En la teoría biogénica ortodoxa del origen del petróleo, los yacimientos petrolíferos pueden ser explotados hasta un cierto punto, pasado el cual se agotan y no se puede esperar una recuperación suficiente como para reanudar el bombeo.
Por esa razón, los campos “agotados” se abandonan y los prospectores van en búsqueda de yacimientos en otras partes.
De acuerdo a este enfoque, tarde o temprano todos los yacimientos petrolíferos terminarán agotándose.
Sin embargo, siguiendo la teoría abiogénica de la génesis de los hidrocarburos, no es necesario que los yacimientos se agoten. En los hechos, los pozos o campos pierden presión y, si la extracción es demasiado rápida, su explotación puede dejar de tener interés comercial. Pero si se les deja descansar suficiente tiempo, el ascenso de los hidrocarburos permitiría la recuperación tanto de los pozos como de los yacimientos.
Por esa razón también, los cálculos de “reservas probables” o “reservas probadas” carecen de fundamento, pues el modelo conceptual en que se basan no es correcto.
Cuando se calcula el tiempo que durará un yacimiento de acuerdo a dichas “reservas”, supuestamente conocidas, se deja de lado una variable muy importante: la capacidad de recuperación del campo de petróleo o gas debido a la migración de hidrocarburos provenientes de las capas inferiores o laterales al yacimiento en cuestión.
Los datos de recarga de yacimientos son numerosos. Se han observado en Abu Dhabi y otros lugares del Medio Oriente, en los pozos profundos de Oklahoma, en la costa del Golfo de México y en otras partes.
Las estimaciones de duración productiva de los pozos son generalmente erróneas porque hay recarga durante el período de producción. Cada pocos años hay que recalcular hacia arriba las reservas porque la teoría ortodoxa ha interpretado mal los mecanismos geológicos que permiten la formación del petróleo y del gas.
La predicción de la década de 1970 era que el petróleo se acabaría en 1987. Sin embargo, no sólo no se acabó sino que las supuestas reservas aumentaron considerablemente.
Señala Gold que la recarga es un tema de enorme significado económico y de gran importancia ingenieril, pues, si se aceptara este hecho, se podría tener algún control sobre el proceso de recarga.
El problema es, nuevamente, la falta de comprensión de la dinámica del proceso de desgasificación planetaria. Si se acepta el hecho, a esta altura bien conocido, que los hidrocarburos son un constituyente común en el cosmos, y que los planetas al evolucionar sufren procesos de desgasificación, podemos comprender mejor y por lo tanto prever la disponibilidad futura de hidrocarburos a nivel mundial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario