugar del espíri-tu que
respira" e incluso "la tierra viva". Alfonso Valle llegó a
conclusiones similares. Dávila Bolaños, por su parte, sostiene que el nombre
viene de Amac-rique (cordillera larga). Es de hacer notar que la Sierra de
Amerrique aparece
designada como tal en numerosos mapas, (por ejemplo en el Atlas de la
Encyclopaedia Britannica, en el diccionario Larousse y otros), así como en
algunos trabajos y referencias bibliográficas
Una
referencia del presidente de Nicaragua En 1886, en una carta enviada a Don
Manuel Peralta y referida por Jules Marcou, el Presidente de Nicaragua, Don
Adan Cárdenas afirmaba que la cadena montañosa Amerrique estaba habitada por
"una tribu india conocida como los Amerriques, hoy reducida a un pequeño
número de individuos" pero que "en tiempos antiguos" esta nación
era "de alguna importancia". También señalaba Cárdenas que
"estos indios Amerrique han estado en comunicación más o menos
frecuentemente con el Cabo Gracias a Dios y toda la Costa Misquita'29
La primera
mención de América relacionada con Vespucci El nombre América, explícitamente
adjudicado como homenaje a Vespucci, aparece por primera vez en una publicación
titulada "Cosmographiae Introductio", im-presa en 1507 en el Gymnase
Vosgien de la ciudad de
Saint Dié,
conjuntamente con la traducción al latín de las famosas cartas de Vespucci identificadas
como "Quatour Americi Navegationes". El Gymnase Vosgien, un colegio e
imprenta situa-do en una pequeña ciudad de la Lorena francesa pu-blicaba
documentos acerca de las "nuevas tierras" des-cubiertas más allá del
océano. Una de estas publica-ciones fue la antes mencionada. Recordamos además
que Saint Dié se encuentra en una de las zonas de tradición imprentera más
anti-guas de Europa (a corta distancia de la ciudad de Estrasburgo donde Johann
Gutenberg había desarrollado la primera imprenta en 1439, apenas 70 años
an-tes). La obra fue atribuida a Martín Hylacomylus Waldseemüller (el nombre
también aparece escrito como Ilacomylus y Waltzemüller). En la marca
tipo-gráfica de la imprenta Waldseemüller figura como M.I. (Martin Ilacomylus).
De acuerdo a Jules Marcou, la posición de Waldseemüller era de
dibujante-cartógrafo, mientras que la autoría intelectual debería ser adjudicada
a Jean Basin, quien además había traducido las cartas de Vespucci al latín. El
nombre América aparece citado en dicho artí-culo señalándose que su utilización
se hace como ho-menaje a Américo Vespucci.
El
seudónimo de don Albérico Vespucci
La
información anterior parece demostrar que el nom-bre América no proviene de
Albérico Vespucci. Se seña-la además que los nombres Amerigo o Americo eran
po-co comunes en Florencia, pues no estaban incluidos en el santoral cristiano
que era la fuente de todos los nombres de pila usados en las repúblicas
italianas de esa epoca. La hipótesis de Marcou, que 0parece muy lógica, es que
Amerigo o Américo eran en realidad seudónimos que había adoptado (tardíamente,
ya en Castilla) don Albérico para ajustar su nombre a la exitosa denominación
del antiguo continente.
(continúa)
Del libro “La
Mentira del Milenio” (Los misterios de América), D.Antón, Piriguazú Ediciones.
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