La ayahuasca
La ayahuasca o yagé, de origen amazónico, es una de las plantas con propiedades psicoactivas más
importantes del continentea americano, y tal vez del mundo. Se basa en una
infusión de las hojas de una enredadera (el jagube cuyo nombre cientifico es Banisteriopsis
caapi) que se mezcla con otros vegetales, generalmente las hojas de un arbusto,
pariente del café, Psychotria viridis.
A dicha bebida se la conoce como ayahuasca, palabra
quechua que quiere decir “vid del alma” . También se la llama yajé, caapi,
mihi, dápa, kahi y pindé.
Ha sido utilizada por los pueblos nativos de la
Amazonia y Mato Grosso desde tiempos inmemoriales. Su ingestión es una parte
esencial de sus sistemas espirituales y religiosos, así como la base de su medicina.
A pesar de su fuerte efecto, al ingerírsela en un
marco ceremonial apropiado, la ayahuasca es completamente inocua. Al principio
puede ocasionar náuseas y reacciones vomitivas, pero a continuación se
desarrolla una sensación de bienestar.
El consumo de ayahuasca genera visiones de ricos
colores, mensajes acerca de los orígenes del universo y de uno mismo,
manifestaciones simbólicas de variado tipo y, durante las horas siguientes, una
considerable agudización de los sentidos, aumento de la acuidad visual,
auditiva y olfativa, apagamiento del ego, calma de la ansiedad, y otros
síntomas similares.
El ingrediente principal, el Banisteria caapi,
contiene varios alcaloides cuya combinación la hace poderosamente psicoactiva.
Los principales son la harmalina, la harmina, D-tetrahydroharmina,
N-Dimetilamina, y la dimetiltriptamina. La harmalina actúa sobre la serotonina
del cerebro produciendo la mayor parte
de los efectos antes señalados. Por otra parte, la dimetiltriptamina o DMT es
una de las sustancias más psicoactivas que se conocen, acentuando las
propiedades de la infusión.
Los fundamentos de la ayahuasca
La utilización de la ayahuasca se basa en ciertos
principios filosóficos bien descriptos por
Narby a partir de sus primeras reuniones con los chamanes ashaninca. A
través del preparado los chamanes “conversaban, en medio de sus visiones, con
las esencias animadas o espíritus de las plantas, que son las mismas para todos
los seres vivos….la naturaleza es inteligente y maneja un lenguaje visual, no
solamente a través de alucinaciones y sueños, sino también de signos concretos
cotidianos.” … “Mira la forma- me decían ellos- es el signo que la naturaleza
nos da.”4
El propio Narby cuentas sus experiencias luego de
ingerir la infusión.
“Tomé el líquido amargo y casi de inmediato las
náuseas me invadieron. Ruperto empezó entonces a cantar melodías de una belleza
estupenda. Las imágenes empezaron a inundar mi cabeza. Me encontré rodeado de
serpientes enormes, con colores vivos y fluorescentes. Estaba aterrorizado. Las
serpientes, que me parecían más verdaderas que en la naturaleza, me explicaron
sin palabras que sólo era un ser humano. Me di cuenta de que lo que decían era
completamente cierto… Vi también desfilar, por ejemplo, las nervaduras de una
mano humana alternando con las nervaduras de una hoja. Las visiones desfilaban
sin cesar, no podía recordarlas todas…. Al día siguiente, tuve por primera vez
en mi vida, el sentimiento de pertenecer totalmente a la naturaleza.”
Las sociedades criollas sudamericanas también han
incorporado Banisteriopsis caapi por medio de comunidades o iglesias
ceremoniales basadas en su consumo. En Brasil existen dos organizaciones
principales dedicadas a la ingestión respetuosa de la infusión de ayahuasca: la
União do Vegetal y el Santo Daime.
La União do Vegetal, originada entre los caboclos
seringueiros del Acre, y ahora de amplia difusión, está presente en casi todas
las ciudades de Brasil, e incluso fuera del país. Son una cincuentena de
núcleos compuestos por varias decenas de personas, nunca en exceso de cien,
constituyendo una feligresía total de más de 5000 miembros. União do Vegetal
combina elementos de la cosmovisión indígena con visiones ecologistas del
planeta, el universo y el rol de los seres humanos.De "Pueblos, Drogas y Serpientes", D.Antón, Piriguazú Ediciones
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