viernes, 14 de octubre de 2016

Las últimas hablantes del Idioma Guaná en Paraguay

Danilo Antón

La nación guaná, también denominada “chaná del norte”, vive en la orilla oriental del río Paraguay contigua al estado brasileño de Mato Grosso del Sur. Las políticas lingüísticas españolizantes y guaranizantes del Paraguay han debilitado el uso de su lengua nativa hasta el punto en que quedan aparentemente solo 4 mujeres mayores que hablan la lengua. 
Los guaná pertenecen a la familia lingüística arawak junto con los tainos (en el Caribe), los paresís, los enawene nawé, los extintos chané y los moxos en Bolivia, los terena en Brasil y muchos otros (tal vez habría que incluir también a los chaná del sur y a los hipotéticos arachanes).
El eminente etnólogo Alfred Metraux, en su libro clásico “Etnografía del Chaco” dice: 
“La frontera Noreste y Noroeste del Chaco estaba habitada en la época precolombina por una gran tribu de agricultores sedentarios que hablaba un dialecto Arawak. Se llamaban a sí mismos Chaná, pero los españoles usaron también el nombre chané. Emparentados, sin duda alguna, con los Paressi y los Mojo, eran los representantes más meridionales de la grande y extensa familia lingüística arawak, cuyo centro de difusión está ubicado probablemente al Norte del Amazonas.”. De acuerdo a Métraux, una de las ramas de los guaná fueron los terena que migraron al noreste y se establecieron en Aquidauana en Mato Grosso del Sur. En ese lugar y en zonas vecinas hay todavía 18,000 terena. Los terena tienen una sociedad matriarcal, hablan su lengua y establecen una feria periódica en la ciudad de Campo Grande, Brasil. El carácter matriarcal de la sociedad terena explica la supervivencia y la persistencia de los lazos tribales y familiares.
Tal vez el idioma guaná se extinga, ojalá que los paraguayos sepan defender la lengua para que sobreviva, pero su pariente más próximo el idioma terena, permanece activo y saludable.
Otro tema a considerar es el parentesco entre los chaná del norte (guaná y terena) a los del sur. En principio habría un parentesco que permitiría clasificar a los chaná del sur como “arawak”. “Chaná” quiere decir “persona” en varias lenguas arawak. 
También se les clasificó como “charrúas” y “pámpidos”. No parece razonable. Los pueblos chaná eran pescadores y en menor grado agricultores. Eran muy pacíficos (lo que permitió su reducción rápida por los españoles). Los chaná, cuya población numerosa originalmente estaba constituida por cientos de miles de personas en centenares de comunidades, vivían en el río Paraná al norte de la isla Lechiguana y fueron utilizados por los españoles para fundar reducciones, la más conocida fue Santo Domingo de Soriano. 
Los charrúas, en cambio, tenían un comportamiento muy diferente, resistieron la conquista y la colonización, y hasta ahora no hay datos fidedignos que permitan relacionar ambas lenguas. 
Hace poco tiempo, inesperadamente, apareció un hablante chaná en Nagoyá, Entre Ríos. Su testimonio reafirma la naturaleza matriarcal de las sociedades chaná y es a través de la línea femenina que se conservó la lengua. Tal vez ello permita recuperar el idioma y confirmar (o no) la clasificación de dicha lengua como arawak
Es una buena oportunidad que tenemos los criollos e indígenas del sur de América para defender las lenguas de los chaná, que son uno de los legados más importantes que nos dejó la historia profunda de nuestros países.
(Del libro "Primeras Naciones del Sur", D.Antón, Piriguazú Ediciones)

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